martes, octubre 05, 2010

Elige tu propia pobreza

Ya no es necesario especular más. Finalmente están disponibles las bases de datos de la Encuesta Permanente de Hogares del primer y Segundo trimestre de 2010 que nos permiten medir de manera algo más precisa (y obviando los problemas que sabemos que tiene la EPH) cual fue el impacto de la Asignación Universal por Hijo (AUH) sobre los indicadores de pobreza e indigencia.

El punto crítico de esta estimación está en la definición de la Canasta Básica Alimentaria y Total utilizada para medir la pobreza. Como el objeto de este post no es medir el nivel de la pobreza sino su variación desde la implementación de la AUH, actuaremos salomónicamente para dejar a todos contentos.

En el siguiente gráfico verán mi propia estimación de la canasta básica, calculada a partir de la evolución de los índices de alimentos y bebidas de 12 departamentos de estadísticas provinciales. Esta estimación arroja, para junio de 2010, una línea de pobreza para una familia tipo de $ 2127, con una variación interanual de 29% y una suba acumulada desde diciembre de 2009 de 14%.

Como no pretendo estar calculando con esta canasta la canasta básica definitiva sino simplemente una de entre las tantas que hay dando vuelta, a continuación haré un ejercicio en el que usted, lector amigo, podrá elegir su propia aventura.

Para evitar la eventual subestimación o sobreestimación de la verdadera canasta, simplemente realicé los cálculos de pobreza e indigencia para cinco canastas básicas totales diferentes, sobre los datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares. La pobreza e indigencia fue calculada de la siguiente manera:

1) Determiné arbitrariamente la canasta básica para una familia tipo en diciembre de 2009 en $ 1500, $ 1625, $ 1740, $ 1865 (el valor que me da a mi) y $ 2000 (un valor cercano al que intuyo que usa la UCA). Si tenemos en cuenta que incluso Artemio Lopez hablaba de una canasta básica de $ 1500 en Julio de 2009 podemos considerar que el valor mínimo utilizado en diciembre no es exagerado.

2) Para completar los valores entre enero de 2007 y diciembre de 2009 simplemente cambie la escala de las variaciones mensuales de mi estimación, tomando como punto de partida la canasta oficial de enero 2007 ($ 897) hasta alcanzar $ 1500, $ 1625, $ 1740, $ 1865 y $ 2000 respectivamente

3) Para los valores entre diciembre 2009 y Junio 2010 asumí una inflación acumulada de 16%, en linea con lo que estima la consultora X. No es muy distinto del 15% que estima inflacionverdadera.com o del 17% que obtengo yo de las provincias, y es bastante más baja que el 23% del rubro alimentos y bebidas de Buenos Aires City.

¿Qué es lo que obtenemos de esta manera?


Según la canasta básica utilizada la historia que se cuenta es radicalmente distinta. Desde una caída de la 6 (2.5) puntos en la pobreza (indigencia) entre 2006 y 2010 a una suba de 4 (2) puntos.

Sin embargo, no es el objeto de este post hablar del nivel de la pobreza sino del impacto de la asignación universal, para lo cual pueden ver, en los siguientes gráficos, la evolución de la pobreza e indigencia estimada para distintas canastas desde el último trimestre de 2009 (cuando entrara en vigencia la AUH)

Elija usted la historia que elija, más o menos cerca de la que cuenta el INDEC o las estimaciones privadas, el resultado es el mismo cuando vemos 2010. En el mejor de los casos, la inflación consumió el total de la mejora social obtenida por la AUH y, en el peor, incluso generó un deterioro mayor al beneficio, tanto en pobreza como en indigencia (yo esperaba que el impacto sobre la indigencia sobreviva a la inflación, pero no fue así).

En conclusión, creo que podemos dar formalmente por terminado ese periodo de oro en el cual no era visible el impacto social negativo de la inflación. Una jornada triste, en la que incluso los manipulados indicadores oficiales muestran que la cosa se está complicando.

Atte

L (@LucianoCohan)

PD: si, si. El título original decía eliJe. Pasa en las mejores familias!

lunes, octubre 04, 2010

The BEA is not dead

La gente de la Di Tella avanza en el copamiento de la BEA.

Ayer era Levy Yeyati, hoy Foro Económico de Emilio Espino, Sebastian Galiani (que dió sus primeros pasos blogueriles por estos pagos), Andres Neumeyer y Juan Pablo Nicolini. Todos conocidos y reconocidos docentes de la Di Tella.

Bienvenidísimos!

L

PD: !Vamos UBOs! !Vamos! hace algún tiempo llegaron los de La Plata y San Andres, Hoy Di Tella. Vamos muchachi! A no aflojarle que estamos perdiendo terreno.  

lunes, septiembre 27, 2010

Lineamientos para una reforma previsional

Aquí está, este es, documento de CIPPEC de Luciana Diaz Frers, Eduardo Levy Yeyati y este servidor. Cuatro propuestas para una reforma del sistema previsional sustentable. Con poco tiempo, me limito al copypasteo de algunos extractos (algo recortados) del documento. En breve preparo una versión un poco blog-friendly.

1. Universalización de la cobertura

La universalización de la cobertura implica la desvinculación del haber previsional de los aportes propios realizados durante la edad activa. Esta reforma, en la misma línea que la Asignación Universal por Hijo, convierte el ingreso de la tercera edad en un derecho. La universalización permite hacerse cargo de los trabajadores informales o esporádicos que quedan afuera del sistema por insuficiencia de aportes, evitando la incertidumbre (tanto de ingresos como fiscal) asociada a las espasmódicas moratorias.

La introducción de una Asignación Universal de la Tercera Edad (AUTE) perfora aún más el débil carácter contributivo del sistema actual en el que el trabajador paga durante su vida activa para recibir en el futuro, y recibe en función de lo que ha pagado en el pasado. […]

2. Cambio en los parámetros de sustitución y movilidad

[…] ¿Cómo alcanzar la progresividad del sistema sin vulnerar los derechos adquiridos por quienes hayan aportado al régimen contributivo? Una manera de hacerlo es priorizando la suba de la jubilación mínima por sobre las jubilaciones mayores, en línea con lo que ha sucedido en los últimos años. La instrumentación de este mecanismo es clave, en tanto no debe vulnerar los derechos constitucionales de movilidad jubilatoria en los haberes no mínimos.

¿En qué valor debería situarse la jubilación mínima? A nuestro juicio, más pertinente que una determinación en función del salario mínimo, asociada a una concepción contributiva del sistema […], sería determinar y actualizar los haberes en función de una Canasta Básica de la Tercera Edad (CBT3E), asumiendo, naturalmente, una estimación rigurosa de la misma.

A modo de ejemplo, imaginemos el siguiente esquema. Por un lado, la AUTE se podría fijar en una CBT3E […]. Por el otro, a fin de que la introducción del nuevo cómputo no genere saltos, la nueva jubilación mínima (JM), percibida por quien cumple con el requerimiento de aportes y edad, surgiría de dividir la mínima vigente por el valor de la CBT3E,quedando de allí en más atada a ésta última.

Una vez definidos estos dos parámetros (AUTE y JM), restaría determinar el haber de dos grupos de beneficiarios: (i) aquellos contribuyentes que no cuentan con el mínimo de aportes, y (ii) aquellos que según sus aportes deberían percibir una jubilación superior a la mínima.

En el primer caso […], lo más lógico sería que percibieran una jubilación cuyo valor, mayor que la AUTE y menor que la JM, surgiera del cociente de aportes efectivos sobre los necesarios para percibir la mínima […]. En el segundo caso […], cabría aplicar la regla vigente, que establece la jubilación como el promedio del salario de los últimos 10 años, sujeto a una jubilación máxima, actualmente en $6.500, que surge de una fórmula que pondera el aumento del salario promedio (CVS) y de la recaudación por aportes y contribuciones.

