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jueves, febrero 03, 2011

Serrucho jubilatorio

Sinceramente no me queda claro si subieron, si bajaron, si subieron pero después bajaron, si bajaron pero después subieron, si mas o menos están igual, si tengo que ponerme contento por lo felices que van a estar en marzo o mal por lo tristes que van a estar en febrero, si lo importante es que en relación a la canasta general están un poquitito más arriba o en cambio que en relación a la canasta alimenticia están un poquitito más abajo....


Atte

Luciano

PD: de enero a marzo supone inflación de 2,5% mensual.

lunes, septiembre 27, 2010

Lineamientos para una reforma previsional

Aquí está, este es, documento de CIPPEC de Luciana Diaz Frers, Eduardo Levy Yeyati y este servidor. Cuatro propuestas para una reforma del sistema previsional sustentable. Con poco tiempo, me limito al copypasteo de algunos extractos (algo recortados) del documento. En breve preparo una versión un poco blog-friendly.

1. Universalización de la cobertura

La universalización de la cobertura implica la desvinculación del haber previsional de los aportes propios realizados durante la edad activa. Esta reforma, en la misma línea que la Asignación Universal por Hijo, convierte el ingreso de la tercera edad en un derecho. La universalización permite hacerse cargo de los trabajadores informales o esporádicos que quedan afuera del sistema por insuficiencia de aportes, evitando la incertidumbre (tanto de ingresos como fiscal) asociada a las espasmódicas moratorias.

La introducción de una Asignación Universal de la Tercera Edad (AUTE) perfora aún más el débil carácter contributivo del sistema actual en el que el trabajador paga durante su vida activa para recibir en el futuro, y recibe en función de lo que ha pagado en el pasado. […]

2. Cambio en los parámetros de sustitución y movilidad

[…] ¿Cómo alcanzar la progresividad del sistema sin vulnerar los derechos adquiridos por quienes hayan aportado al régimen contributivo? Una manera de hacerlo es priorizando la suba de la jubilación mínima por sobre las jubilaciones mayores, en línea con lo que ha sucedido en los últimos años. La instrumentación de este mecanismo es clave, en tanto no debe vulnerar los derechos constitucionales de movilidad jubilatoria en los haberes no mínimos.

¿En qué valor debería situarse la jubilación mínima? A nuestro juicio, más pertinente que una determinación en función del salario mínimo, asociada a una concepción contributiva del sistema […], sería determinar y actualizar los haberes en función de una Canasta Básica de la Tercera Edad (CBT3E), asumiendo, naturalmente, una estimación rigurosa de la misma.

A modo de ejemplo, imaginemos el siguiente esquema. Por un lado, la AUTE se podría fijar en una CBT3E […]. Por el otro, a fin de que la introducción del nuevo cómputo no genere saltos, la nueva jubilación mínima (JM), percibida por quien cumple con el requerimiento de aportes y edad, surgiría de dividir la mínima vigente por el valor de la CBT3E,quedando de allí en más atada a ésta última.

Una vez definidos estos dos parámetros (AUTE y JM), restaría determinar el haber de dos grupos de beneficiarios: (i) aquellos contribuyentes que no cuentan con el mínimo de aportes, y (ii) aquellos que según sus aportes deberían percibir una jubilación superior a la mínima.

En el primer caso […], lo más lógico sería que percibieran una jubilación cuyo valor, mayor que la AUTE y menor que la JM, surgiera del cociente de aportes efectivos sobre los necesarios para percibir la mínima […]. En el segundo caso […], cabría aplicar la regla vigente, que establece la jubilación como el promedio del salario de los últimos 10 años, sujeto a una jubilación máxima, actualmente en $6.500, que surge de una fórmula que pondera el aumento del salario promedio (CVS) y de la recaudación por aportes y contribuciones.

[…]¿Cómo se actualizarían estos haberes? […] Lo ideal sería actualizar los haberes mediante un índice que pondere la evolución del costo de vida (CBT3E) y de los ingresos del sistema. Más precisamente, para la JM y jubilaciones superiores podría utilizarse la fórmula de actualización vigente, reemplazando la variación del salario promedio (CVS) por la variación de la CBT3E (o por un índice de precios similar). Por su parte, la AUTE estaría determinada por la CBT3E, mientras que las jubilaciones intermedias (beneficiarios con aportes incompletos) surgirían directamente de la fórmula de proporcionalidad entre AUTE y JM.

3. Reforma del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS)

El rol del FGS está íntimamente ligado a la discusión de la naturaleza contributiva del sistema previsional. Según la versión tradicional, el actual sistema de reparto “reparte” las contribuciones del empleado y el empleador entre los actuales beneficiarios del sistema. Esto dictaminaría, por un lado, que lo ahorrado durante la vigencia de las AFJP (hoy en el FGS) pertenece al sistema previsional y no al Tesoro. […].

[…] Pensamos, en cambio, que el sistema previsional es parte esencial de la red de protección social, y que como tal debe ser fondeado con recursos tributarios. [...] Por esto, proponemos la creación de un Fondo Anticíclico Previsional (FAP), constituido por los recursos efectivos del FGS; esto es, neteando la deuda pública en cartera del FGS –la que, adicionalmente, abulta de manera engañosa los cocientes de deuda y encarece el acceso al crédito.

El uso de los recursos del FAP debería estar gobernado por criterios de inversión de largo plazo en activos de baja correlación con el ciclo local, de modo que el dinero valga más cuando los ingresos sean menores[…]. Y su gestión –que podría permanecer dentro de la órbita pública, por ejemplo a cargo de los expertos en administración de reservas del Banco Central– debería ser monitoreada de manera periódica por el Congreso.

4. Revisión de la edad mínima, jubilación anticipada y eliminación de aportes para trabajadores de la tercera edad

La extensión de la cobertura previsional aquí sugerida incrementará la presión sobre la ya delicada sustentabilidad fiscal. Esta mayor presión requerirá, en línea con lo observado en otros países y con la evolución natural de la expectativa de vida, la elevación gradual de la edad jubilatoria, de modo de no condenar al sistema a la quiebra y al incumplimiento.

