Por Elemaco:
¡¡¡Paaaaaaaaareeen las rotativas!!! ¿Subsidio al transporte de granos para el NOA y NEA? ¡No, muchachos! ¡No! No entendimos nada.
Mejor empiezo por el principio.
La industria porcina viene creciendo, como se dice en la jerga técnica económica, como loco. El chancho es, desde la década del 80, la carne más comida en el mundo. Hoy, el consumo de carne chanchuna es un 50% más alto que el de polluna y 75% superior a la vacuna. Su comercio internacional alcanza los U$D 20.000 millones.

Una tonelada de chancho cuesta alrededor de U$D 2.000, las tres toneladas de maíz (insumo principal por afano) necesarias para producir una de chancho cuestan, a precion internacional, U$D 750. El chancho chorrea valor agregado desde todos sus poros, y de alli, según me comentaron algunos técnicos, la particularidad de su olor.
Usted pensará "Obviamente la Argentina tiene un potencial infinito para copar este mercado. Alimento barato (maíz, soja, etc), buen clima, mucha agua, mano de obra calificada" y no se equivocará. Sin embargo, la realidad se empeña en hacer lo que quiere y no lo que debe. Vea, si no me cree, el siguiente gráfico.

La industria porcina argentina, entre 1979 y 2007 exportó un acumulado de CERO toneladas de cerdo. ¡Cero! En 2008, hito histórico después de 29 años, exportamos 27 toneladas! 27.000 kilos (aunque importamos 27.000 toneladas)
Brasil, en tanto, pasó de prácticamente cero en 1991 a 770.000 Toneladas en 2007. Hoy es el 4to exportador mundial después de Estados Unidos, Unión Europea y Canadá, con una tajada del 15% del total (¡Si! El 1er mundo exporta alimentos). En valor es algo mas de U$D 1.500 millones. Para poner mas en perspectiva diré que es equivalente a todas las exportaciones del complejo siderúrgico argentino, un 50% superior a las de todo nuestro complejo forestal, dos veces y media el vitivinícola y la mitad de las exportaciones del complejo ensamblador automotriz compensado.
¿No se deprimió al ver como os mais grandes du mundu nos pasan el trapo? ¡Si el siguiente gráfico no lo shockea, entonces usted no tiene corazón!

La poco schumpeteriana industria porcina argentina sirve como doble ejemplo de cómo el mercado funcionando solo no llega a un equilibrio socialmente óptimo y, por otro lado, de como el gobierno puede, al intervinir, empeorar las cosas.
En el mundo sigue una tendencia muy marcada hacia, por un lado, la intensificación de su producción y por otro la relocalización hacia regiones marginales, donde la competencia con la agricultura es menor. En Estados Unidos, por ejemplo, donde se (sobre)estima que la industria porcina genera medio millón de empleos, la producción pasó del tradicional cinturón maicero a los estados del este. En Brasil, el 20% del Stock porcino y mas del 60% del crecimiento de los últimos 4 años se explican por Santa Catarina, un estado que produce sólo el 4,5% de la producción brasilera de maíz y soja.

Pero el ejemplo para entender la metida de pata del gobierno con su subsidio al transporte es Canadá. Hasta 1995, Canadá pagaba un subsidio al transporte de granos a los productores de regiones alejadas de los puertos, en particular en Manitoba y Saskatchewan, estados del centro de Canadá alejados de los núcleos productivos del este y oeste.
En 1995, y luego de debatirse en el “Canadian Pork Council”, deciden eliminar el subsidio, adelantando en cash al productor el equivalente a dos años para incentivar su transformación. El impacto en la producción agregada de chanchos en Canadá, explicada casi exclusivamente por Manitoba y el estado impronunciable, puede verse en el siguiente gráfico.

