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miércoles, noviembre 17, 2010

El sospechoso de siempre - Por Kaloma

Un nuevo bloguero invitado a ESC que, sin prisa y sin pausa, avanza hacia el sueño de "bloguear de rentas" En esta oportunidad, Kaloma, conocido comentarista de la BEA que aceptó ponerse de este lado del mostrador.

El sospechoso de siempre - Por Kaloma

Existe un profundo debate sobre el origen de la inflación, desde la puja distributiva del oficialismo hasta la inevitabilidad de la apreciación real, cuyo canal de ajuste a un tipo de cambio cuasi-fijo se traduce en precios domésticos ascendentes. Encontramos, así, numerosinterpretaciones con lógicas consistentes, aunque siempre con alguna incógnita al momento de encontrar una explicación a todos los elementos en juego.

Mi visión es que, si bien son muchos y variados los factores que influyen sobre el proceso inflacionario, existe un actor principal cuyo comportamiento domina y genera este proceso. Sin meternos en el realismo mágico de la interpretación oficial, intentemos encontrar un sistema que describa este proceso y sus componentes.

Para ello, permítanme detallar algunas cuestiones de la realidad que podrán clarificar el tema, a saber:

1.- El aumento en el precio de las commodities afectó a todo el planeta tierra. Sin embargo, pocos países han sufrido un nivel de inflación similar al que experimentó nuestro país.

2.- El efecto interno ha sido diferente, creciendo desde 2005 a la fecha. Sin embargo, los precios externos hicieron pico a mediados del 2008, para desplomarse y nuevamente tocar valores máximos recientemente, en tanto nuestra inflación ha mantenido una constante presión alcista

3.- Nuestros hermanos latinoamericanos han logrado mantener la inflación bajo control permitiendo una revaluación nominal de sus monedas. Sin embargo no hay, hasta la fecha, signos importantes de deterioro económico asociados a esta dinámica del tipo de cambio, cuya posible explicación debería enfocarse en que, frente a apreciación, hay un dólar ajustando ¨todas¨ las monedas (por lo tanto, la mirada sobre nuestra moneda de referencia debería contemplar este efecto)

4.- La oferta domestica de bienes y servicios respondió muy poco a la presión de la demanda. Algunos lo ven como un comportamiento clásico de maximización de beneficios sin invertir, subidos al proceso inflacionario. Otros, en cambio, lo ven como un problema de ajuste temporal al necesitar la oferta tiempo para madurar las inversiones a partir de una capacidad instalada que tocó techo. Una tercer visión simplemente piensa que las expectativas hacen que no se invierta porque hay poca credibilidad en el manejo económico.

5.- La recaudación vuela, apalancada por ingresos ¨extras¨, incluidos los beneficios contables del BCRA. Estos flujos, lejos de generar ahorros, se consumen (gastan) a un ritmo de crecimiento del 30% anual, con una participación del sector público sobre la torta total que aumentó en forma considerable.

Estos juega un papel en el proceso de inflación (revaluador real en sus efectos), pero a mi entender es el gasto público el que determina y engloba a todos los anteriores en un mismo sentido y dirección.

Sabemos que la gran devaluación del 2002 nos dejo con una gran capacidad ociosa, gatillando un acertado ciclo de generación de empleo (posiblemente el mayor acierto del ciclo K) donde se mantuvo la moneda devaluada a efectos meter gente a trabajar (si lo hacen los Chinos ¿Por qué no nosotros...?). Este proceso alcanzó su madurez al llegar al pleno empleo de factores circa 2007, mantener la moneda cuasi-fija nos llevaría a recorrer un proceso de ajuste a través de los precios internos . El punto es ver si el ¨grado¨ o nivel de ajuste se explica todo por esa necesaria revaluación real que busca su equilibrio o es, además, ¨fogoneada¨ por algún otro actor, el “sospechoso de siempre”, que empuja sobre el efecto inicial.