Cada año adicionado a la edad jubilatoria […] posterga el retiro de unas 300 mil personas […]; cifra que ascendería a 1,3 millones si el incremento fuera de cinco años […]. En términos fiscales, un año de incremento implicaría a precios de hoy, un ahorro fiscal de $4,2 mil millones, cifra que podría ascender a $18,4 mil millones de subirse la edad de jubilación a 65 años para las mujeres y 70 para los hombres.

La contrapartida natural del incremento de la edad jubilatoria es una prolongación de la vida activa. Si bien esto implica una mayor fuerza laboral y una mayor producción, cabe esperar que el mercado laboral absorba la mayor oferta de trabajo sólo parcialmente, incrementado el desempleo en otros rangos etáreos.

Para compensar el efecto negativo sobre este grupo de trabajadores, y suavizar el impacto sobre aquellos que han adquirido derechos como resultado de los aportes y contribuciones ya realizados durante su vida activa, puede pensarse en un programa que combine:

(i) subsidios a la contratación de personas mayores, por ejemplo, mediante la exención del pago de aportes y contribuciones patronales para los hombres mayores a 65 y mujeres mayores a 60 […];

(ii) jubilación anticipada, a partir de la cual los trabajadores preserven la opción de retirarse a la edad mínima hoy vigente, con una instrumentación similar al actual seguro de desempleo para quienes están desempleados, tienen 30 años de aportes y hasta cinco años menos de la edad jubilatoria. […].

De esta manera, a partir de la combinación de los tres componentes (suba de la edad de retiro, exención impositiva y jubilación anticipada) la reforma previsional podría cumplir con el triple objetivo de generar un ahorro fiscal, incentivar la oferta laboral al subsidiar el trabajo y no el retiro, y suavizar el impacto sobre aquellas personas que tengan derechos adquiridos por sus años de aportes.

¿Qué opinan?


viernes, julio 16, 2010

La clausula de escape del 82%

Lo dice ELY acá y yo me sumo. Voto no positivo para el proyecto que avanza sobre la reforma del sistema previsional.

Valga la aclaración. La movida política es, para ponerle una etiqueta pomposa, deliciosa. Ver al gobierno que, bien corrido por izquierda, debe apelar a la sensatez económica y a la viabilidad fiscal intertemporal de la medida, me genera un perverso escalofrío de placer.

Sin embargo, creo que el proyecto tiene tres problemas serios. Vamos por partes.

El primero es también político. El debate tal como está planteado instala y convalida el sesgo expansionista del gasto público que el gobierno ha practicado en el último trienio y que difícilmente logre desarmarse sea quien sea quien gobierno en 2012, Esto se da en el marco de una situación fiscal que ha perdido ya la holgura que tenias hace algunos años. No es este un problema, aclaro, asociado a las políticas de subas del gasto sino a la de hacerlo en forma irresponsable, esto es, de manera descordinada con el resto de las variables macroeconómicas (por ejemplo, ignorando el momento del ciclo económico o la calidad de las fuentes de financiamiento).

Sobre el segundo problema ha corrido y correrá mucha tinta. La reforma generaría serios problemas de sostenibilidad fiscal a partir del desequilibrio de flujos de ingresos y egresos previsionales. El problema no es nuevo ni argentino: la población que hoy se jubila nació durante los primeros gobiernos peronistas, en una época con una tasa de natalidad muy superior al actual, lo cual genera un desbalance en la relación entre jóvenes activos y ancianos pasivos. Si entre 1914 y 1947 la población crecía a una tasa interanual de 2.1% y entre ese año y 1960 a 1.8%, hoy lo hace a no más de 1.1%.

Sin embargo, creo que hay una tercera crítica, que explica mejor que yo ELY acá, que creo que hasta ahora no ha sido tenida en cuenta.

Como el lector sin duda ya sabe, la propuesta de movilidad de las jubilaciones está estructurada en dos partes. La primera de ellas es una vinculación automática de la jubilación mínima al salario mínimo vital y móvil en tanto la segunda actualiza todas las jubilaciones a partir del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) que diariamente publica el INDEC.

De esta manera, se incorpora al gasto público una práctica de actualización automática (esto es, una que sacrifica discrecionalidad en beneficio de una regla) que tiene una particular asimetría: En tanto el Salario mínimo vital y móvil es una herramienta de política económica, el CVS no lo es (excluyendo, obviamente, la posibilidad de que el gobierno manipule el CVS).

Entonces, imaginen un escenario futuro donde el gobierno, acogotado por restricciones presupuestarias deba frenar el crecimiento de la masa previsional, que de aprobarse la reforma pasará en un futuro no muy lejano a llevarse algo así como la mitad del presupuesto nacional. En el marco legal propuesto por la reforma, el gobierno tendría sólo una forma de hacerlo: pisar salario mínimo y, a partir de allí, la jubilación mínima, situación que actuaría en el sentido inverso al achatamiento de la pirámide que se ha visto en los últimos años y que tendría un impacto regresivo evidente.

Entonces la pregunta es ¿Realmente queremos arrinconar el accionar de este y los futuros gobierno, sea quien sea que esté a la cabeza, dejándole solamente una clausula de escape regresiva?

Como mínimo, me parece un apuesta arriesgada.

Si, en cambio, lo que se busca es una movida política que se anticipe a la esperada suba electoral del gasto en 2011 ¿Por qué no inducir una reestructuración del gasto público en la Ley de Presupuesto que ya comienza a debatirse?

