miércoles, octubre 27, 2010

miércoles, octubre 20, 2010

Desrelativizando la descomplejización del desarrollo

Estimados, hete aquí un post coautorado entre este servidor y Gabriel Zelpo, joven estudiante de economía de 22 años, a quien he tenido el placer de conocer en mi pasada como economista jefe de Analytica (y antes en sus encubiertas visitas a la BEA).

Hace algo más de dos meses, en su última aparición pública, Genérico integraba en un post dos de esas grandes obsesiones de este blog (bah, de la BEA en general): Por un lado, Brasil y, por otros, los impactos del tipo de cambio real sobre el desarrollo de un país. En un post donde desgranaba la canasta exportadora, Gene concluía que Brasil estaba experimentando un proceso de “descomplejización” y primarización de la economía, conclusión a la que llegaba, argumentos más, argumentos menos, a partir de la lectura del siguiente gráfico


Desde el 2000 a esta parte las exportaciones de productos básicos y semifacturados han ganado casi 10 puntos de participación en el total exportado, en perjuicio de las manufacturas. Viendo esto, se pregunta Gene en aquel post: ¿No sería entonces (el de Brasil) otro caso de enfermedad holandesa para una economía pequeña y abierta? el shock positivo de Términos de Intercambio te aprecia el tipo de cambio e impulsa las exportaciones básicas, al costo no menor, de bloquear el proceso de complejización productiva.

Ahora bien ¿es realmente lo que muestra Gene una señal de descomplejización de la economía que debe preocupar?

En primer lugar, permítannos comparar la performance exportadora de Brasil con la Argentina, país que, con una estructura productiva relativamente parecida, mantuvo una política cambiaria distinta que buscó, explícitamente, evitar los impactos negativos de una posible enfermedad holandesa.

El siguiente gráfico puede verse como, en Brasil las Manufacturas industriales* pasaron de representar el 65% del total de las exportaciones en 2000/01 al 52% en 2007/2008. En  Argentina del modelo de tipo de cambio real competitivo, en cambio, esta caída fue mucho menor,  de tan sólo 2% desde 37% a 35%.

Esto, a simple vista, es un punto a favor de la tesis que defiende la idea de que el TCR competitivo inmuniza a un país frente al impacto primarizador de una moneda muy fuerte.




Ahora bien, insisto ¿es esto realmente indicios de que Brasil se está “descomplejizando” y primarizando, al menos vis a vis el país que tomo recaudos frente a la enfermedad holandesa?

Nop

Básicamente, puede decirse que Genérico (como gran parte de la literatura sobre el tema, valga aclarar) ha sido víctima del fetiche del relativismo. A saber: interpretar linealmente “composición relativa” de la canasta exportadora como “complejidad” de la economía. Abandonemos, por un instante el relativismo para zambullirnos en el maravilloso e iluminador mundo del absolutismo metodológico. Dejemos de mirar composiciones relativas para mirar tasas de crecimiento

Como punto de partida, tenemos en Brasil un crecimiento de 220% entre 00/01 y 07/08 frente al 150% de Argentina en el mismo periodo. A simple vista, la mayor apreciación parece no haber afectado la dinámica global de las exportaciones.

Sin embargo, sabemos que la composición importa. Centrémonos entonces en las exportaciones primarias (incluyendo al petróleo refinado) y en las manufacturas de alimentos.

En el siguiente gráfico podrá ver como el crecimiento fue superior en Brasil para todos los rubros analizados: Algo menos para la exportación de productos agropecuarios, pesca y madera (primeras dos columnas) y de manufacturas alimenticias (utlimas dos, que incluyen carne, lácteos, soja, entre otros). algo más para en el caso del petróleo, donde Brasil octuplica sus exportaciones, y minería, con un crecimiento de 517% vs 289% en Argentina. Téngase en cuenta que esta diferencia no puede ser atribuida a los términos de intercambio, shock común a ambos países.

Es decir, hasta aquí tenemos que la apreciación cambiaria no habría afectado la dinámica exportadora de los productos “poco complejos”.

Pero claro- dirán -el verdadero problema de la enfermedad holandesa es el impacto negativo sobre los transables que si importan, los más complejas, los industriales. En el siguiente gráfico podrán ver, sin embargo, como la aparente descomplejizacion del enfermo holandés se esfuma cuando vemos que, durante el mismo periodo, las exportaciones “complejas” crecieron un 155%, incluso un 27% por arriba del crecimiento Argentino.

El resultado es aún más llamativo si desagregamos a las exportaciones industriales según el grado de intensidad de la mano de obra (la definición la pongo en los comments), donde uno esperaría que el  impacto expansivo de una política de tipo de cambio competitivo sea mayor. Puede verse, sin embargo, como la diferencia se mantiene alrededor de 27% (166% vs 139% y 144% vs 116%).

Es decir, el TCR apreciado en Brasil, con su correlato de salarios más altos en dolares,  ni siquiera tuvo un impacto negativo visible sobre las actividades mano de obra intensivas (como textiles y calzado, productos de madera,etc )  

En conclusión lo que se observa en nuestro principal socio es que no sólo no hay indicios de que la estrategia cambiaria haya tenido impactos negativos sobre la “complejización” de las exportaciones sino también que, cuando nos quitamos las gafas del relativismo, tampoco parece haber afectado la integración comercial con el resto del mundo (no al menos al compararlo con un país que logró contener las subas salariales durante años con tal de mantenerse barato para vengan a comprarle sus manufacturas).