Pues bien, hay dos aspectos que confluyen en el ¨sospechoso de siempre¨, el primero es ver que nuestros vecinos mantuvieron la inflación bajo control, con apreciaciones nominales importantes, pero suaves en el tiempo. El segundo es el crecimiento del gasto, convalidado por una política monetaria expansiva (por no decir emitidora si vale el termino) que hace difícil ignorar al gasto como elemento esencial en este dilema.

No hay, hasta aquí, nada extraño. Es solo una réplica del constante y repetitivo modelo argento, donde cada ciclo externo favorable es utilizado para pagar culposas deudas sociales (absolutamente reales y legítimas) en vez de apuntalar un horizonte de largo plazo, que exige pagar costos políticos ahora y no dejarlos para el futuro (nada más lejos de la realidad política interna).

Para testear este efecto podríamos pensar que ocurriría, a grandes trazos, si pasáramos a una política similar a la de nuestros vecinos, con apreciación nominal hasta que su equilibrio. El dólar caería, y con él aumentaría el nivel real de los salarios hasta equilibrar el sector externo. Aquí, el sector agroexportador vería como sus márgenes comprimirse y necesitarían que les devuelvan las retenciones, con impacto claro en las arcas públicas. En este contexto, la inflación se frenaría en poco tiempo dejando a la otra fuente de financiamiento, el impuesto inflacionario, agotado. Es difícil no pensar que se goza hoy de un efecto fiscal positivo transitorio al cobrar la inflación por adelantado frente a un posible ajuste de costos mañana. Digamos que el gobierno tiene una ventaja financiera sobre el resto del sistema.

Ahora bien, si intuimos que el sector público esta recaudando algo mas (y desde allí gastando más) que lo que debería recibir en una situación algo más equilibrada, podemos adjuntar a este escenario al actor faltante y entender su comportamiento para cerrar el sistema.

La tan analizada oferta domestica ve como cada ejercicio contable deja menores beneficios en términos reales. Esto ocurre porque no se ajusta por inflación, por lo tanto se pagan impuestos sobre beneficios ficticios (ingresos que también desaparecería sin la inflación). Esta percepción de que se gana pero no tanto, sobre un sistema cuyas señales son que sobre la mesa se discute desde controlar precios hasta repartir ganancias, actúa como desincentivo a invertir. Sin pretender defender al empresariado local, que nos ha brindado un R12 como producto megacompetitivo luego de décadas de protección, podemos concluir que las condiciones no han sido óptimas para hundir capital a largo plazo, dejando al ajuste de precios como la opción más potable.

En síntesis la oferta no ha respondido y la demanda ha sido mayor a la lógica a partir de que ingresos extraordinarios (cuya función, al menos en el caso de las retenciones, era justamente contener la inflación) no se han ahorrado sino gastado. Todo esto, en un sistema de tipo de cambio cuasi-fijo, no puede más que terminar en un proceso acelerado de ajuste real (inflación interna) hasta encontrar su nuevo equilibrio.

Las expectativas o inercia inflacionaria son un tercer elemento que aceita la dinámica y acelera el proceso y, como muchos colegas han explicado, es muy difícil que durante lo que queda de esta gestión se logre atacar exitosamente. Me animaría a decir incluso que no existe intención de hacerlo, en tanto la inflación es parte del modelo que sigue operando como si estuviéramos en 2002. La necesidad fiscal empujada por las necesidades políticas hace de la inflación un elemento central de la política económica. Negarlo no es más que un síntoma de esta realidad.

A efectos de comprender como se frena, la interpretación aquí expuesta no deja mucho margen para políticas pro-voto. Sólouna política fiscal a la altura de las circunstancias, que frene el nivel de crecimiento del gasto y una política monetaria acompañando, puede frenar la inercia inflacionaria.

Ya sé, esto se llama enfriar o ajustar, pero es mucho más sensato que seguir negando lo obvio o mantener una postura adolescente cuya expresión retorica pide que se les explique de donde se sacarían los recursos de otra forma. Si la política económica se redujera a encontrar un stock desde donde sacar fondos para mantener un modelo de expansión permanente, la vida sería mucho más justa y fácil, pero lamentablemente el comportamiento económico exige otro tipo de análisis.