Atte

Luciano

miércoles, junio 30, 2010

Algo huele mal en dinamarca

Ya no sorprenden los intentos del kirchnerismo de ganarse el voto con populismo de manual. La combinacion del 82% movil con una cobertura casi universal en el sistema de jubilaciones y pensiones es, no sólo una quimera, sino una irresponsabilidad en un contexto en el cual la salud de las cuentas públicas, tras un veranito de casi un lustro, vuelven a estar endebles. Incluso, la propuesta de financiacion de una reforma de estas caracteriticas con los recursos del Fondo de Garantia de sustentabilidad en la ANSES no es sino otro intento de recurrir al consumo de stock para financiar gasto corriente a costa de la acumulación de desequilibrios para los próximos años. Escenas de Kircherismo explicito repartiendo espejitos de colores....

....¿Cómo que es una propuesta de la oposición? ehhh ¿Esa que pide sensatez en la política macroeconómica y se queja de la inflación?....

Ufff, lo del título.

Pd. Ampliaremos

lunes, mayo 31, 2010

Sistema previsional ¿Mito urbano kirchnerista?

Uno de los grandes mitos urbanos de la corta década kirchnerista es que el proyecto político incluye un cambio radical en su tratamiento a jubilados y pensionados respecto a la década previa, marcada por el desinterés y abandono por la clase pasiva.

¿Cuánto de cierto tiene este mito?

Permítanme ponerlo a prueba con un poco de data duro. Verá que, como todo mito, este tiene una porción cierta y algunos bemoles. Hagamos un punteo de sus principales características y saque el lector, ponderando según sus preferencias individuales, sus conclusiones generales.

1) El kirchnerismo, a través de la moratoria de fines de 2006, aumentó notoriamente la cobertura del sistema previsional para ubicarla muy cerca de sus máximos teóricos y revirtiendo el fuerte deterioro observado desde 1991. Si pensamos que hoy debe haber unas 3.4 millones de mujeres mayores de 60 años y alrededor de 1.7 millones de hombres por arriba de los 65, los 5.1 millones de jubilados y pensionados (a lo que debe restarselé unos 250 mil jubilados menores de 60/65 años) representan una tasa de cobertura del 97%, muy por arriba de las mejores expectativas que uno podría tener.

Al incrementar como se hizo la tasa de cobertura, se universalizó el derecho a un ingreso durante la vejez, con independencia de la suerte que uno haya tenido en vida activa (click para agrandar).

2) Asimismo, durante el gobierno de Néstor Kirchner se observa una sensible mejora en la jubilación mínima que duplica el poder su poder de compra desde cerca de $ 200 a $ 400 (en pesos de 2003). Durante el gobierno de Cristina, en cambio, la jubilación mínima desciende como resultado del la erosión inflacionaria hasta ubicarse, en promedio, un 10% por debajo que la que ella recibiera al asumir.

3) Sin embargo, la dinámica de la jubilación mínima es solo una parte del comportamiento de la pirámide previsional. Como puede verse en los siguientes gráficos, en 2002 tan solo el 10% de los jubilados cobraba la jubilación mínima en tanto algo más del 50% cobraba, como mínimo, dos veces este valor. Las sucesivas subas de la mínima sin ajustes equivalentes en las otras porciones de la pirámide llevó a un fenomenal achatamiento en el que casi el 75% de los retirados es perceptor de la mínima (60% si no consideramos quienes entraron por la moratoria de 2006). En el extremo opuesto, hoy tan solo el 15% cobra al menos dos veces la mínima.

(La curva azul representa la evolución teórica sin considerar los 1.8 millones de nuevos jubilados por la moratoria de 2006)

Lo que se observa es una muy fuerte redistribución al interior del sector pasivo, en el cual un porcentaje ha mejorado notablemente su situación mientras otro grupo se encuentra todavía hoy por debajo de la situación que tenía en 2001. El achatamiento de la pirámide previsional mejora la función redistributiva del sistema, a costa de un alto porcentaje de jubilados que tienen una situación inferior a la de una década atrás. Redistribuir siempre implica que alguien gana y alguien pierde.

Ahora bien ¿Cuál fue el resultado neto de esa redistribución interna?

4) En el siguiente gráfico (izquierda) verán como la jubilación promedio es hoy un 15% inferior a la de 2001 (cuando Cavallo recortó el 13%) en tanto la jubilación promedio si no consideramos a los jubilados que ingresaron con la moratoria (que entraron cobrando la mínima) está un 6% por debajo de la de fines de la convertibilidad. Recuerden que, en el ínterin, la recaudación en concepto de prestaciones de la seguridad social creció un 50% en términos reales, como resultado de las mejoras en la masa laboral registrada y el incremento del porcentaje de aportes sobre la masa salarial.


5) El resultado de esta asimetría entre crecimiento de la jubilación promedio y recaudación es un saldo previsional positivo del orden de los $ 10 mil millones desde 2005, que anualmente son transferidos a rentas generales. Estos $ 10 mil millones de superávit previsional que el sistema transfiere no es muy distinto a lo que antes se acumulaba en las cuentas de capitalización. Esto es, al destruir la capitalización el gobierno convirtió un flujo de recursos que antes se ahorraba en gasto corriente. Para ponerle un orden de magnitud a estas cifras, el superávit transferido al tesoro en 2009 ($ 14 mil millones) permitiría otorgar un aumento de $ 210 a los cinco millones de jubilados. Esto es, incrementar la jubilación promedio de 2009 en 47%.

Lo que antes se ahorraba, hoy es administrado por un gobierno con una propensión a consumir superior a uno, con los impactos macroeconómicos que ya hemos mencionado lo suficiente como para que valga la pena repetirlo acá. Entonces ¿Qué es lo que debería hacerse con este saldo excedente? Cuatro son las opciones que se me ocurren: (1) Aumentar las jubilaciones hasta agotar los recursos excedentes (2) reducir las contribuciones sociales aumentando el ingreso de los trabajadores y/o reduciendo el costo salarial (3) crear un fondo de ahorro previsional al cual se dirijan los flujos de fondos excedentes (y del cual se extraigan en caso de ser necesario) o (4) devolver a la masa coparticipable los recursos que hoy se transfieren al sistema previsional. Si plesbicitaran, yo voto por la tres.

