Yo estaba de vacaciones, fuera de todo y feliz, descubriendo nuevos modos de desafiar y reinventar el ocio. Al pasar, leo un en un diario que Cristina había anunciado que se iban a utilizar reservas de libre disponibilidad (vade retro convertibilidad!) para garantizar los pagos de la deuda pública de 2010. No era mucha guita (unos USD 6.000 mill.) y dado que no parecían existir problemas para pagar la deuda sólo se me ocurrió pensar “bue, querrán gastar todo lo que pueden... Podría ser mucho peor”.
Luego, me entero que mi amigo personal Hernán Pérez (better known as Martín Redrado) se hacía el sota y no largaba la tarasca. Me dije: “Como presidente del BCRA, este tipo, es una gran tiempista político”. ¿No les parece? leyó el ocaso kirchnerista y se vio más que pegado. Le dieron un hueco legal y dijo “yo acá me abro”. Y allá él, ahora, paladín de la democrática y liberal oposición. Bien.
O no tan bien. Por que todavía no se fue (independencia del BCRA le dicen). Ocurre que no me deja de llamar la atención lo que el otrora compañero Pérez menciona como su principal activo al frente del BCRA: la estabilidad monetaria y financiera.
Respecto de la primera habría que ver que entiende él por tal cosa. Si me preguntan a mi, que la demanda real de pesos se haga puré en un par de meses no tiene olor a “estabilidad”. Uno podrá discutir hasta donde van las responsabilidades del caso pero es obvio que no existe el supuesto “logro”.
Claro, un gran logro que vino al módico precio de tirar al bebé con el agua. Es decir, no hay crisis financiera por que los bancos no hacen lo que se supone que hacen los bancos, es decir, intermediar ahorro hacia la inversión. En la clase de Econ 101 (¿existirá un curso llamado así en Arg o es solo cipayismo cultural?. Nosotros le decimos Economía del CBC, pero da muy UBA-made) nos dicen que los bancos están para tomar depósitos y dar préstamos.
Evidentemente, eso genera un descalce natural en plazos y liquidez* que expone al sistema a cierto grado de fragilidad que no debe ser menospreciado. Si bien esto es cierto acá y en cualquier país (salvo en el mitológico hábitat de este muchacho) del mundo, es común aceptar este riesgo en función de los más que positivos efectos que el crédito tiene sobre la asignación de recursos, el crecimiento y hasta la distribución del ingreso.
Vean el gráfico a continuación. ¡El crédito al sector privado de toda la experiencia post convertible es más bajo que el registro de 1993!: ¿cómo va a haber crisis financiera si los bancos están sentados como bestias sobre una parva de liquidez que no prestan? ¿Ese es tu mayor activo luego de casi 6 años de gestión?. Lo sabemos todos. En Argentina sacar un crédito parece más complicado que devolverle la velocidad y marca a Morel, Paletta y Cáceres juntos.
Saludos.
Genérico
* La convertibilidad le agregó a estos dos riesgos naturales del sistema financiero, el descalce de monedas. Pero ojo, no teman, igual con Menem estábamos mejor.
PD: A los amigos kirchneristas les voy pasando letra para otro giro fabuloso, de esos que nos acostumbran. La culpa de que los bancos no presten, no es de ellos y su maldad natural… era de Redrado. Si quieren saber porque, no tienen más que preguntar.