Requiem al impacto descomplejizador del tipo de cambio.

Dicho esto ¿Cuáles son las enseñanzas que podemos extraer del vecino en vistas de que Argentina enfrenta un inevitable proceso de apreciación cambiaria? Si los hay ¿Cómo evitar los impactos negativos que puede traernos la apreciación?

Atte

L y G

*Aclaración: definimos industriales como manufacturas no alimentos (rubro 15) ni petróleo refinado (rubro 23), definición que es distinta a la de MOA y MOI del INDEC.

martes, octubre 05, 2010

Elige tu propia pobreza

Ya no es necesario especular más. Finalmente están disponibles las bases de datos de la Encuesta Permanente de Hogares del primer y Segundo trimestre de 2010 que nos permiten medir de manera algo más precisa (y obviando los problemas que sabemos que tiene la EPH) cual fue el impacto de la Asignación Universal por Hijo (AUH) sobre los indicadores de pobreza e indigencia.

El punto crítico de esta estimación está en la definición de la Canasta Básica Alimentaria y Total utilizada para medir la pobreza. Como el objeto de este post no es medir el nivel de la pobreza sino su variación desde la implementación de la AUH, actuaremos salomónicamente para dejar a todos contentos.

En el siguiente gráfico verán mi propia estimación de la canasta básica, calculada a partir de la evolución de los índices de alimentos y bebidas de 12 departamentos de estadísticas provinciales. Esta estimación arroja, para junio de 2010, una línea de pobreza para una familia tipo de $ 2127, con una variación interanual de 29% y una suba acumulada desde diciembre de 2009 de 14%.

Como no pretendo estar calculando con esta canasta la canasta básica definitiva sino simplemente una de entre las tantas que hay dando vuelta, a continuación haré un ejercicio en el que usted, lector amigo, podrá elegir su propia aventura.

Para evitar la eventual subestimación o sobreestimación de la verdadera canasta, simplemente realicé los cálculos de pobreza e indigencia para cinco canastas básicas totales diferentes, sobre los datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares. La pobreza e indigencia fue calculada de la siguiente manera:

1) Determiné arbitrariamente la canasta básica para una familia tipo en diciembre de 2009 en $ 1500, $ 1625, $ 1740, $ 1865 (el valor que me da a mi) y $ 2000 (un valor cercano al que intuyo que usa la UCA). Si tenemos en cuenta que incluso Artemio Lopez hablaba de una canasta básica de $ 1500 en Julio de 2009 podemos considerar que el valor mínimo utilizado en diciembre no es exagerado.

2) Para completar los valores entre enero de 2007 y diciembre de 2009 simplemente cambie la escala de las variaciones mensuales de mi estimación, tomando como punto de partida la canasta oficial de enero 2007 ($ 897) hasta alcanzar $ 1500, $ 1625, $ 1740, $ 1865 y $ 2000 respectivamente

3) Para los valores entre diciembre 2009 y Junio 2010 asumí una inflación acumulada de 16%, en linea con lo que estima la consultora X. No es muy distinto del 15% que estima inflacionverdadera.com o del 17% que obtengo yo de las provincias, y es bastante más baja que el 23% del rubro alimentos y bebidas de Buenos Aires City.

¿Qué es lo que obtenemos de esta manera?


Según la canasta básica utilizada la historia que se cuenta es radicalmente distinta. Desde una caída de la 6 (2.5) puntos en la pobreza (indigencia) entre 2006 y 2010 a una suba de 4 (2) puntos.

Sin embargo, no es el objeto de este post hablar del nivel de la pobreza sino del impacto de la asignación universal, para lo cual pueden ver, en los siguientes gráficos, la evolución de la pobreza e indigencia estimada para distintas canastas desde el último trimestre de 2009 (cuando entrara en vigencia la AUH)

Elija usted la historia que elija, más o menos cerca de la que cuenta el INDEC o las estimaciones privadas, el resultado es el mismo cuando vemos 2010. En el mejor de los casos, la inflación consumió el total de la mejora social obtenida por la AUH y, en el peor, incluso generó un deterioro mayor al beneficio, tanto en pobreza como en indigencia (yo esperaba que el impacto sobre la indigencia sobreviva a la inflación, pero no fue así).

En conclusión, creo que podemos dar formalmente por terminado ese periodo de oro en el cual no era visible el impacto social negativo de la inflación. Una jornada triste, en la que incluso los manipulados indicadores oficiales muestran que la cosa se está complicando.

Atte

L (@LucianoCohan)

PD: si, si. El título original decía eliJe. Pasa en las mejores familias!

lunes, octubre 04, 2010

The BEA is not dead

La gente de la Di Tella avanza en el copamiento de la BEA.

Ayer era Levy Yeyati, hoy Foro Económico de Emilio Espino, Sebastian Galiani (que dió sus primeros pasos blogueriles por estos pagos), Andres Neumeyer y Juan Pablo Nicolini. Todos conocidos y reconocidos docentes de la Di Tella.

Bienvenidísimos!

L

PD: !Vamos UBOs! !Vamos! hace algún tiempo llegaron los de La Plata y San Andres, Hoy Di Tella. Vamos muchachi! A no aflojarle que estamos perdiendo terreno.