¿Sobrevive el mito?

Mi conclusión personal (que toma como referencia al sistema previsional ideal) tiene como resultado una valoración neutral, un empate, al combinarse una de las mejores medidas de la era K (la moratoria previsional) con una de las peores (la destrucción del sistema mixto en septiembre de 2008). Hoy tenemos un sistema que cumple mucho mejor que en el pasado su rol de redistribución del ingreso hacia la clase pasiva, pero falla en el cumplimiento del segundo objetivo de cualquier sistema previsional, a saber: inducir (o forzar) un alza el ahorro de la población, especialmente importante en una economía con baja tasa de ahorro como la nuestra

Hasta aquí mi aporte, ustedes ¿Cómo ponderan los cinco puntos?

lunes, marzo 01, 2010

El impacto de la política social Kirchnerista


No le creo a las recientemente publicadas bases de la EPH. Ni un poco. Intuyo la manipulación, la huelo, la siento, pero no puedo demostrarla. Pululan indicios de alteraciones en casi cualquier cruce que se haga, como las inexplicables evoluciones del salario de los no registrados o de las tasas de actividad y empleo. Sin embargo, hagamos abstracción y juguemos a que les creemos* y a que las estimaciones que obtenemos a partir de la EPH valen. 

¿Cuál ha sido el impacto sobre la pobreza de las políticas sociales del gobierno?

El primer paso es estimar la pobreza actual. El insumo crítico para esta estimación es la Canasta Básica Total que determina a partir de que punto una familia es considerada pobre. No encontrando cálculos recientes de Artemio (la ultima que encontré fue de 2008) arriesgo mi propia estimación, que surge de combinar inflaciones provinciales, las estimaciones de Buenos Aires City y de inflaciónverdadera.com.  Los resultados se presentan en el siguiente gráfico.


Como puede observarse en el siguiente gráfico, para esa canasta básica la pobreza en el segundo trimestre de 2009 habría sido de 25,3%, casi el doble del 13% estimado por el INDEC (3.2 millones de personas). 


Extañamente, se produce, desde el segundo trimestre de 2008 y durante el año de la crisis internacional, una caída de la pobreza de casi 4% a la cual no le creo ni un poco. Sin embargo, y como todos son inocentes  hasta que se demuestre lo contrario, voy a dar esta caida por cierta y continuar, aunque asumiendo el compromiso de seguir quemando valiosas horas de ocio hasta encontrar y medir el tongo. (Algo encontré alrededor de las tasas de empleo e inactividad, pero sin evidencia concluyente, callo)  

Noten que no es para nada neutral la Canasta Básica utilizada. Si en vez de utilizar la que mostrara más arriba usara otra un 10% más baja, 950.000 personas sobre un total de 24.5 millones de habitantes (urbanos) dejarían de ser pobres (3,9%) y 750.000 personas pasarían a serlo si hubiese subestimado la canasta en 10%. 

No es el eje de este post, sin embargo, medir cuanto es la pobreza sino, en cambio, medir cuanto varió la pobreza, así que,  volviendo a lo nuestro ¿Cuál fue el impacto las políticas sociales de la gestión K?

Me centraré en las dos más importantes. La moratoria previsional de fines de 2006 (que aplaudiría hasta que me duelan las manos si no la hubieses podrido 20 meses más tarde con la estatización de las AFJP) y el ingreso universal a la niñez de fines de 2009 (que aplaudo sin peros).

Moratoria Previsional

Para medir el impacto de la moratoria previsional realicé una microsimulación de Montecarlo sobre las EPH. Según se ve en los propios datos, entre el IV trimestre de 2006 y el II de 2009 el número de jubilados crece un 39% (700.000 personas) como resultado de la moratoria que amplió sensiblemente la cobertura del sistema previsional. 75% de ese incremento, aproximadamente, se explica por mujeres mayores de 60 años que cambian su condición de inactividad desde amas de casa a flamantes jubiladas. El 25% restante son trabajadores mayores que dejan de estar activos y se retiran.

El ejercicio para medir el impacto de la moratoria es simple. (1) De manera aleatoria, en cada periodo quito a un número de mujeres jubiladas mayores de 60 años su ingreso por jubilación y las regreso a su condición de amas de casa. El ejercicio se realiza de manera tal que el porcentaje agregado de mujeres jubiladas vuelva a ser el previo a la moratoria previsional (61%). (2) Hecho esto, calculo el nuevo ingreso del hogar y reestimo la tasa de pobreza (3) repito (1) y (2) 100 veces y tomo el promedio de las tasa de pobreza obtenidas. La diferencia entre ese valor y la pobreza original representa el impacto de la moratoria previsional.

Ingreso universal a la niñez

Para medir el impacto de la Asignación Universal simplemente incremente el ingreso en $180 por menor (hasta un máximo de 5 menores) para aquellos hogares que tuvieran un/a jefe de hogar:

1) Desocupado/a
2) Ocupado/a en negro con ingreso laboral menor a $ 1800 (use un valor mayor al que rige en el plan para incluir a aquellas personas que entran igual aunque no cumplan el criterio)
3) Ocupado/a cuentapropista con ingreso laboral menor a $ 1400
4) Ocupado/a en servicio doméstico

Esto me da un total de un millón de personas viviendo en un hogar donde se recibe una asignación (en una cantidad de hogares que no puedo medir porque las nuevas EPH no traen el ponderador de hogares). De este millón de personas, el 60% pertenece a un hogar pobre (el 40% restante posiblemente se encuentre sólo ligeramente por encima de la linea de pobreza). Asi medido, el monto total repartido en concepto de asignacion universal ascendería a $ 4.8 mil millones de pesos anuales.