[…]¿Cómo se actualizarían estos haberes? […] Lo ideal sería actualizar los haberes mediante un índice que pondere la evolución del costo de vida (CBT3E) y de los ingresos del sistema. Más precisamente, para la JM y jubilaciones superiores podría utilizarse la fórmula de actualización vigente, reemplazando la variación del salario promedio (CVS) por la variación de la CBT3E (o por un índice de precios similar). Por su parte, la AUTE estaría determinada por la CBT3E, mientras que las jubilaciones intermedias (beneficiarios con aportes incompletos) surgirían directamente de la fórmula de proporcionalidad entre AUTE y JM.

3. Reforma del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS)

El rol del FGS está íntimamente ligado a la discusión de la naturaleza contributiva del sistema previsional. Según la versión tradicional, el actual sistema de reparto “reparte” las contribuciones del empleado y el empleador entre los actuales beneficiarios del sistema. Esto dictaminaría, por un lado, que lo ahorrado durante la vigencia de las AFJP (hoy en el FGS) pertenece al sistema previsional y no al Tesoro. […].

[…] Pensamos, en cambio, que el sistema previsional es parte esencial de la red de protección social, y que como tal debe ser fondeado con recursos tributarios. [...] Por esto, proponemos la creación de un Fondo Anticíclico Previsional (FAP), constituido por los recursos efectivos del FGS; esto es, neteando la deuda pública en cartera del FGS –la que, adicionalmente, abulta de manera engañosa los cocientes de deuda y encarece el acceso al crédito.

El uso de los recursos del FAP debería estar gobernado por criterios de inversión de largo plazo en activos de baja correlación con el ciclo local, de modo que el dinero valga más cuando los ingresos sean menores[…]. Y su gestión –que podría permanecer dentro de la órbita pública, por ejemplo a cargo de los expertos en administración de reservas del Banco Central– debería ser monitoreada de manera periódica por el Congreso.

4. Revisión de la edad mínima, jubilación anticipada y eliminación de aportes para trabajadores de la tercera edad

La extensión de la cobertura previsional aquí sugerida incrementará la presión sobre la ya delicada sustentabilidad fiscal. Esta mayor presión requerirá, en línea con lo observado en otros países y con la evolución natural de la expectativa de vida, la elevación gradual de la edad jubilatoria, de modo de no condenar al sistema a la quiebra y al incumplimiento.

Cada año adicionado a la edad jubilatoria […] posterga el retiro de unas 300 mil personas […]; cifra que ascendería a 1,3 millones si el incremento fuera de cinco años […]. En términos fiscales, un año de incremento implicaría a precios de hoy, un ahorro fiscal de $4,2 mil millones, cifra que podría ascender a $18,4 mil millones de subirse la edad de jubilación a 65 años para las mujeres y 70 para los hombres.

La contrapartida natural del incremento de la edad jubilatoria es una prolongación de la vida activa. Si bien esto implica una mayor fuerza laboral y una mayor producción, cabe esperar que el mercado laboral absorba la mayor oferta de trabajo sólo parcialmente, incrementado el desempleo en otros rangos etáreos.

Para compensar el efecto negativo sobre este grupo de trabajadores, y suavizar el impacto sobre aquellos que han adquirido derechos como resultado de los aportes y contribuciones ya realizados durante su vida activa, puede pensarse en un programa que combine:

(i) subsidios a la contratación de personas mayores, por ejemplo, mediante la exención del pago de aportes y contribuciones patronales para los hombres mayores a 65 y mujeres mayores a 60 […];

(ii) jubilación anticipada, a partir de la cual los trabajadores preserven la opción de retirarse a la edad mínima hoy vigente, con una instrumentación similar al actual seguro de desempleo para quienes están desempleados, tienen 30 años de aportes y hasta cinco años menos de la edad jubilatoria. […].

De esta manera, a partir de la combinación de los tres componentes (suba de la edad de retiro, exención impositiva y jubilación anticipada) la reforma previsional podría cumplir con el triple objetivo de generar un ahorro fiscal, incentivar la oferta laboral al subsidiar el trabajo y no el retiro, y suavizar el impacto sobre aquellas personas que tengan derechos adquiridos por sus años de aportes.

¿Qué opinan?


miércoles, septiembre 22, 2010

Servicio de Atencion al Cliente ESC - Parte 2

Seguimos aquí convirtiendo explayadas verborragicas en posts, aún a costa de pisar y dejar alla abajo este bastante más trabajoso.

Pregunta no retóricamente Santiago_Ant:

¿Cómo se mide la baja del ahorro? Yo miro los indicadores de depósitos privados en plazo fijo en pesos, por cer, sin cer, en dolares y todos están subiendo según MECON y BCRA. ¿Esto no es ahorro que está subiendo?

Contesta este servidor

En el post, en realidad no hablo del ahorro sino de la "tasa" de ahorro que no es lo mismo. Cuando miras la cantidad de plata de los bancos estás haciendo lecturas sobre qué es lo que está haciendo la gente con su ahorro y no cual es su nivel de ahorro o cuanto esta variando.

Tené en cuenta que nuestro sistema financiera es muy muy chiquito y captura una porción muy pequeña del ahorro total. Dejame hacer una cuenta rápida y burda. La plata en los bancos es algo así como 10% del PBI (+- 5%), el ahorro agregado de la economía algo así como 30% (+-5%), es decir, por nuestro sistema financiero pasa tan sólo 1/3 del ahorro de un año. El ahorro total debe ser no menos de 15 veces el sistema financiero.

En conclusión: podes ver que los depósitos suban sin que el ahorro este subiendo, como podes ver que bajan sin que estén bajando (¿Fuga de Capitales te suena?) simplemente porque la gente está cambiando el lugar donde pone su plata. El ahorro de mes a mes representa relativamente poco en ese total.

Ahora bien, el concepto que puso en el post es el de la "tasa de consumo", o sea, cuanto de su ingreso la persona gasta. Lo cierto es que es muy difícil de medir (independientemente del INDEC) y lo mejor que se puede hacer es recurrir a proxies.

El panorama que describo en el post lo baso más bien en la siguiente intuición. Durante los primeros años del kirchnerismo el consumo creció a tasas muy aceleradas, 8%, 9% 10%, periodo que los medios (cuando todavía eran amigos de los K) calificaban como "boom de consumo". Mi sensación durante ese periodo (y creo que escribí varios posts al respecto cuando era joven y Kirchnerista) era justamente lo contrario.

¿Cómo podía ser que el consumo esté creciendo tan poco con una masa salarial que, entre creación de empleo y suba de salarios (menos inflación), crecía al 17%, 18%, 20%? De hecho, sistemáticamente el consumo perdía terreno frente a los otros componentes de la demanda (inversión, gasto público, exportaciones).

Hoy sin embargo el panorama es otro. La masa salarial está creciendo a un ritmo mucho menos acelerado, con poca creación de empleo (2% con toda la furia en el ultimo año) y una suba de los salarios que, si bien le gana a la infla, lo hace a un ritmo muy inferior al de otros años (ponele 26% de salarios versus 23% inflación) y sin embargo el consumo mostró en el año ultimo un ritmo de crecimiento similar al de los años dorados K.

(Un razonamiento análogo puede hacerse con la masa de jubilaciones, que creció muy fuerte en 2007 2008 y mucho menos en el ultimo año. La AUH no representa mucha plata en relación al consumo total)

¿Me explico porque creo que lo que estamos viendo no es que la gente esté ganando mucho sino que, en cambio, se la está patinando rápido?

martes, septiembre 21, 2010

Servicio de Atencion al Cliente ESC ¿En qué lo puedo ayudar?


Hola Ele. Vuelvo a joderte porque las declaraciones de Felleti me hicieron ruido:


"Si el país tuviera una espiral inflacionaria -como algunos de la oposición lo dicen- tendríamos tensiones sociales y no tendríamos la expansión de consumo que hoy tenemos. No hay un deterioro del poder adquisitivo de la población", afirmó hoy el viceministro de Economía, Roberto Feletti.