Al final el sistema buscara equilibrarse, la revaluación real es un dato, la pregunta es en qué condiciones estaremos cuando lleguemos a donde no queremos llegar, y que niveles de stocks tendremos en ese punto a efectos de poder navegar el próximo ciclo económico.

miércoles, septiembre 15, 2010

Cosa extraña ¿Subestimación o Ajuste?

Hagamos un poco de historia presupuestaria. El gobierno ha subestimado sistemáticamente los ingresos en el presupuesto en una proporción que va desde una cifra cercana al 20% en 2005 a casi 40% en 2007. Sólo en 2009, cuando la recesión desplomó los ingresos reales, la subestimación fue de un dígito. Para 2010 el ingreso total, suponiendo unas transferencias de $ 24 mil millones del Banco Central y de $ 8 mil millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, sería de unos $ 344 mil millones, cuando el presupuesto decía $ 272 mil millones. Es decir, el presupuesto subestimaría el ingreso real en 27%.


Ahora bien, a partir de la existencia de los superpoderes el gobierno tiene discrecionalidad sobre la asignación de este ingreso excedente. ¿Qué hizo el gobierno con este ingreso excedente?

El siguiente gráfico resume la evolución desde 2004. Con la excepción de 2009, la proporción del ingreso adicional efectivamente gastada es creciente. Si en 2004 el 55% del ingreso excedente se convirtió en gasto por arriba del presupuestado, en 2005 lo hizo el 62%, 73% en 2006, y 87% en 2007 y 2008. La proyección del gasto en lo que va del año nos dicen que, en 2010, se espera que el gobierno se gaste el 100% de los $ 73 mil millones de ingresos subestimados.


Ahora bien ¿Qué puede esperarse del presupuesto de 2011?


“El proyecto de ley del Presupuesto 2011 que Kirchner ordenó defender plantea un crecimiento de la economía en torno al 6 por ciento, una inflación de un dígito, un dólar de entre 4 y 4,15 pesos y superávit fiscal gemelo, en torno al 3 por ciento del PBI en el caso del fiscal y el comercio exterior alrededor de 10 mil millones de dólares.”

Si esto efectivamente es así hay algo llamativo.

Por un lado, tenemos que la subestimación de la inflación llevará nuevamente a la subestimación de ingresos. 6% de crecimiento del PBI más, digamos, 9% de inflación con dólar planchado puede dar un crecimiento del PBI nominal de alrededor de 15%, que, según mi suposición, podría ser hasta la mitad del crecimiento nominal verdadero.

Esto no es lo raro. Van a subestimar ingreso pero, si es cierto ¿Qué es ese 3,0% del PBI de superávit?

Hagamos unas cuentas. Este año el superávit primario oficial, que incluye transferencias del BCRA y del FGS será de alrededor de 1,5%/1,7%. Si tenemos en cuenta que cada punto porcentual de crecimiento de los ingresos por arriba del gasto implica un ahorro de 0.15% del PBI para llegar a 3% de superávit el gasto tiene que estar entre 8% y 10% por debajo de los ingresos, o sea, asumir una suba del gasto nominal de 5%.

¿Dónde está el tongo? ¿Qué harán para compatibilizar 15% de crecimiento nominal con 5% de crecimiento del gasto? ¿Pasarán más gasto debajo de la línea? ¿habrá alguna movida extraña con el BCRA o sobre algún otro stock?

Todo muy extraño. Ya veremos

martes, agosto 10, 2010

Balas de Plata

Mientras los muchachos se entretienen en la seguidilla de posts más comentados en la historia de ESC (83, 18685 comments respectivamente) la pregunta de cierre del post anterior quedó sin ser respondida

¿Encontró el segundo Kirchnerismo la formula de la felicidad? ¿Cuál es la debilidad de este “modelo” económico y social existente desde 2006?

