Una pregunta un poco malintencionada.
Supongamos por unos instantes que el gobierno logra ad infinitum mantener el tipo de cambio real alto, violando todos los supuestos elementales de macro I que explican porque con recursos cerca de la plena utilización el tipo de cambio real no es una variable independiente de política económica. Supongamos también que lo hace sin sacrificar ninguna de las políticas expansivas a las cuales le meten gasolina sin asco desde hace algunos años (política fiscal, tasas de interés bajas, controles de precios, subsidios al consumo, etc)
Recuerdo que una de las enseñanzas que pululan sobre el “milagro del sudeste asiático” es que distorsionaron precios y repartieron beneficios con una filosofía de “Stick & Carrot”. Zanahorias y palos que tenían como idea subyacente que todos merecen una oportunidad pero que si los resultados no llegan a llorarle a Gardel. El país se compromete, se sacrifica y te transfiere recursos para tu educación porque tener cara de chico inteligente, pero si te convertís en un adolescente boludón… a laburar.
La pregunta es, entonces: Cuando se piensa en la política de tipo de cambio alto ¿se piensa que, como la convertibilidad, vino para quedarse para siempre? ¿Tiene fecha de caducidad? ¿Hay algún momento para juzgar los resultados y poder llegar a un eventual “bueno muchachos, fue muy lindo, 10 años de salarios bajos deberían haberles dado suficiente como para poder salir a competir al mundo”? ¿Habrá “Stick” alguna vez o aprovecharemos las pampas fértiles para sembrar, cosechar y repartir zanahorias para siempre? Tengase en cuenta que si uno le da demasiado duro a los carrots engorda y se achancha.
En definitiva: ¿Habrá alguien en el Ministerio de Economía haciendo las cuentas para ver si hay algo de progreso “genuino” de la competitividad en la economía, diferenciándolo del empuje coyuntural por un tipo de cambio alto que irremediablemente en algún momento volverá a su “punto de equilibrio”?
¡Ay no! ¡Que bolu! ¡Cierto que del largo plazo no se habla!
En fin, una preguntonta de viernes a la tarde luego de 1 semana de silencio.
Feliz viernes.
Supongamos por unos instantes que el gobierno logra ad infinitum mantener el tipo de cambio real alto, violando todos los supuestos elementales de macro I que explican porque con recursos cerca de la plena utilización el tipo de cambio real no es una variable independiente de política económica. Supongamos también que lo hace sin sacrificar ninguna de las políticas expansivas a las cuales le meten gasolina sin asco desde hace algunos años (política fiscal, tasas de interés bajas, controles de precios, subsidios al consumo, etc)
Recuerdo que una de las enseñanzas que pululan sobre el “milagro del sudeste asiático” es que distorsionaron precios y repartieron beneficios con una filosofía de “Stick & Carrot”. Zanahorias y palos que tenían como idea subyacente que todos merecen una oportunidad pero que si los resultados no llegan a llorarle a Gardel. El país se compromete, se sacrifica y te transfiere recursos para tu educación porque tener cara de chico inteligente, pero si te convertís en un adolescente boludón… a laburar.
La pregunta es, entonces: Cuando se piensa en la política de tipo de cambio alto ¿se piensa que, como la convertibilidad, vino para quedarse para siempre? ¿Tiene fecha de caducidad? ¿Hay algún momento para juzgar los resultados y poder llegar a un eventual “bueno muchachos, fue muy lindo, 10 años de salarios bajos deberían haberles dado suficiente como para poder salir a competir al mundo”? ¿Habrá “Stick” alguna vez o aprovecharemos las pampas fértiles para sembrar, cosechar y repartir zanahorias para siempre? Tengase en cuenta que si uno le da demasiado duro a los carrots engorda y se achancha.
En definitiva: ¿Habrá alguien en el Ministerio de Economía haciendo las cuentas para ver si hay algo de progreso “genuino” de la competitividad en la economía, diferenciándolo del empuje coyuntural por un tipo de cambio alto que irremediablemente en algún momento volverá a su “punto de equilibrio”?
¡Ay no! ¡Que bolu! ¡Cierto que del largo plazo no se habla!
En fin, una preguntonta de viernes a la tarde luego de 1 semana de silencio.
Feliz viernes.
Ele, aunque parezca una recomendación ortodoxa, estoy de acuerdo. Algo parecido dije por acá y se armó...
ResponderBorrarveamos qué repercusión tiene entre tus lectores...
buen finde!
¿Ortodoxa por?...
ResponderBorrarSi Juan B Justo la escuchara diciendo que apreciar el tipo de cambio es ortodoxo....
Sí, Juan B. Justo no podría estar más de acuerdo: dólar bajo y apertura comercial al tope.
ResponderBorrarCarrots are for ever. ¿No era así la de James Bond?
Juan B. Justo, por más traducción que haya hecho de Das Kapital (la tengo, jé) leyó "Discurso sobre el libre cambio" de manera literal y dogmática. Si Marx lo decía, entonces acá también tenía que haber ínfimos aranceles y "moneda fuerte". Nada de proteccionismo!