(Tener en cuenta que esto corresponde tan sólo a la proporción de población urbana, y no considera a los 16 millones de habitantes rurales)

Resultados

Los resultados de ambas estimaciones pueden verse en el siguiente gráfico: (corrí el ingreso universal desde fines de 2008 para que el efecto pueda verse)

Combinadas, ambas políticas indujeron una caída directa de 3.5% en la tasa de pobreza, 1,2% atribuible a la moratoria previsional y el 2.2% restante al ingreso universal. 860.000 personas sobre un total de 6.5 millones de pobres urbanos** (13%) cruzaron la línea de pobreza como resultado de una transferencia directa del Estado

Nada mal, ¿No?

No tenemos todavía estimaciones del impacto en términos de la distribución del ingreso, que prometemos vendrán en breve. La estimación realizada no cambia sensiblemente si utilizamos una Canasta Básica distinta. Para estimaciones con precios 10% por arriba o por abajo del utilizado las diferencias eran despreciables.

Ojalá el Kirchnerismo fuera sólo esto, ¡Con qué alegría lo votaría a Nestor en 2011!

Atte

Ele

*La corrección de la aparente sobreestimación del ingreso de los no registrados, no incluida en las estimaciones de más arriba representa entre 0.5% y 1.5% de pobreza.

**Las estimaciones se realizan sobre un total de 24.5 millones de personas cubiertas en el universo de la EPH.

martes, julio 28, 2009

El Sistema Previsional Ideal

Zlotogwiazda se interesa por una propuesta para pasar del actual sistema de reparto a un seguro social universal no vinculado a la situación laboral, con cobertura básica previsional y de salud a financiarse con rentas generales. ¡Desde aquí, mi entusiasta voto no negativo!

Voy por partes

Cualquier sistema previsional apunta a resolver dos objetivos

El primero es redistributivo, Robin Hood. Sacarle al fuerte para darle al debil. Su defensa escapa al ámbito económico y entran ético-moral. La tercera edad, por la debilidad relativa que su edad implica, merece ser “protegida” por la población activa (donde “protegida” significa "garantía de un nivel de vida digno”).

El segundo objetivo es fomentar el ahorro de la población y se basa la idea de que sufrimos de inconsistencia temporal. Las personas somos propensos a equivocarnos en las decisiones que afectan nuestro futuro, situación que comprendemos recién cuando “nuestro futuro” ya llegó. El ejemplo de manual es el de la cuota del gimnasio. Al pagar contratamos el pase libre por un mes y al mes notamos que fuimos sólo la primer semana y que nos hubiera convenido pagar cada vez que fuimos.

Aplicado al caso que nos compete, tendemos a [ahorrar menos/consumir más] de lo que [ahorraríamos/consumiríamos] si fuera consciente de que, cuando seamos viejos, vamos a valorar más nuestro consumo de lo que hoy creemos. Parece un trabalenguas pero la intuición no es difícil: Al Elemaco joven le importa menos el consumo del Elemaco viejo que lo que al Elemaco viejo le va a importar su propio consumo.

Existe sistema previsional ideal para la resolver cada objetivo: el sistema de reparto ataca el objetivo redistributivo y el de capitalización busca fomentar el ahorro. En el primero recibo hoy recursos de la población activa y lo utilizo para pagar hoy a los jubilados. Redistribuir sin generar un ahorro forzoso a los aportantes. El segundo, en cambio, no busca redistribuir en tanto el dinero pertenece a quien lo depositó, pero si elevar el ahorro de largo plazo de la población.

Aclarado esto, las premisas del diseño de sistema previsional que considero ideal serian:

(1) Ambos objetivos son deseables, necesarios y no excluyentes. Proteger a la tercera edad es un objetivo en sí mismo, fomentar el ahorro en la sociedad también, más cuando la propia redistribución puede disminuir el ahorro agregado (le sacas al joven que ahorra algo para darle a un mayor que gasta todo).

Para cada objetivo, una política “óptima” asociada. (Así, por ejemplo, el afirmar que el dinero previsional expropiado no debe ni puede gastarse va en contra de la misma lógica de un Sistema de Reparto ¿Ahorrar para qué? A los viejos de 2030 los mantendrán los jóvenes de 2030).

(2) El sistema debe ser lo suficientemente flexible como para que un cambio en la ponderación de los objetivos no implique un quiebre institucional como los de 1994 o 2008.

Así, por ejemplo, el sistema actual deja poco espacio al segundo objetivo y el sistema mixto de 1994 a 2008 limitaba la ponderación de ambos objetivos a “el empleador financia la prestación básica (reparto), el empleado acumula en su cuenta (capit.)”.

(3) El derecho a ser protegido por la población activa cuando viejo no puede depender de la suerte que haya tenido en mi vida, en particular el haber tenido un trabajo asalariado registrado. El mercado laboral cambió. No podemos jugar al “what if…” y diseñar nuestro sistema como si las instituciones laborales fueran las de la década del 60.

Dicho esto, el régimen previsional ideal (la letra fina en los comments. No me corran con eso. ESC es un blog y no un Centro de Estudios Previsionales. ¿Si?).

(a) Todo Argentino en la edad jubilatoria (a definir) tiene el derecho una Jubilación Básica Universal (JBU) fija e igual para todos. Cobran lo mismo un indigente y De Narvaez. Tanto la adquisición de este derecho como su monto asociado son independientes de la historia laboral del individuo.

Nota: Con (a) desaparecen reglas que perforan el sentido redistribuidor del sistema de reparto como el “82% móvil”. ¿Por qué si mi objetivo es redistribuir asociaría la jubilación de hoy con su historia, disociándolo de la situación de los activos de hoy?

(b) La JBU es financiada con rentas generales y no con un impuesto especifico al salario registrado como hoy. Para acotar algo la discrecionalidad en la determinación del monto de la jubilación (en cualquiera de los dos sentido) puede asociarse directamente o a través de alguna regla anticiclica a algún impuesto de base más general que las contribuciones sociales, como ser el Impuesto a las Ganancias (preferentemente) o IVA (2nd Best).