Resumamos la historia hasta aquí. Los cuatro años del Segundo kirchnerismo coinciden en el tiempo con una aceleración del proceso inflacionario especialmente centrado en la inflación de alimentos, proceso claramente regresivo y de impactos sociales directos. Sin embargo, durante el periodo se destacan dos factores que compensaron el deterioro social, logrando que los indicadores actuales no difieran demasiado de los de 2006 (a) las mejoras en el salario real de los trabajadores formales y (b) la puesta en marcha de dos programas de transferencias directas a alrededor de 5 millones de personas (la AUH y la moratoria previsional).

Entonces ¿Cuál es el talón de Aquiles de este modelo? La respuesta es breve y puede resumirse en una sola palabra que dejo al lector amigo adivinar no sin antes darle una pista: Empieza con “soste”, termina con “bilidad” y no es sosteraciolabilidad.

Lo que hemos visto durante los últimos cuatro años es un sistema que endógenamente conduce a un deterioro social cuyo impacto negativo fue compensado utilizando balas de plata. En una burda analogía física, piénsese en un sistema que, inherentemente inestable, se ha mantenido en equilibrio con la adición de fuerzas externas.

¿Cuáles son esos factores que han existido entre 2006 y 2010 y que es difícil que sucedan nuevamente en el futuro cercano?

En primer lugar repitamos la obvia y que ya hemos mencionado antes. No se han observado sensibles mejoras sociales respecto a 2006 a pesar de que el gobierno puso en marcha la AUH y la Moratoria previsional. ¿Habrá en el futuro margen para inyectar transferencias directas adicionales por un monto equivalente a los $ 27 mil millones de pesos que implicó la puesta en marcha de ambos proyectos? Difícil. La implementación de ambos programas te genera un salto de nivel de una vez, único y difícilmente repetible. Gone

En segundo lugar, la población no tenía en 2006 reinstaladas las prácticas indexatorias y defensivas típicas de todo proceso inflacionario prolongado lo cual permitió al gobierno avanzar en su política expansiva descuidando la inflación con poco riesgo de espiralización inflacionaria. En 2010 la situación es distinta, el nivel de precios reacciona más rápido al recalentamiento de la actividad y la inercia inflacionaria de un año al siguiente ya es un hecho (¿Cómo explicar sino el 15% de inflación de 2009?).

En tercer lugar, la macroeconomía no encontró durante el periodo el límite natural de la restricción externa, lo cual a su vez puede explicarse por tres factores que pueden considerarse excepcionales y que muy probablemente no estén disponibles para el manejo macro de los próximos años.

(a) La existencia de un tipo de cambio real inicial elevado que permitió que la apreciación del periodo no pusiera en jaque al sector externo. Esta apreciación tuvo como correlato un cambio en la participación relativa entre el trabajo y el capital ¿Pueden los sectores transables absorber hoy una apreciación adicional equivalente a la de 2006 a esta parte?.

(b) La divergencia con la política cambiaria en Brasil, que al apreciar su moneda evitó que la inflación argentina apreciara el tipo de cambio real multilateral más de 15%. Hoy el Tipo de cambio real bilateral entre Argentina y Brasil es el mismo que se observaba en 2006, a pesar del elevado diferencial de inflación.

(c) El excepcional comportamiento de los términos de intercambio que se encuentran hoy en su nivel más alto desde 1973, con una suba de 16% desde 2006. Sólo los años del primer gobierno de Perón muestran un cuatrienio tan benigno. ¿Veremos en los próximos años no digo una suba de los términos de intercambio sino tan sólo un mantenimiento de estos niveles?


(Tiemblo de sólo pensar en un escenario en el que un presidente llamado Alfonsín debe enfrentar una economía que ve desplomarse sus términos de intercambio. 80s show)

Tuvimos, en cuarto lugar y como ya decíamos aquí, un periodo 2006-2010 que se caracterizó por un excepcional incremento en los ingresos del Sector Público Nacional de 3,9% entre puntas, incluso superior al del primero kirchnerismo. Nunca en los 200 años de historia argentina hubo un gobierno que haya experimentado, en un periodo de tan sólo cuatro años, un incremento de la capacidad de financiar gasto público equivalente al que se vio durante el segundo kirchnerismo*, y si embargo, lo mejor que podemos decir es que las condiciones sociales son similares a las de 2006.