El mecanismo que explica el fenómeno es bastante simple (y lo explicaba el abuelo acá). La distancia al puerto actúa como una protección “natural” para la industria porcina. El maíz es mas barato en el NOA que en Zona Núcleo, así como el precio de la tierra. Pagar un subsidio al transporte de granos, además de aumentar la demanda de camiones amigotes y drenar escasísimos recursos fiscales, crea una ilusión innecesaria. Es hacerle creer al tipo que produce en el NOA que es igual al de Pergamino, pero la cruel y triste realidad es que, por definición, el NOA es el NOA y Pergamino es Pergamino.
Así, el subsidio que anunciaron el viernes no solo no “crea valor”, sino que destruye los incentivos para crearlo. Cada uno de los pesos que se va a (mal)gastar en corregir la meresunda de las retenciones podría destinarse, en cambio, a corregir las fallas de mercado de esta (u otra) industria incentivando no solo la agregación de valor, sino la incorporación tecnológica , el desarrollo regional, la diversificación productiva, la creación de empleo, and so on and so on.
¡No queda otra¡ Si queremos desarrollarnos hay que mancharse, como las publicidades de Blanco Ala. Meterse en el barro. Hay que ir a lo micro, ver un sector, encontrar la falla de los privados, corregirla y pasar al siguiente. Con muchos pequeños aciertos avanzamos y, sino, estamos fritos. Con tipo de cambio alto solo no alcanza, muchachos. La macro es necesaria pero no suficiente, pero es cierto, ¡Al menos no mancha!
¡¡¡Paaaaaaaaareeen las rotativas!!! ¿Subsidio al transporte de granos para el NOA y NEA? ¡No, muchachos! ¡No! No entendimos nada.
Mejor empiezo por el principio.
La industria porcina viene creciendo, como se dice en la jerga técnica económica, como loco. El chancho es, desde la década del 80, la carne más comida en el mundo. Hoy, el consumo de carne chanchuna es un 50% más alto que el de polluna y 75% superior a la vacuna. Su comercio internacional alcanza los U$D 20.000 millones.
Una tonelada de chancho cuesta alrededor de U$D 2.000, las tres toneladas de maíz (insumo principal por afano) necesarias para producir una de chancho cuestan, a precion internacional, U$D 750. El chancho chorrea valor agregado desde todos sus poros, y de alli, según me comentaron algunos técnicos, la particularidad de su olor.
Usted pensará "Obviamente la Argentina tiene un potencial infinito para copar este mercado. Alimento barato (maíz, soja, etc), buen clima, mucha agua, mano de obra calificada" y no se equivocará. Sin embargo, la realidad se empeña en hacer lo que quiere y no lo que debe. Vea, si no me cree, el siguiente gráfico.
La industria porcina argentina, entre 1979 y 2007 exportó un acumulado de CERO toneladas de cerdo. ¡Cero! En 2008, hito histórico después de 29 años, exportamos 27 toneladas! 27.000 kilos (aunque importamos 27.000 toneladas)
Brasil, en tanto, pasó de prácticamente cero en 1991 a 770.000 Toneladas en 2007. Hoy es el 4to exportador mundial después de Estados Unidos, Unión Europea y Canadá, con una tajada del 15% del total (¡Si! El 1er mundo exporta alimentos). En valor es algo mas de U$D 1.500 millones. Para poner mas en perspectiva diré que es equivalente a todas las exportaciones del complejo siderúrgico argentino, un 50% superior a las de todo nuestro complejo forestal, dos veces y media el vitivinícola y la mitad de las exportaciones del complejo ensamblador automotriz compensado.
¿No se deprimió al ver como os mais grandes du mundu nos pasan el trapo? ¡Si el siguiente gráfico no lo shockea, entonces usted no tiene corazón!
La poco schumpeteriana industria porcina argentina sirve como doble ejemplo de cómo el mercado funcionando solo no llega a un equilibrio socialmente óptimo y, por otro lado, de como el gobierno puede, al intervinir, empeorar las cosas.
En el mundo sigue una tendencia muy marcada hacia, por un lado, la intensificación de su producción y por otro la relocalización hacia regiones marginales, donde la competencia con la agricultura es menor. En Estados Unidos, por ejemplo, donde se (sobre)estima que la industria porcina genera medio millón de empleos, la producción pasó del tradicional cinturón maicero a los estados del este. En Brasil, el 20% del Stock porcino y mas del 60% del crecimiento de los últimos 4 años se explican por Santa Catarina, un estado que produce sólo el 4,5% de la producción brasilera de maíz y soja.
Pero el ejemplo para entender la metida de pata del gobierno con su subsidio al transporte es Canadá. Hasta 1995, Canadá pagaba un subsidio al transporte de granos a los productores de regiones alejadas de los puertos, en particular en Manitoba y Saskatchewan, estados del centro de Canadá alejados de los núcleos productivos del este y oeste.
En 1995, y luego de debatirse en el “Canadian Pork Council”, deciden eliminar el subsidio, adelantando en cash al productor el equivalente a dos años para incentivar su transformación. El impacto en la producción agregada de chanchos en Canadá, explicada casi exclusivamente por Manitoba y el estado impronunciable, puede verse en el siguiente gráfico.
El mecanismo que explica el fenómeno es bastante simple (y lo explicaba el abuelo acá). La distancia al puerto actúa como una protección “natural” para la industria porcina. El maíz es mas barato en el NOA que en Zona Núcleo, así como el precio de la tierra. Pagar un subsidio al transporte de granos, además de aumentar la demanda de camiones amigotes y drenar escasísimos recursos fiscales, crea una ilusión innecesaria. Es hacerle creer al tipo que produce en el NOA que es igual al de Pergamino, pero la cruel y triste realidad es que, por definición, el NOA es el NOA y Pergamino es Pergamino.
Así, el subsidio que anunciaron el viernes no solo no “crea valor”, sino que destruye los incentivos para crearlo. Cada uno de los pesos que se va a (mal)gastar en corregir la meresunda de las retenciones podría destinarse, en cambio, a corregir las fallas de mercado de esta (u otra) industria incentivando no solo la agregación de valor, sino la incorporación tecnológica , el desarrollo regional, la diversificación productiva, la creación de empleo, and so on and so on.
¡No queda otra¡ Si queremos desarrollarnos hay que mancharse, como las publicidades de Blanco Ala. Meterse en el barro. Hay que ir a lo micro, ver un sector, encontrar la falla de los privados, corregirla y pasar al siguiente. Con muchos pequeños aciertos avanzamos y, sino, estamos fritos. Con tipo de cambio alto solo no alcanza, muchachos. La macro es necesaria pero no suficiente, pero es cierto, ¡Al menos no mancha!