(c) El punto (b) implica la eliminación de las contribuciones sociales destinadas a la jubilación, tanto las patronales como las que paga el empleado. Sobre el consiguiente aumento de los ingresos de bolsillo debe caer todo el peso de un sistema tributario que grave los ingresos personales, vengan estos del trabajo, de la renta financiera o de dividendos de empresas. El cambio del II.GG. debería contemplar algo como lo propuesto por Rollo acá, tomando el II.GG. de las firmas a cuenta de los ingresos de los accionistas (que deben ser gravados).

El monto asignado al pago del JBU refleja, en todo momento, el objetivo redistribuidor y la solidaridad intergeneracional del sistema previsional.

(d) Sobre este “reloaded” II.GG. se crea un fondo de capitalización individual. Un porcentaje de lo abonado en concepto de II.GG. (a definir) se destina al fondo personal con un piso (no puedo forzar a ahorrar a un tipo que no tiene para comer) y un techo (¿Cuánto puedo subir la tasa de ahorro de un tipo que gana $ 200.000 en dividendos?).

El aportante tiene derechos de propiedad (habrá que diseñar algo a prueba de Zaninis) y alguna discrecionalidad sobre su destino. Sólo a partir de la edad jubilatoria puede la persona recuperar su dinero, sea todo junto o en forma de cuotas periódicas. Se crea así, como residuo de una herramienta que busca fomentar el ahorro agregado, un diferencial respecto a la JBU asociado a la historia pasada.

El esquema planteado permite al Policy Maker alguna flexibilidad en la proporción de los fondos destinados a la JBU y al fondo de capitalización sin necesidad de quiebre institucional.

(e) Queda definir el esquema institucional de administración de esos fondos. Yo prefiero administración privada bien regulada y con los incentivos adecuados compitiendo con una administradora estatal a fondos cayendo en el saco roto de la ANSES. Es negociable.

El siguiente esquema resume lo escrito.

¿Qué le parece?

Se me hizo largo. La seguimos en los comments

Saludos

martes, diciembre 16, 2008

Jubilados ¿Los más favorecidos?

No sin antes festejar el pago de $200 a los abuelos, en la primera medida en mucho tiempo que no parece salida de una trasnochada fumando yerba mate, permitanme disentir parcialmente, con más ganas que tiempo, con lo que desde Datos Duros comentaba Sirivavasa (y aquí corregía Olivera).

La jubilación mínima subió casi un 75% en términos reales, lo cual analizado de manera independiente es una gran noticia, pero se dio acompañado de un fuerte proceso de achatamiento de la “pirámide previsional”. Hoy una abrumadora mayoría de los jubilados cobra la jubilación mínima.

El aumento de la jubilación mínima, no acompañado por aumentos en los otros tramos de ingresos llevó a cientos de miles de jubilados a sumarse al pelotón de cobradores de mínima. O sea, si ganabas $150 en 2001 hoy ganás más pero si ganabas $300, hoy ganás lo mismo y si ganabas $500 hoy ganás menos.

Como se ve en el gráfico siguiente, el colapso de la convertibilidad redujo las jubilación media, en términos reales, casi un 35%, desde donde, sin prisa y sin pausa, viene ascendiendo lentamente desde entonces. Sin embargo, hacia fines de 2006, el haber medio por una jubilación o pensión era un 10% inferior a la de 2001.


Antes de la oportunisima moratoria previsional, que aumentó en un 35% el número de beneficiarios, incluida mi abuela y sus amigas y las amigas de sus amigas que no se la merecen, se observaba una tendencia de caída de cobertura que comienza en 1997 pero termina recién cuatro años más tarde de la asunción de Nestor Kirchner en Mayo de 2003. No por nada cualquier observador que haya dedicado más de 6 minutos a pensar la realidad argentina sabe que el superávit fiscal del periodo de bonanza K se basó en tres pilares: retenciones, menores pagos de intereses por el default y salarios y jubilaciones pisados.

¿Cómo medir el esfuerzo fiscal o la orientación de la política? Un primer esbozo, una punta del hilo, puede ser el siguiente gráfico, que compara la masa de recursos destinadas al pago de jubilaciones y pensiones (beneficiarios multiplicado por el haber medio) con los recursos recaudados por la ANSES. Lecturas del gráfico pueden hacerse cientas, pero la más oportuna para este post es mostrar la brecha que se abre desde que asume Nestor hasta el comienzo de la carrera presidencial que llevaría a Cristina al sillón de Rivadavia.

La recaudación a comienzos de 2007, antes de que el gobierno reconociera que es bueno que la gente pueda elegir su sistema previsional, empujada por el aumento de la nomina salarial, era un 20% superior a la de 2001, y la cantidad de dinero destinada al pago de jubilaciones y pensiones todavía un 30% menor a la de entonces. ¿Capische?



Sin duda el camino recorrido de 2007 a esta parte muestra otro escenario y da espacio para ilusionarse un poco, aunque me gustaría ver las cifras actualizadas para este año, luego del pasaje de 7% a 11% de los descuentos jubilatorios que, lamentablemente, no están aún en la página de la ANSES

Y ahora si, con un poco más de carne en el asador, ustedes que opinan ¿han sido los jubilados los más favorecidos?


Addenda: Si se quedó con ganas de más, peguele una mirada a este post de hace un año

Atte

Ele

Pd: Archivo soporte acá. Todos los datos salen de ANSES. 2007 está deflactado con un índice de inflación de varios provincias y no con el IPC.

viernes, junio 22, 2007

Estafador estafado!

(A vos te digo, léelo enterito, que al final esta la posta)

Permítanme, llegando al viernes de esta semana cortita, divagar un poco sobre esos temas que quedaron picando hace unos días (la previsión social, para los recién llegados). Sisi, ya se! El viernes se habla de minas o de boludeces! Y mas aun en el primer viernes de invierno. Sabrán disculparme! Es que esa necesidad imperante de debatir por cualquier cosa en los momentos oportunos me supera, como esa vez que me colgué hablando con el del 4-A, doblados de risa, sobre la extraña similitud entre la canción del payaso que estornuda y el feliz cumpleaños, mientras la señora del 1-B trataba de explicarnos, en plena reunión de consorcio y a llanto tendido, porque teníamos que pagarle el arreglo del piso de su departamento, aun si nos representara un aumento del 40% en las expensas!