Yo creo que esto es así, que la inflación que tenemos ahora no es nada comparada con otras épocas (el Rodrigazo, la hiper, etc) pero la pregunta es si esto "si existiera inflación no habría expansión del consumo" es técnicamente correcta o puede tener varias interpretaciones. Bueno, si podés dame una mano que te lo agradecería realmente.

Respuesta de este servidor

No, es técnicamente incorrecta. De hecho justamente es lo que ha pasado en los ultimos años: inflacion + aumento del consumo.

De forma muy simplificada, hay dos canales de impacto de la inflacion en el consumo. el primero es el directo (es decir, como afecta la infla la decision de consumir o ahorrar la plata) y el segundo el indirecto (es decir, como afecta la inflación el salario real y a partir de allí la capacidad de consumir).

El primer efecto es positivo, es decir, a más inflación menos ahorro. Esto es básicamente porque cuando hay inflación la plata quema y se desvaloriza lo cual hace que uno tenga incentivos a desprenderse de ella y pasarse a bienes (una aproximacino de esto es lo que los economistas llamamos la "velocidad de circulacion del dinero"), sobre todo si en el banco te pagan tasas de interes que no te compensen la inflación.

Creo que esto se notó mucho en el último año en la compra de bienes durables con la recuperación (autos, electrodomesticas, LCDs, etc) pero el efecto positivo es de una vez. Es decir, si antes gastaba el 50% de mi ingreso y pasé a gastar el 70%, en el interín el consumo se acelera. Pero una vez que estoy un tiempo consumiendo el 70%, el crecimiento del consumo va a depender de cuanto crezcan los ingresos. Si me apuras, creo que gran parte del salto en esa propencion a gastar la plata ya se dió, por lo que de aquí en adelante el efecto positivo va a licuarse.

El segundo efecto ha sido históricamente negativo: la inflación erosiona los salarios reales. Sin embargo,  de 2006 a esta parte no pasó porque los salarios, en particular los formales, le están ganando a la inflación (escribia sobre esto acá). Creo que este efecto va a seguir existiendo un tiempo más y lo que veremos por lo menos hasta las elecciones de octubre son salarios creciendo 5 o 10% por arriba de la infla de 25%+-3%. La contracara de esto es una moneda que va a empezar a apreciarse fuerte lo cual todavia no es un problema serio pero si puede serlo dentro de algún tiempo (i.e. 2012, cuando la cuenta corriente deje de ser positiva).

El problema es que si en algún momento el crecimiento se desacelera por alguna razón los salarios tenderán también a desacelerarse, pero la inflación no, a la larga, el lugar donde queden los salarios reales es una ruleta rusa.

Conclusión: tenemos inflación acelerandose, tenemos crecimiento del consumo y posiblemente la bomba siga cebandose de acá a las elecciones, aunque hacia adelante es una dinámica insustentable.

lunes, septiembre 20, 2010

Una historia de dos devaluaciones

Permítanme hacer un breve raconto de dos historias que venimos contacto en ESC.

Por un lado está la breve historia macroeconómica del segundo kirchnerismo. Durante los últimos cuatro años argentina experimentó una aceleración del proceso inflacionario centrado especialmente en la inflación de alimentos, proceso que habría tenido duros impactos de no ser por dos factores que compensaron el deterioro social (a) las mejoras en el salario real de los trabajadores formales y (b) la puesta en marcha de la AUH y la moratoria, con casi 5 millones de beneficiarios. La fórmula mágica K, sin embargo, tiene serios problemas de sustentabilidad, en tanto se amparó en diversas situaciones excepcionales, transitorias y/o con impactos de una única vez, como analizábamos aquí. Como en todo descalabro macroeconómico, los límites naturales son dos: inflación y restricción externa.

En paralelo hablábamos de Brasil. Mientras Genérico cuestionaba la sostenibilidad del desarrollo brasilero en un contexto de fuerte apreciación del Real, este servidor desgranaba un poco la situación macroeconómica. “Ojo” decía acá y acá “porque Brasil cuenta con un margen de maniobra que le permitiría enfrentar con relativa facilidad los embates de algún shock externo”. Ese margen de maniobra está en parte explicada por su capacidad de devaluar, que, según mostrábamos por acá, comienza a ser tomado cada vez más en serio, en el marco de una economía que muestra algunos signos de enfriamiento.

Ahora bien ¿Cuál es el punto de contacto de ambas historias?

El siguiente gráfico describe la evolución del tipo de cambio real multilateral (TCRM) argentino, calculado sobre la evolución de la inflación y del tipo de cambio nominal de la Unión Europea, el Nafta, Chile, China, Brasil y México que representa, en conjunto, el 70% del comercio exterior argentino.
Un primer punto a destacar es que, a pesar de la suba de precios de 140% (!140%!) desde 2003 hasta ahora y una depreciación del peso de tan sólo 33% (de $ 2.95 de entonces al $ 3.95 de ahora) , el TCRM se apreció tan sólo un 8%.

Este hecho puede explicarse básicamente por la evolución de los precios y las divisas de nuestros socios comerciales. Brasil dejo apreciar su moneda un 43% y tuvo una inflación acumulada de 45%, Chile 27% y 26% respectivamente, el Euro se apreció un 13% con 8.4% de inflación y el Yuan chino un 18% con una inflación acumulada de 35% en los siete años. Sin llamarlo “viento de cola”, para no herir corazones sensibles, permítanme calificar la envidiable suerte que tuvo la gestión cambiaria para mantener el tipo de cambio alto como una de, digamos, “generosidad externa”.

En segundo lugar, aun a pesar de la aceleración de la inflación en pesos y en dólares, el TCRM se encuentra aún un 80% por arriba de los muy bajos valores de fines de la convertibilidad. Es decir, no hay muchas razones para afirmar que, a los niveles actuales, el TCRM está sobrevaluado (apreciado).

Esta idea se refuerza cuando se ve el análisis desagregado de las relaciones cambiarias bilaterales (ver gráfico siguiente). Desde 2006, con una inflación acumulada del 93%, el TCRM se apreció 15%. Sin embargo el grueso de la apreciación se concentra en el TCR bilateral con el Euro y el Dólar, con una apreciación de 29%, en tanto el TCR con China se apreció un 18% y el de Brasil tan sólo un 0.3%.

Esta divergencia en las relaciones bilaterales es clave. No es lo mismo una apreciación con Brasil, con quien tenemos básicamente un intercambio intra-industrial, que hacerlo frente a USA y la Unión Europea, a quienes (simplificadamente, se entiende) les exportamos bienes primarios y de quienes importamos bienes de capital, de manera tal que el intercambio es menos sensible a la variación del TCR. Es decir, no sólo el nivel del TCRM no es llamativamente bajo sino que su descomposición es la más benigna (o menos riesgosa) en términos de competitividad.

Sin embargo, si bien la foto nos dice que el mundo ha sido generoso con nosotros y que el nivel del TCRM no es necesariamente preocupante, el problema estaría en la película, punto en el cual convergen las dos historias que contaba más arriba.

La película argentina nos dice que hemos perdido la capacidad de lograr una devaluación real del peso. En el primer gráfico puede verse como el intento de devaluación real de 2008/2009 duró tan sólo un año, aun considerando la generosidad externa. Este fenómeno, que no es otra cosa que la contracara de la aceleración inflacionaria, fue un clásico argentino durante décadas y en particular durante los ochenta. Hoy, el tipo de cambio dejó de ser una herramienta de política macroeconómica para pasar a ser un jugador más en la puja por el reparto nominal de la torta.

En este punto es que la película argentina se cruza con la brasilera. Al haber perdido la capacidad de devaluar, la política cambiaria argentina no es autóctona sino importada, es decir, depende de las decisiones de política de nuestros socios comerciales. Así, por ejemplo, desde 2006, la depreciación del peso de 28% combinada con 93% de inflación, habrían apreciado el peso en un 34%, cosa que no pasó simplemente porque Brasil permitió una apreciación de 19% en su moneda, con una inflación acumulada de 22% (la math está abajo*).