ResponderBorrarPor otro lado, me parece que han habido bastantes sticks. La cuestión es repartidos cómo, no?
Pregúnteles si no a los que lo fueron a ver al napia a su oficina y los atendió con la .45 sobre el escritorio (ya sé eso más que stick es NY gangs)
Ah, sigue empacado con el Access? Mire que es un viaje de ida... en cualquier momento orgnizo una red blogsolidaria para reclamarle que desista.
ResponderBorrarEle, el amigo Tavos hace rato que viene pidiendo sticks en la politica industrial. "Great minds think alike"
ResponderBorrarAhora se imagina la reacción de los medios y la oposición si Lousteau envía al congreso una ley donde al que no cumple con los requisitos de inversión y productividad marche preso, como hicieron los asiáticos???
Elemaco,
ResponderBorraruna recomendación: averigue cuánto tiempo duró en Japón el tipo de cambio subvaluado...
y después fíjese cómo cambió su performance económica una vez que lo convencieron de una apreciación impresionante
y después hablemos acerca de si se puede o no mantener el tipo de cambio alto con pleno empleo
digo, lo primero que aprende cualquier economista medianamente despierto es que prácticamente todos los "supuestos elementales" de la economía están sorprendentemente errados
ahhh, otra cosa: para aprender de los tigres asiáticos, le recomiendo leer otra fuente además del BM y FMI, que no hacen los mejores repasos históricos que digamos
para tener una visión interesante, como la que ahora puede llegar a tener sobre Chile
yo no creo que se trate de darle una zanahoria y pedirle que haga algo amenazando con un palo si no lo hace... sino de poner la zanahoria en el lugar donde yo quiero que el empresario vaya, y si llega, que muerda tranquilo
se trata de generar oportunidades de desarrollo en sectores que uno crea que tienen capacidad de traccionar al país
saludos,
tavos
El viejo truco de la "competitividad" a través del TC... es que por estos lados no se aprende nunca...
ResponderBorrarSaludos.
tavos:
ResponderBorrar¿pick the winner?
Elemaco:
Tipos como Schwartzer te dirían que los empresarios argentinos no se conforman con los carrots que les dan, nunca le alcanzan, porque son "rentistas", tienen una cultura rentista desde el siglo XIX. No comparto la opinión de jorgito.
Me inclino más por la explicación de la estabilidad macro y precios relativos. Dale a un empresario los precios relativos correctos (es decir, buena ganancia) y la estabilidad macro suficiente, y te invierte fuerte porque sabe q gana y que la cosa dura. Y que cuanto mas ponga, mas gana, y cuanto mas dure mas gana, y cuanto mas dure mas ponga, y cuanto mas ponga mas dure (y así hasta el orgasmo).
Igual notese que digo "precios relativos" y "estabilidad macro". Es muy distinto a decir "subsidios", "desgravaciones", y demas recursos que van a parar a las 5 empresas que tienen lobby fuerte. Eso no me gusta.
saludos!
gabriel r.
Sirinivasa: creo que el problema de Justo es que se quedó tildado con las polémicas de Marx y Engels contra List y, en general, contra el bismarckismo.
ResponderBorrarJustamente, uno de los puntos más flojos de M&E. Una lectura más relajada del volumen III le hubiera mostrado los límites del estrecho librecambismo.
Pero en Justo no son solamente las lecturas las que lo perdieron. Un sector muy grande de la clase obrera argentina a comienzos del s. XX era de origen europeo, con ansias de progreso social y aspiraciones de consumo que se daban bien la mano con las importaciones baratas y mal con el proteccionismo. Ese sector era el que más simpatías mostraba por el socialismo justista, mientras que los otros se inclinaban más bien por el anarquismo o, cada vez más, por el sindicalismo revolucionario.
La combinación de unilateralidad teórica y presiones de la base social disponible para su proyecto llevaron a Justo a donde lo llevaron. Y a sus discípulos, ni hablemos...
se me rompió la pc y recién hoy veo lo q me preguntaste..
ResponderBorrarlo dije en este sentido: imaginate que ahora con la industria tan acostumbrada al tc alto, con costs laborales creciendo, con un estado q se sirve de las exportaciones y etc etc. apreciar el peso sin previ aviso o previo plan estrategico, armaría revueltas al estilo de lo que dice Musgrave.
y lo dejo ahí poruqe no puedo pensar en un ciber
:(
saludos!
El tema es que "elegir los ganadores" no es tan fácil si se quiere hacer con buena intención.
ResponderBorrarLa economía mundial cambia rápido y decidir desde un escritorio a quién se ayuda y a quién no puede generar enormes fracasos y, por supuesto, mucha corrupción.
Cuáles serían los parámetros a priorizar: cantidad de empleo, calidad de empleo, competitividad de mediano y largo plazo, desarrollo tecnológico?
Quién tendría a su cargo la decisión?
Me parece que es una tarea que excede las posibilidades de esta administración, para decirlo en forma más o menos elegante.