En fin, empiezo entonces:

El sistema previsional de reparto (o pay-as-you-go, como le dicen en ingles) tiene implícito un contrato intergeneracional, contrato no solo entre los aportantes y los viejos, al aceptar los primeros pagar con sus impuestos y contribuciones las jubilaciones de los segundos, sino entre aquellos y su prole, conjunto heterogéneo de adolescentes en plena crisis hormonal, infantes inimputables e incluso no-natos.

Y los argentinos, en 1994, decidimos romper ese contrato. Una generación de ancianos y gerontes (Ayj, sepa que no hablo de usted! no lo tome personal), jubilados y jubilables que habían realizado aportes durante años, descubren de pronto que sus hijos y nietos decidieron largarlos a su suerte. Los resultados, al día de hoy, trate de resumirlos acá y dejo al buen criterio del lector coincidir o no con la "no conclusión" de aquel post.

Pero en realidad, y te pido a partir de este punto un poco de imaginación pues te inmiscuire en el oscuro mundo del economista rectangular ¿Se rompió el contrato intergeneracional? Let's see:

La idea principal de permitir que la gente ahorre en una cuenta personal es que el retorno financiero que se genera sobre los aportes es mayor al retorno implícito en un sistema de reparto, permitiendo de esta manera, en un futuro, el cobro de mayores jubilaciones (amen de quitarle al estado un peso de encima!).

¿Pero de donde salen esos retornos?

Los de las AFJP son simples. Pongo plata, cobran una comisión, invierten el resto en la bolsa, y cuando me jubilo me lo devuelven con intereses.

¿Y la del sistema de reparto? Esta es un poco mas complicada. Permítanme hacer un ejemplo: Imagine que hoy hay 100 trabajadores que pagan un 10% de su ingreso de $1000 en impuestos, que se usan para pagarle jubilación a 50 viejos. Caja jubilado cobra $1000*10%*100 trabajadores / 50 jubilados = $200 pagando cada trabajador $100.

El sistema de reparto para funcionar necesita que: a) la población joven crezca, o al menos no decrezca, con respecto a la vieja y b) la economía crezca.

¿Porque? Porque mañana, cuando los 100 trabajadores lleguemos a viejos, cobraremos una jubilación que se formara, por ejemplo, de la siguiente manera: $1500 (mayor a $1000, porque la economía creció un 50% en el ínterin) * 10% (suponiendo que la presión impositiva no se mueve) * 200 trabajadores (suponiendo que se duplico la población joven) / 100 jubilados (los que antes éramos trabajadores) = $300

Entonces, yo pague $100 como trabajador y cobre $300 como jubilados. Tasa implícita de retorno del sistema de reparto = 200%

¿Capische?

Entonces, si las AFJP consiguen un retorno mayor a 200%, conviene el cambio, sino, seguimos en reparto.

¿Pero que paso?

El día que la juventud decidió dejar de pagarle al estado para juntar la platita en una caja, genero un hueco inmenso (de entre 3 o 4 puntos del PBI) en los ingresos fiscales, sin una contrapartida en una disminución de gastos, porque a los viejos y hasta que se mueran ellos y sus pensionados, hay que pagarles (perdonen la aparente insensibilidad, que no es tal). Ese bache fiscal se lleno, obviamente, con deuda publica, porque no podía emitirse y ya no quedaban activos para vender. De esta manera, Las AFJP usaron los fondos acumulados por los jóvenes para comprar bonos del gobierno y financiar las jubilaciones de los viejos a los que habían traicionado, ¿capische?

Pero eso no es grave, porque los intereses y el capital de la deuda nueva deuda emitida para pagar las jubilaciones las pagaran esos jóvenes cuando sean viejos, y sus hijos, y sus nietos, por lo que en realidad la principal traición al cambiarse del sistema no fue tal (el dejar de financiar a los viejos hoy) , aunque en un analisis superficial parezca que si.

Lo verdaderamente grave, la verdadera "traicion", es que la deuda que compraban las AFJP en nombre de los jóvenes PEDIA UNOS INTERESES ALTISIMOS!!!! y que quiere decir esto, los jóvenes no solo se pasaron a un sistema con retornos mucho mayores que los de sus padres jubilados, sino que esa rentabilidad extra, el retorno sobre sus activos financieros, la pagaba TODA la sociedad con sus impuestos via los intereses que pagaba el estado, incluidos jubilados y quienes quedaban en el sistema de reparto y ahí estuvo la verdadera traición.

Entonces, no solo el estado debe (o debió) empapelar a las AFJP con bonos mientras dure la transición de sistemas, sino que debe hacerlo a una tasa lo suficientemente baja como para que no haya transferencia de retornos entre sistemas.
Que quiero decir. El gobierno pago bonos con 20% de interes...deberia haber pagado 5% y ma fangulo!

Así que, ¿saben que? El estado NO LOS ESTAFO cuando sufrieron una quita en sus fondos acumulados, porque les venían regalando plata durante años!!!

Me chive!! así que corto acá!

En el próximo episodio: las comisiones de las AFJP ¿son muy altas? ¿Están bien? ¿Son altas pero no tanto como se piensa?

martes, junio 19, 2007

¿Que onda las jubilaciones?

Me metí la semana pasada, con este post, en un terreno medio escabroso. Mi objetivo era, y sigue siendo, tratar de explicar(me) los "porqueses" de la inédita bonanza fiscal actual, Buscando diluir un poco la paternidad K y mirando una película un poco mas larga, aun a costa de sonar "noventoso".

En el medio me metí con la reforma previsional y recibí un certero sacudon de Ayj (ahora Ayjblog!!), cincuentón (que por alguna razón que desconozco insiste en hacerse llamar geronte) que se sintió tocado cuando me escucho hablar de los 90 sin putear!