Entonces Argentina, sin política cambiaria local, no sólo se enfrenta a una inercia inflacionaria en dólares de 20/25%, lo cual es una película complicada en sí misma, sino que además está fuertemente expuesta a las decisiones del vecino país donde cada vez se oyen más voces críticas respecto a la fuerte apreciación de los últimos años. Si tenemos en cuenta adicionalmente que Argentina y Brasil están expuestos a shocks externos relativamente comunes, una conclusión natural es que nuestro país enfrenta un futuro macroeconómico como mínimo de alto riesgo.

En definitiva, no sólo la dinámica macroeconómica parecería mostrar una tendencia insostenible (afirmación menos rimbombante que “tendencia explosiva”), sino que esta se da en un contexto de reducido margen de maniobra y con una fuerte exposición al riesgo del cada vez menos optimista contexto externo, particularmente el brasilero.

Conclusión: Poco margen de maniobra (y decreciente, por el agotamiento del superávit de cuenta corriente) + película nominal compleja + crítica exposición al riesgo Brasil = ¿Restricción externa o aceleración inflacionaria?

Atte

Luciano (aka. Elemaco)

PD: autopase ¿Cómo se sale de la tendencia inestable?

PD2: Post número 666 de ESC. Creepy.

*Recordará el lector que la fórmula del TCR bilateral es:

jueves, septiembre 16, 2010

Fue bueno mientras duró pero ¿Quién nos quita lo bailado?

Brasil amenaza con medidas para contener la revalorización del real.

El Gobierno de Brasil lanzó ayer un mensaje claro (nota de Ele: y contundente) y hasta intimidante al advertir que tomaría las medidas necesarias para contener la apreciación del real. El ministro de Hacienda del país vecino, Guido Mantega, disparó contra la política monetaria de otros gobiernos. “Estamos atentos. No podemos permitir que otras monedas artificialmente desvalorizadas nos ganen espacio”, amenazó el funcionario en un acto con empresarios en Río de Janeiro. Y hasta recordó que el país cuenta con “recursos ilimitados” en su fondo de riqueza soberana.

El mensaje no es para Argentina sino para Japón, que salió agresivamente a comprar dólares para evitar que el Yen siga apreciandose.

Ayayay

Pd: !y encima hace cuatro meses que no crecen!



miércoles, septiembre 15, 2010

Cosa extraña ¿Subestimación o Ajuste?

Hagamos un poco de historia presupuestaria. El gobierno ha subestimado sistemáticamente los ingresos en el presupuesto en una proporción que va desde una cifra cercana al 20% en 2005 a casi 40% en 2007. Sólo en 2009, cuando la recesión desplomó los ingresos reales, la subestimación fue de un dígito. Para 2010 el ingreso total, suponiendo unas transferencias de $ 24 mil millones del Banco Central y de $ 8 mil millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, sería de unos $ 344 mil millones, cuando el presupuesto decía $ 272 mil millones. Es decir, el presupuesto subestimaría el ingreso real en 27%.


Ahora bien, a partir de la existencia de los superpoderes el gobierno tiene discrecionalidad sobre la asignación de este ingreso excedente. ¿Qué hizo el gobierno con este ingreso excedente?

El siguiente gráfico resume la evolución desde 2004. Con la excepción de 2009, la proporción del ingreso adicional efectivamente gastada es creciente. Si en 2004 el 55% del ingreso excedente se convirtió en gasto por arriba del presupuestado, en 2005 lo hizo el 62%, 73% en 2006, y 87% en 2007 y 2008. La proyección del gasto en lo que va del año nos dicen que, en 2010, se espera que el gobierno se gaste el 100% de los $ 73 mil millones de ingresos subestimados.


Ahora bien ¿Qué puede esperarse del presupuesto de 2011?


“El proyecto de ley del Presupuesto 2011 que Kirchner ordenó defender plantea un crecimiento de la economía en torno al 6 por ciento, una inflación de un dígito, un dólar de entre 4 y 4,15 pesos y superávit fiscal gemelo, en torno al 3 por ciento del PBI en el caso del fiscal y el comercio exterior alrededor de 10 mil millones de dólares.”

Si esto efectivamente es así hay algo llamativo.

Por un lado, tenemos que la subestimación de la inflación llevará nuevamente a la subestimación de ingresos. 6% de crecimiento del PBI más, digamos, 9% de inflación con dólar planchado puede dar un crecimiento del PBI nominal de alrededor de 15%, que, según mi suposición, podría ser hasta la mitad del crecimiento nominal verdadero.

Esto no es lo raro. Van a subestimar ingreso pero, si es cierto ¿Qué es ese 3,0% del PBI de superávit?

Hagamos unas cuentas. Este año el superávit primario oficial, que incluye transferencias del BCRA y del FGS será de alrededor de 1,5%/1,7%. Si tenemos en cuenta que cada punto porcentual de crecimiento de los ingresos por arriba del gasto implica un ahorro de 0.15% del PBI para llegar a 3% de superávit el gasto tiene que estar entre 8% y 10% por debajo de los ingresos, o sea, asumir una suba del gasto nominal de 5%.

¿Dónde está el tongo? ¿Qué harán para compatibilizar 15% de crecimiento nominal con 5% de crecimiento del gasto? ¿Pasarán más gasto debajo de la línea? ¿habrá alguna movida extraña con el BCRA o sobre algún otro stock?

Todo muy extraño. Ya veremos

viernes, septiembre 10, 2010

Momentos & Palabras

Como todo economista que se precie de tal, mi capacidad de interpretar el arte no explicito (es decir, aquel en el cual lo que quiere decir el artista es obvio hasta para el ojo menos entrenado) es muy limitado, razón por la cual creo que los dos videos que verán a continuación son particularmente buenos.

Dos extraños experimentos visuales sin desperdicio. Prenda los parlantes y disfrute.





!Feliz viernes!

Ele

miércoles, septiembre 08, 2010

¿Qué onda?

Recién veo esta nota del amigo Larry, donde vincula una nota de Ferreres en La Nación. En ella, OJF una vez más explica que la aceleración del proceso inflacionario responde al calentamiento de la economía por el fuerte crecimiento de la demanda, llamando a la cordura y la menor expansión de la misma.

Sin embargo, resulta del todo interesente e ilustrativo observar el siguiente gráfico que acompaña la nota de OJF:

Mi duda es, ¿cómo puede haber "inflación de demanda", si la brecha del producto (diferencia entre el potencial y el observado) es siempre negativa? ¿no quiere eso decir que la oferta agregada es siempre superior a la demanda agregada?.

En otro orden de cosas, leí esta nota de MMdP y me acordaba de este acalorado debate que tuvimos por estos pagos. Uno podrá pensar lo que quiera, pero al menos en ESC tenemos de todos los colores.

Saludos
Genérico

domingo, septiembre 05, 2010

El boom de los mercados inmobubbliarios

Veamos. En los Estados Unidos la política monetaria laxa y financiera de desregulación incitó el “plan” casas para todos. A todos les prestan, todos compran, suben los precios, y como suben los precios, más prestan y todos compran. Burbuja inflacionaria. Un día uy, los precios dejan de subir y empieza un quilombo de la madonna. Crisis financiera, recesión depresión, bajan los precios y todos se descubren pobres y tristes . En 3 años los precios de los inmuebles caen 31% en Estados Unidos, 34% en Irlanda, 15% en Dinamarca, 12% en España, 7% en Francia, 6% en Portugal, entre otros.

¿Y por casa como andamos?

En el siguiente gráfico puede verse la evolución del metro cuadrado elaborada por la UADE, serie ya analizada hace un año en este excelente post de Cookie Monster . Aunque no tengo a mano la serie más larga como para ponerlo en un gráfico, créame que el último valor alrededor 350 se encuentra, en términos reales, en línea con los máximos históricos de fines de los setenta , durante los años de la tablita.
Ahora bien, la pregunta que siempre surge cuando alguien ve un precio que se dispara así es ¿Son estos precios sostenibles?