Cuando la cabeza dejo de darme vueltas por el porrazo, escuche a mi Elemaquito interior que me decía "Bueno, Macho. Hablaste al pedo, ahora labura y justifica lo que dijiste", Ejercicio que comencé el mismo viernes y prolongue durante el fin de semana.

Adelanto la conclusión que logre sacar de estrujar los datos que presentare a continuación: Ninguna . Solicitote, entonces, buen lector, me ayudes a lograr sacar algo en limpio de esta batahola.

La pregunta que pretendía contestar, la que motivo toda mi búsqueda fue, como muestra el otiginalisimo titulo del Post: ¿que onda las jubilaciones?

Fuentes de toda la zaraza posterior:
a) Esta compilación estadística de la ANSES
b) Esta idem del Ministerio de Trabajo, que lamentablemente no se hace mas (o no la suben a Internet).

Empiezo por el principio.

Cantidad de Jubilados y Pensionados (JyP) en el sistema y Haber medio medido en pesos de Diciembre de 2006. En el segundo grafico, en bordeaioux, los abuelos "jubilables" (hombres > 65 y Mujeres > 60), estimado por su servidor en base a datos del Indec, y la tasa de cobertura del sistema en azul, sobreestimada porque supone que todos los JyP son abuelos!




Ya con estos gráficos encuentro un par de cosas que me sorprendieron.

a) Bonanza durante el gobierno peronista, con un haber medio altísimo e irrepetible y una tasa de cobertura baja pero creciente, que terminaría en 1975 con el Rodrigazo, la mini-hiper y la crisis fiscal (que, agarrense, llevo al déficit fiscal a cerca del 15% del PBI ).

b) Esta me mato: Durante la Dictadura se recupera, sin prisa y sin pausa, el terreno perdido con el rodrigazo (y la congelación de salarios y jubilaciones de los 3 primeros meses del golpe). La tasa de cobertura crece de una manera asombrosa, pasando de 65% a aprox 83%.

c) Desde Viola en el 81, con la debacle fiscal, financiera, la inminente crisis de la deuda, y la década perdida, arranca el declive secular (ponerle "secular" reafirma cualquier argumento, ¿no?). La cobertura se estanca (aunque felizmente en un nivel alto) pero se pauperiza el ingreso que va desde unos 750/850 a 350+/-

d) Durante el Menemato y hasta hace muy poquito, y marcadamente desde la reforma previsional cae la tasa de cobertura, desde un pico del 85% de los Jubilables hasta un Valle de 65% en 2005. El proceso se da mas por la combinación del crecimiento vegetativo, que incorpora aprox 1 millón de jubilables y una destrucción absoluta de +/- 300 JyP.

e) Hacia el final, noviembre y diciembre mas puntualmente, se ve el repunte que significo la reforma del pasado año. Se incorporan 700 mil JyP en dos meses. o sea, aumenta la masa de JyP en mas del 20%. la cobertura salta (y no se ve en el grafico de abajo), a casi 80%.

Hacia mediados de los 70 el sistema cumple unos 30 años y comienzan las jubilaciones en masa. El sistema deja de ser una fuente de plata fresca para el gobierno y se transforma en un buraco. Ya desde el 3er gobierno peronista, comienza el financiamiento del sistema con otras fuentes mas allá de las contribuciones de los trabajadores activos.



El sistema sufre vaivenes en sus fuentes de financiamiento con una tendencia constante. Cada vez se financia menos con contribuciones tipo "pay as you go" y mas con recursos tributarios comunes, el sistema previsional se vuelve cada vez mas oneroso en términos fiscales u particularmente durante los 80 contribuye a la desaparición de la política fiscal como herramienta de política económica.

Con la convertibilidad, la caída de la inflación elimina el efecto "Olivera-Tanzi", que licuaba la recaudación en el pasado, aumentando sensiblemente los ingresos.

La reforma previsional hecha por tierra todo lo logrado en termino de equilibrio del sistema. La reforma tributaria de los 90 que aumenta exitosamente la presión tributaria sobre la economía, se complemente con asignaciones especificas Ad-Hoc de distintos impuestos para financiar la seguridad social. (ver siguiente grafico que extraje del "libro blanco de la previsión Social" de Duhalde).



Llegamos entonces a 2006. Antes de la reforma de fin de año, existe una estructura con las siguientes características:

1) Abuelit@s jubilables: 4.700.000
2) Abuelitos con JyP: 3.250.000 (promedio de todo el año)
3) Tasa de cobertura: 69%
4) Haber Medio: $600
5) Costo de 13 haberes anuales: $25.300 Millones de pesos (Calculado por moi)
6) PBI IV 2006 $347.454 Millones de pesos (a precios corrientes)
7) Costo / PBI 7.3%

Entonces me puse a divagar con estos. ¿Cuanto costaría replicar, hoy, un esquema como el peronista en términos de haber medio y cobertura?

Un fin de semana después, pude finalmente armar este grafico:



Cuanto costaría, en millones de pesos de 2006 y en términos del PBI de IV 2006 un esquema como el de cada año.

Entonces, por ejemplo, Llegar a un haber promedio de 850 con una cobertura del 83% como en 1980 costaría hoy un 4,6% del PBI, o sea, todo el superávit y un cacho mas. Todo esto ceteris paribus los jubilados que en el futuro se jubilaran con un costo mucho menor para el fisco porque cobraran una parte de las AFJP.

El grafico siguiente muestra el costo marginal en términos de PBI de distintas modificaciones en la composición de Haberes medios y Cobertura. En azulcito la composición promedio de 2006.



Entonces estimados ¿Que hacemos?

Espero con ansias sus opiniones, sean expertos en el tema o legos absolutos, a ver si me ayudan a ordenar el desorden que tengo en la capocha.

Saludos

Elemaco de Lunes con humor nulo.