Mi corazón me dice que no y mi cerebro hilvana argumentos aislados que no logran conformar una justificación completa. Voy por partes insinuando falsa seguridad, no sin antes invitar enfáticamente al retruque y debate en los comments .

En primer lugar, permítanme descartar una de las explicaciones que más frecuentemente he oído sobre el fenómeno. Estos precios no se explican por los mayores costos de construcción. Vea los siguientes gráficos. Expresados en dólares, construir un metro cuadrado cuesta aproximadamente lo mismo que durante la convertibilidad, y sin embargo los precios del los inmuebles mas que duplican los de entonces. Por otro lado, los costos hoy son similares a los de 2008 y los precios un 20% más altos. La explicación tiene que venir por otro lado.

En segundo lugar (en este punto la evidencia es bastante vaga), aunque la mejora en la situación económica y en los niveles de empleo eleva la demanda genuina de inmuebles (donde llamo genuina a la demanda para vivienda personal), hay dos razones que me permiten creer que este no es el factor detrás de la suba de los últimos años. En primer lugar, el stock de créditos hipotecarios, aunque representa una porción minúscula del mercado inmobiliario, ha descendido sistemáticamente desde 2008, cayendo de U$D 3.3 mil millones en el mejor momento a los UD 2.7 mil millones actuales. Por otro lado, y a pesar de la muy fuerte recomposición salarial en dólares de los últimos años estos no mejoraron su capacidad de compra de inmuebles, que cayó un 10% entre 2008 y 2009 y se mantiene aún hoy por debajo de la mitad de la convertibilidad.

Ahora bien, En tercer lugar, tenemos un mercado inmobiliario cuya respuesta a estos precios es un muy bajo número de operaciones, más similares a la de 2001, 2002 o 2003 que a las de 2007 o 2008. Con precios históricos, hoy las escrituras en la Ciudad de Buenos Aires se encuentra un 20% por debajo de las de 2008 y un 30% por debajo de las de 2007. Precios altos, pocas operaciones. Algo huele mal en Dinamarca.

Mayores precios con menores cantidades es, en cualquier mercado, señal de retracción de la oferta. Ahora bien, téngase en cuenta que el mercado inmobiliario es particular en el sentido de que no sólo es un inmueble un bien de capital que genera un flujo de ingresos (en forma de alquileres no pagados si uno vive y cobrados si uno alquila a terceros) sino que también es una reserva de valor. En un país de inversión relativamente no sofistica, los inmuebles, como el dólar, son vistos como la inversión “libre de riesgo”.

La decisión de no vender el bien (lo cual hace caer la oferta) es, al mismo tiempo, una decisión de demandar ambos servicios.

En términos de su demanda como bien de capital, la rentabilidad de la inversión en inmuebles se encuentra en valores muy bajos. La rentabilidad anual en dólares de un departamento en alquiler de dos y tres ambientes, asumiendo una depreciación del 1% anual, una devaluación del peso del 15% y sin considerar gastos de mantenimiento ni impuestos, es de 2.6% y 2,2% respectivamente en Barrio Norte, 3.2% y 3,6% en Palermo, 3.6% y 2,9% en Belgrano, y 4.4% y 3,7% en Caballito* (Fuente Analytica). Estos bajos retornos en términos históricos (no los tengo a mano pero entiendo que el número mágico es 6%) puede leerse, a su vez, como una sobrevaloración del precio del inmueble en relación a los alquileres, cuyo monto se determina más bien por su vinculación con los salarios.

Ahora bien, y aquí me juego con una afirmación arriesgada, esta sobrevaloración no es otra cosa que un reflejo de la política monetaria harto expansiva que hemos visto en los últimos años, no sólo local sino importada. Cuando el precio de una inversión se sostiene simplemente porque no hay otra cosa en que invertir y, en simultaneo, tenemos tasas de interés real negativa en dos dígitos el corolario me resulta simple.

Al igual que en los Estados Unidos, donde la política monetaria y crediticia laxa alimentó la burbuja subprime, aquí la expansividad monetaria esta sobreincentivando la inversión inmobiliaria, no sólo la real en forma de construcción sino la financiera en forma de “no venta” del stock de inmuebles. En un país de inversores poco sofisticados, el regreso de la inflación y las tasas reales negativas incentivo el pasaje de las carteras a Dólares y ladrillos. Lo primero alimentó la fuga de capitales, lo segundo el alza de precios del m2.

Esto se ve retroalimentado por el hecho de que ha subido sensiblemente, en el marco de mayor incertidumbre económica y política, la prima de riesgo local (Objeción your honor: Especula!) lo cual eleva la demanda por activos “libres de riesgo” como son los inmuebles.  Al igual que el precio del oro sube con la incertidumbre financiera internacional aquí el precio de los inmuebles sube con el ruido económico y político. Como el oro baja cuando la situación se normaliza, es esperable que los precios corrijan cuando (y si) la situación macroeconómica y política se normaliza.

En concusión, los precios actuales de los inmuebles en Argentina corresponden a un escenario de (1) elevada relación entre el precio y el costo de construcción (2) caída en la relación salario y precio del metro cuadrado (3) mercado hipotecario en retroceso (4) bajo número de operaciones (5) bajo retorno a la inversión pero (6) tasas reales de interés negativas en pesos y en dólares y finalmente (7) alta prima de riesgo política y económica.

¿Significa todo esto que debemos esperar esta corrección en los próximos seis meses, doce meses o dos años? No, o mejor dicho, no lo sé. Mi intución, por otro lado, me dice que, estos precios son sólo explicables por lo "anormal" de la situación macroeconómica actual, pero dificilmente sostenibles si la situación macro se normaliza.  

Lo que si sé es que, si hay mucha gente a la vez diciendo “che, que caro que está esto ¿no?” tal vez sea el momento de vender. ¿Usted que opina? ¿Suben? ¿Bajan? ¿Se estancan? ¿Cómo afecta esto a la macroeconomía local?

Feliz Lunes

Luciano (aka Elemaco)

*Disculpen el porteño-al-norte-centrismo, pero es la zona con la muestra más grande.

lunes, agosto 30, 2010

Días de Radio - Por Sebastian Galiani

Mucho se ha investigado acerca de si los medios de comunicación son capaces de persuadir ideológicamente a la población. A pesar de que muchos autores creen que ello es así, y que la prensa puede inclusive influenciar en la formación de las creencias de la población, la evidencia empírica experimental no es favorable a esta hipótesis.

Sin embargo, como argumente en un post anterior, la prensa puede influir sobre la población diseminando información confiable que de otra forma no estaría disponible. Veamos un excelente estudio que muestra evidencia cuasi-experimental sobre este tema recientemente publicado en el Quarterly Journal of Economics.

Una preocupación muy importante de los ciudadanos es la corrupción. Intentando dar respuesta a esta preocupación, el gobierno federal de Brasil comenzó a auditar la aplicación de los fondos federales por parte de los gobiernos municipales en Abril de 2003. Desde entonces, cada mes, aproximadamente sesenta municipios fueron elegidos al azar para ser inspeccionados por un equipo de auditores en cuanto a la apropiación ilegal de fondos federales y cualquier otra irregularidad asociada a proyectos financiados federalmente. Para promover la transparencia, los resultados de dichas auditorías se dan a conocer públicamente, tanto a la municipalidad como a los medios. El diseño aleatorio de esta intervención ofrece una oportunidad única para evaluar los efectos de este tipo de iniciativas anticorrupción.

Claudio Ferraz de la PUC en Rio de Janeiro y Frederico Finnan de UC Berkeley explotan este experimento de la siguiente forma: En primer lugar, utilizan los informes de las auditorías para construir una medida objetiva de corrupción para cada una de las municipalidades auditadas. Esto es, los autores utilizan como medida de corrupción la cantidad de irregularidades detectadas en cada municipio auditado. En segundo lugar, explotan la elección de 2004 y contrastan la probabilidad de reelección de los intendentes que podían aspirar a la misma comparando, entre las municipalidades auditadas, aquellas cuyos informes fueron dados a conocer antes de la elección con aquellas cuyos informes fueron dados a conocer después de la elección (pues fueron auditadas aleatoriamente antes o después de la elección).

Los autores de este estudio encuentran que para un aumento en la corrupción reportada de un desvío estándar sobre la mediana muestral, la política de auditorías redujo la probabilidad de reelección de los intendentes en un 24,7 por ciento. En otras palabras, el electorado castigó significativamente a los intendentes cuyos gobiernos fueron encontrados cometiendo actos de corrupción. Estos resultados sugieren que los votantes no sólo se preocupan por la corrupción, sino que también castigan a los políticos corruptos una vez que conocen la irregularidad de sus prácticas.

Sin embargo, más interesante aun resulta analizar los datos estratificando las municipalidades según si estas poseen medios locales de comunicación masivos o no. Los autores utilizan la existencia o no de estaciones de radio locales. En aquellas municipalidades con estaciones de radio locales, el efecto de revelar los casos de corrupción antes de las elecciones sobre la probabilidad de reelección del intendente fue aun más severo. Si bien la radio exacerba el efecto de la auditoría cuando se revela corrupción, también promueve a los intendentes honestos. Cuando no se encontró corrupción en una municipalidad con radio local, la auditoría de hecho aumentó la probabilidad de que el intendente sea reelecto. En efecto, estos resultados sugieren no sólo que el hecho de dar a conocer la información afecta las elecciones electorales de los votantes, sino también que la interpretación de dicha información está influenciada en última instancia por las creencias previas de los votantes. Esto se ve claramente en la siguiente Figura. Los intendentes con solo una irregularidad reportada antes de las elecciones no parecen ser penalizados electoralmente.

Nótese que en las municipalidades donde la auditoria se hizo luego de la elección, la probabilidad de reelección del intendente no cambia mucho con el nivel verdadero de corrupción. Lo mismo ocurre en los municipios donde si bien las auditorias se hicieron antes de la elección, no poseían radios locales. Sin embargo, allí donde las auditorias se hicieron antes de la elección, y existían radios locales, el cambio en la probabilidad de reelección del intendente entre una situación donde no se detecto ninguna irregularidad y una situación donde se detectaron 2 o más irregularidades es enorme.

Por supuesto, la existencia o no de radios locales no es el resultado de un experimento aleatorio. Por ello, esta parte del estudio es cuasi-experimental. Sin embargo, los autores hacen un trabajo muy prolijo en descartar que la presencia de radios locales este aproximando el efecto de otras variables –como podría ser el nivel de educación de la población- en la probabilidad de reelegir al intendente una vez que la auditoria se ha llevado a cabo (siguiendo el mejor estilo de Auguste Dupin y Sherlock Holmes).

En mi opinión, este es un estudio muy interesante que nos ayuda a entender mejor el rol de la prensa libre en una sociedad, algo sobre lo que se habla mucho más de lo que se sabe. A la luz de estos resultados, el trabajo de Di Tella y Franceschelli presentado tiempo atrás en este blog es también importante a la hora de entender mejor la relación entre gobierno y medios de comunicación.

Obviamente, uno tiene que ser cuidadoso al tratar de generalizar los resultados del programa anticorrupción de Brasil a otros países. Para que este tipo de intervenciones sean exitosas resulta clave que el gobierno federal no tergiverse los resultados de las auditorías. Si el gobierno federal utiliza las auditorías para favorecer a sus aliados políticos y para castigar a la oposición, el remedio puede ser peor que la enfermedad. De hecho, Finan y Ferraz muestran que ese no fue el caso de Brasil, aunque esta es una posibilidad cierta en otros países que pudiesen llegar a adoptar programas similares.

Sebastian Galiani
Finan, F. y C. Ferraz (2008). “Exposing Corrupt Politicians: The Effects of Brazil’s Publicly Released Audits on Electoral Outcomes”, Quarterly Journal of Economics.

viernes, agosto 27, 2010

Empate en el superclásico americano


“Argentina y Brasil crecieron más o menos lo mismo en los últimos 20 años, pero Brasil tiene tan sólo uno o dos años de crecimiento negativos, y solo un par más de crecimiento menor al 1% y eso tiene mucho que ver con cómo ha "madurado" su administración macro”

Me apura acá el flamante blogger y autor del muy interesante blog “El de Adentro” (que conocí gracias a Ana)

“No es correcto que Brasil y la Argentina hayamos crecido lo mismo en los últimos 20 años. La Argentina creció mucho más (con un desvío estándar mucho mayor, es verdad). Incluso si le aplicás un haircut a las tasas del INDEC de los últimos 3 años, la Argentina creció mucho más. La única forma de concluir que Brasil creció igual que la Argentina es que empieces la serie en 1999 y la cortes en 2009, creo. Para todos los demás períodos de 10 años te da Argentina > Brasil”

Pongo el siguiente gráfico y saque usted sus conclusiones. ¿Cuál es el crecimiento acumulado entre el año del eje X y 2009 en Brasil y en Argentina? Es decir ¿Cuánto crecieron ambos países tomando distintos años base?

La elección del año base es crucial. Si partimos de 1992 ambos países crecieron exactamente lo mismo. Si partimos de 1985 Argentina acumula 16% de crecimiento más, pero si retrocedemos un año hasta 1984 la relación se revierte y Brasil está un 13% más alto. Si nos venimos mas cerquita, el crecimiento acumulado argentino desde 2002 es 33% mayor que el de Brasil, pero desde 1998 un 8% menos.

Corolario: empate técnico

Feliz Viernes

Luciano

PD: evité poner una serie más larga para no arruinarles el fin de semana

jueves, agosto 26, 2010

Coyuntura brasilera y la síntesis Elemaco-Larryeana

Siguiendo esa vieja tradición de la BEA que últimamente tenemos medio abandonada, Larry continúa el Ping Pong iniciado por Genérico aquí y por este servidor aquí ¿Hay una burbuja en Brasil? ¿Es sostenible la dinámica macroeconómica de nuestro principal socio comercial?.

El argumento central de Larry, que básicamente comparto aunque no sé si con el dramatismo que él le impregna, es que Brasil ha experimentado en los últimos años la formación de una burbuja financiera que, evidentemente da lugar una creciente y eventualmente explosiva sobrevaloración en el precio de los activos. El corolario natural de esta hipótesis es que podría revertirse abruptamente, generando alguna turbulencia financiera y muy probablemente una depreciación del Real.

Ahora bien ¿cómo conciliar este planteo de Larry (que creo no tiene nada de descabellado, cosa que no es poco decir para un post del amigo chiflado) con lo que dijera este servidor el pasado martes, esto es, que Brasil no enfrenta serios problemas en su sostenibilidad macroeconómica?.

La clave está en las dos palabras que no accidentalmente puse en itálicas más arriba. Si hay algún nubarrón acercándose a Brasil es financiero. Claramente, hay gente muy preocupada porque si cambia el escenario puede perder mucha plata, pero ¿esto implica necesariamente que Brasil enfrenta un problema obvio de sostenibilidad macroeconómica real, esto es, que los niveles de consumo, empleo, actividad, etc vayan a caer en un futuro cercano?.

Short answer: No.

Long answer: Hay que diferenciar dos aspectos complementarios.

El primero de ellos es que, justamente, uno de los objetivos de la política macroeconómica es minimizar el impacto real de los shocks financieros. En esa línea, puede decirse que Brasil tiene dos grandes amortiguadores: (a) un tipo de cambio muy flexible y (b) un stock de reservas gigantesco.

(a) El tipo de cambio hiperflexible implica que un solo precio, el Real, puede absorber el grueso del shock financiero, lo cual se convierte en un problema sólo si uno tiene un tipo de cambio fijo (como en Argentina en los 90s), anclado (como en Argentina de 2010) o tiene un target rígido por alguna otra razón (como en Argentina 2003-2008). Claro que una depreciación es una muy mala noticia para quien no haya podido salir a tiempo y deba enfrentar las pérdidas de capital en dólares de sus inversiones en Reales, y sin duda hay mucha gente en la City Carioca con las mismas proecupaciones que Larry, pero aquí estamos hablando de sostenibilidad macroeconómica y no de rentabilidad financiera garantizada.

(b) Por otra parte, Brasil a compensado la entrada de capitales de corto plazo (que son los preocupantes) de los últimos tres años con una masiva acumulación de reservas, que ascienden hoy a más de U$D 250 mil millones o 13% del PBI Brasilero. Este poder de fuego en el Banco Central de alguna manera ha encapsulado el riesgo de la entrada de capitales de corto plazo. En el caso de una reversión en el flujo de capitales (un sudden stop) Brasil cuenta con recursos suficientes para suavizar el impacto sobre la actividad real, por ejemplo, financiando a los sectores privados y/o público. Recuérdese que en un esquema de tipo de cambio flexible el objetivo de las reservas, sobre todo de un nivel de reservas tan gigantesco, no es mantener la paridad cambiaria.

El segundo aspecto, al que yo apuntaba en mi post anterior, tiene que ver con la sostenibilidad real de la cuenta corriente y del balance de pagos. Una de las mayores enseñanzas que tuve de mi pasada por los cursos de Roberto Frenkel y Mario Damill es que la composición de la cuenta corriente importa. A un mismo nivel de déficit de cuenta corriente, y descartando lo harto sabido de que no alcanza con que sea negativo para que sea insostenible, no es lo mismo un déficit de cuenta corriente explicado por un déficit comercial que uno dominado por el pago de intereses en dólares o que uno donde lo más relevante son las utilidades y dividendos.

En ese sentido, el que vive hoy Brasil es uno de los más benignos, en tanto es más el resultado de la inversión extranjera directa (que es de largo plazo y, por lo tanto, poco propensa a revertirse) que de la acumulación de deuda. No estoy discutiendo aquí si la IED es buena o mala ni si ha sido pilar en el proceso de crecimiento sostenido del país vecino, que es otro tema completamente paralelo y entra en el ámbito del desarrollo más que de la macro .

Con esto dicho, resumo así en una síntesis Larry-Elemaica:

Efectivamente, en Brasil puede estar gestándose una turbulencia financiera. Sin embargo, la administración de la política económica ha acumulado márgenes como para absorber el shock financiero y minimizar su impacto real. Para el mediano plazo, por otro lado, la propia naturaleza del déficit de cuenta corriente aleja los fantasmas de insostenibilidad externa.

Ahora bien, para cerrar y darme un autopase para el próximo post dejo una adivinanza.

¿Quiénes no están preparados para enfrentar una crisis financiera en Brasil?

Atte,

(E)L(e).

Fe de erratas: Donde dice 13% del PBI antes por error decía 52% (es decir, 13% por 4)

miércoles, agosto 25, 2010

Encruzilhada

Preguntábase mi compañero, colega, cobbloger y coamigo Genérico hace algunos días, en su análisis sobre la composición de las exportaciones brasileras, sobre la sostenibilidad del modelo macroeconómico del vecino del Mercosur, oportunísima pregunta si las hay, en un contexto en el que en Brasil comienzan a prenderse algunas luces amarillas.

¿Qué está pasando con la macroeconomía brasilera?

Durante el último año, y luego de alcanzar un déficit de 0.6% del PBI en el 2do trimestre de 2009, la cuenta corriente de Brasil ha mostrado una tendencia al deterioro que la ubicó, en el 2do trimestre de este año, en un 2,5% del PBI (o 3,3% si se toma la cotización del Real de 2005). Las razones de este deterioro, que se observa aún cuando el vecino país vive como Argentina un momento excepcional en el precio de sus exportaciones, se explica no tanto por un pobre desempeño de las ventas externas sino más bien por el acelerado ritmo de las importaciones y de las remesas de utilidades y dividendos como resultado del crecimiento/recalentamiento de la actividad y la apreciación del Real.

Si bien un déficit de 2,5% no parece demasiado problema para una economía que crece anualmente entre 4/5%, la pregunta obligada que surge al ver este escenario es ¿Está Brasil acorralado? ¿Avanza su macroeconomía en un sendero insostenible?

En el siguiente gráfico puede verse la descomposición del ingreso de capitales desde el año 2000, esto es, la fuente de financiamiento de la acumulación de reservas, del déficit de cuenta corriente y de los $ 145 mil millones que los brasileros invirtieron en el exterior en la última década. La entrada total bruta de capitales durante el periodo fue de $ 374 mil millones de dólares, a razón de $ 41 mil millones por año (equivalente al déficit de cuenta corriente del último año). La clave para ver la sostenibilidad del sistema está en la composición de estos ingresos. El 55% corresponde a inversión extranjera directa, el 29% a inversión en portafolio y el 16% restante a deuda externa, básicamente denominada en reales.

¿Por qué es relevante la composición pasada de la Cuenta Capital?

El corolario de esa composición en la entrada de capitales puede verse en el siguiente gráfico. Hoy en día, el déficit de cuenta corriente en Brasil se explica casi exclusivamente por las remesas de utilidades y dividendos y los retornos de inversiones en cartera. Esto diferencia el actual déficit, por ejemplo, con el de la década del 80, cuando era principalmente por el pago de intereses en dólares, o del de la década del noventa, cuando la pobre performance del comercio exterior durante los años del plan Real acogotaba los resultados externos.

Ahora bien ¿Qué implicancias tiene esta composición del déficit de cuenta corriente en la sostenibilidad externa del Modelo Brasilero?

En primer lugar, una particularidad del déficit de cuenta corriente basado en utilidades y dividendos es su alta contraciclicidad respecto a otros rubros como las importaciones o, sobre todo, el pago de intereses por la deuda (que es relativamente independiente de los que suceda con el ciclo económico). Esto quiere decir, en otras palabras, que la dosis de desaceleración necesaria para cerrar el déficit de cuenta corriente es menor que lo que sería en un contexto en el que el ajuste debiera recaer sobre las importaciones o sobre la deuda externa.

En segundo lugar, esta composición de la cuenta corriente la vuelve especialmente sensible a una suba del tipo de cambio nominal. El pago de intereses de la deuda y de utilidades y dividendos, al originarse en Reales y no en dólares, responde mucho más rápido, casi linealmente, a la cotización del dólar que otros rubros (en particular las importaciones y exportaciones). Esto es,: sería muy fácil para Brasil, si el escenario se complejiza, recuperar la consistencia externa de su modelo con una devaluación del Real.

Esta segunda característica se ve beneficiada porque, en tercer lugar y a diferencia de lo que sucede aquí, Brasil no sólo puede devaluar, sino que es relativamente sencillo hacerlo con bajo daño colateral. Las razones son varias (a) permitió una fuerte apreciación de la moneda, lo cual le ofrece un importante margen al alza (b) tiene un importante poder de fuego con más de U$D 250 mil millones de reservas, o casi seis años de déficit de cuenta corriente (c) tiene hoy una muy baja inercia inflacionaria y un pasaje de precios del dólar al real históricamente bajo (d) tiene una economía muy poco dolarizada, lo cual reduce los efectos “hoja de balance” de la devaluación.

En conclusión ¿Qué quiere decir todo esto? ¿Está acercándose Brasil a una encrucijada macroeconómica?

No, o al menos no todavía. La macro en Brasil no ha adquirido, ni pareciera estar cerca de hacerlo, una dinámica con una tendencia explosiva, lo cual es harto envidiable para los estándares que manejamos de este lado de las Cataratas del Iguazú.  La clave de su salud macroeconómica es, justamente, contar con la flexibilidad que le permite enfrentar un cambio en el contexto sin que eso implique un cambio radical y tajante en su sistema económico.

Así, la virtud del "modelo brasilero" tiene mucho menos que ver con la elección del régimen tipo de cambio, su actitud frente a la inversión extranjera o la relación con el sistema financiero internacional que con su capacidad de aguantar la tentación de gastar balas de plata como si el mundo se terminara pasado mañana. 

Usted, amigo lector ¿Cómo lo ve? ¿O modelo brasilero tem o nao tem carozo?

lunes, agosto 23, 2010

Libertad de Prensa y Democracia - Por Sebastian Galiani

Estimados, abrimos este espacio a un nuevo columnista invitado en ESC. Sebastian Galiani, Profesor de Economía, Washington University in St. Louis y Profesor visitante, Universidad de San Andrés.

Libertad de Prensa y Democracia

El gobierno nacional ha venido atacando a la prensa independiente en forma creciente. Esto atenta gravemente contra el funcionamiento de las instituciones democráticas. No hay duda hoy que la prensa libre juega un papel fundamental en la vida democrática de una nación. A fin de comprender bien esta afirmación, repasemos la experiencia de Perú durante el Gobierno de Alberto Fujimori.

Durante la década del noventa Perú estuvo dirigido, en nombre del Presidente Fujimori, por el Jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, Vladimiro Montesinos. Durante el ejercicio del poder, Montesinos claramente subvirtió el proceso democrático. Perú tenía entonces importantes mecanismos democráticos: una Constitución, partidos opositores, elecciones regulares, un mandato presidencial limitado, salvaguardas para la independencia del Poder Judicial, y una prensa libre.

Montesinos, sin embargo, sobornó metódicamente a jueces, políticos, y medios de comunicación. Montesinos llevaba un registro meticuloso de sus transacciones. Por un lado, obligaba a aquellos a los cuales sobornaba a firmar un contrato que detallaba las obligaciones para con él. Por otro lado, exigía recibos por los sobornos. Sorprendentemente, filmaba sus negociaciones ilícitas. En una investigación única y fascinante, publicada en el Journal of Economic Perspectives, John McMillan y Pablo Zoido analizan los recibos por sobornos y los videos de Montesinos para estudiar cómo este socavó la democracia en Perú.

McMillan y Zoido usan los precios de los sobornos pagados por Montesinos para cuantificar el peso relativo de los distintos mecanismos de peso y contrapeso en el sistema dedocrático. El tamaño de los sobornos indica cuánto tenía que pagar Montesinos para sobornar a aquellos que podían restringir su poder.

Los autores del estudio encuentran que el típico soborno pagado a un dueño de un canal de televisión era aproximadamente cien veces más importante que aquel pagado a un político, que a su vez era mayor al pagado a un juez. El soborno de un solo canal de televisión era cinco veces el soborno total a los políticos opositores. McMillan y Zoido concluyen entonces que el más importante de los pesos y contrapesos sobre el poder del gobierno peruano, según las preferencias reveladas por Montesinos, era la televisión. Vale la pena notar que estos pagos en efectivo a la televisión están subestimados, ya que Montesinos aportó fondos adicionales en forma de publicidad oficial.

¿Por qué la televisión? McMillan y Zoido ofrecen dos explicaciones. En primer lugar sostienen que para formar una coalición ganadora en el Congreso, Montesinos necesitaba sobornar sólo diez políticos opositores. Del mismo modo, sólo necesitaba sobornar a unos pocos jueces. Con la televisión, en cambio, Montesinos tenía que sobornar a todos los canales con una audiencia importante. Si conseguía sobornar a todos menos a uno, ese canal podía lastimarlo unilateralmente. Había unos pocos canales de televisión, por lo cual tenían cierto poder de negociación. En contraste, los autores del trabajo argumentan que dado que la oferta de políticos y jueces corruptibles excedía la demanda limitada por parte de Montesinos, los políticos y jueces tenían un poder de negociación reducido.

La restricción última sobre cualquier gobierno democrático no es un Poder Judicial independiente, políticos opositores, ni la Constitución, sino la ciudadanía como un todo. Los ciudadanos tienen participación en asegurar que el gobierno mantenga las instituciones de la democracia. Si un número importante de ciudadanos está en condiciones de reaccionar ante una violación significativa de las reglas por parte del gobierno, ellos efectivamente podrán prevenir estas violaciones. Sin embargo, los ciudadanos son efectivos cuando actúan en conjunto, no separadamente.

Consecuentemente, los ciudadanos enfrentan un problema de acción colectiva. Aunque este problema de acción colectiva se ve exacerbado a partir de las diferencias existentes en los intereses de los ciudadanos, una primera fuente de dificultades que enfrentan los ciudadanos es de coordinación. La prensa libre de difusión masiva ayuda a resolver este problema de coordinación informando a la población acerca de los actos del gobierno, e informando a todos los ciudadanos que todos ellos están informados sobre estos actos. Una vez emitidos por la televisión, los actos del gobierno se conviertes en conocimiento común.

En conclusión, este estudio muestra empíricamente la importancia de la prensa libre como mecanismo de control de los gobiernos: los medios de comunicación masiva son unos de los mecanismos de pesos y contrapesos más importantes en un sistema democrático. En gran medida, como también muestra el estudio de McMillan y Zoido, sin ella, otros mecanismos de control carecen de efectividad.

Por Sebastian Galiani


viernes, agosto 20, 2010

Fiber-gate

Pasaron casi 24 horas y sinceramente tengo más preguntas que respuestas sobre el Fiber-Gate. Hago un nuevo intento, más en frio, después del fracasado de esta mañana (Subi y bajé un post 10 minutos más tarde)

La primera pregunta que me surge es ¿Es esto legal? ¿Tiene razón el gobierno? En caso de que sea ilegal o que exista algún derecho al cual pueda apelarse ¿Tengo alguna herramienta como ciudadano para defenderme si considero que están violando algún derecho? ¿Están violando algún derecho? ¿El accionar legal tiene que ser individual o hay forma de coordinar alguna acción colectiva? ¿O sólo queda esperar hasta las elecciones y votar en contra? ¿Hay alguien de la Blogosfera Juridica que pueda desburrarnos al respecto?

En caso de que lo que haya hecho el gobierno sea legal, la siguiente pregunta es ¿Por qué? ¿Es la mejor opción posible? ¿Por qué, si la licencia estaba vencida, no puede renovarse? ¿Cuál es la explicación (excluyendo la pelea con el grupo Clarín) por la cual Fibertel debe dejar de operar? ¿Cuál es el perjuicio de que opere?

Mi pobre conocimiento del tema combinado con algo de intuición me dice que la provisión de internet por banda ancha es un típico caso de monopolio natural, esto es, uno en el que el precio promedio cae a medida que aumenta la cantidad de personas abastecidas. En estos casos, las soluciones más eficientes no son que haya muchas firmas proveyendo el servicio sino pocas, combinada con regulación que evite el abuso de la situación de mercado.

En esta línea ¿Puede decirse que Fibertel abusa de su situación de mercado? ¿Hay una estructura concentrada en relación a los estándares internacionales y técnicos? En caso afirmativo ¿Esa estructura concentrada indujo un comportamiento abusivo en perjuicio del consumidor? Mi experiencia personal me dice que las empresas de internet compiten con saña por ganar clientes y que no es raro que una misma persona se cambie varias veces de proveedor, lo cual limita el poder de mercado. Por otro lado, mi corta memoria me dice que, hace 10 años, 640kb por segundo costaba no menos de U$D 160. Hoy 3 megas cuestan U$D 20. La relación calidad precio mejoró unas 48 veces. ¿Esto es mucho o poco?

Ahora sí, leo y aprendo.

Atte

Ele

PD: mis sentidas disculpas por lo de esta mañana, que dejó enterrados varios comments.