Entre 2006 y 2009 el gasto real del gobierno nacional creció en $ 86 mil millones, incluyendo los $ 20 mil millones de la moratoria pero sin considerar los $ 7 mil millones de la AUH. (Casi el 75% de la variación del gasto difícilmente pueda catalogarse de “gasto social” o incluso “redistribuidor” pero ese es otro tema y otro post)

¿Cuáles fueron las circunstancias que permitieron al gobierno financiar tamaña expansión fiscal (que, insisto, contribuyó a dejarnos en un nivel social equivalente al de 2006).

Son varios los factores.

(a) el propio crecimiento acumulado de 15% de la economía generó ingresos genuinos por $ 30 mil millones de dólares en concepto de impuestos y contribuciones sociales

(b) sin embargo, parte de este crecimiento debe ser considerado excepcional o un salto de nivel, en tanto hubieron al menos tres cambios impositivos durante el periodo ( (i) la suba de las contribuciones sociales de 7 % a 11% (ii) la caída en términos reales del mínimo no imponible de ganancias y (ii) la suba en las alícuotas de retenciones de 2007) y el factor términos de intercambio mencionado más arriba

(c) la estatización de la AFJPs generó flujos por $ 17 mil millones anuales ($ 10 por las contribuciones y $ 7 por los retornos del FGS), parte del cual debe ser considerado simplemente endeudamiento, en tanto tiene como contrapartida la acumulación de un pasivo no registrado con los jubilados del futuro*

(d) El gobierno inicia el periodo con una herencia del primer kirchnerismo. Un superávit de $ 19 mil millones. Transformando ese superávit en un déficit de $ 5 mil millones el gobierno logró financiar $ 24 mil millones adicionales de gasto.

(e) Finalmente tenemos un conjunto de ingresos transitorios o “espurios”. Las transferenciasl de BCRA, los ingresos que genera la moratoria previsional y el pago del FMI de 2009 que suman en su conjunto otro $ 15 mil millones.

En definitiva, lo que aquí vemos es que una parte mayoritaria de la variación del gasto fue financiada con una variación de recursos excepcionales, sea porque son transitorios (pago del FMI, moratoria), espurios (impuesto inflacionario) o saltos de nivel (términos de intercambio o cambios en las alícuotas impositivas.

En conclusión, lo que tenemos es que durante los últimos cuatro años se acumularon una serie de factores excepcionales que dieron margen de maniobra al gobierno y a la economía para enfrentar el deterioro social que genera la inflación. Entonces ¿Encontró el kircherismo la formula de la felicidad o sólo hemos vivido otro lustro de fiesta Men…perdón Kichnerista?

Atte

Ele

*Sólo si consideran que el nuevo régimen previsional funcionara por siempre esto último no es cierto, en tanto siempre habrá un trabajador activo pagando al nuevo jubilado. Si, en cambio, en algún momento del futuro vivimos una nueva reforma hacia un régimen de capitalización, lo que hoy entra al gobierno alguien deberá pagarlo.

martes, junio 08, 2010

Anclas

Discutíamos tangencialmente sobre el rol del gasto público en el proceso inflacionario y de repente, tenemos pequeñas novedades para los empleados públicos, al menos, para los del querido Mecon.

Por un lado, como ya es sabido, UPCN cerró un aumento del salario de +21% i.a.*, en un contexto donde el que baja de 30% pierde. Por otro lado, hoy los trabajadores de los Ministerios de Economía, Planificación e Industria encontraron un fuerte aumento de entre el 30%-50% en los precios del comedor (siendo estos, precios regulados ya que sus aumentos deben ser aprobados por las autoridades del caso).

Sólo para tomar un ejemplo, un menú estándar de milanesas con papas fritas + Coca 600 cm cuesta $22 ó USD 5,6 ó EU 4.74.

Habría que comparar este precio con el que se abona en condiciones similares en otro países (nuestros amigos del exterior podrán dar una mano) para ver como estamos en términos reales.

En fin... la inflación puede tener múltiples causales, pero no podemos negar ni el proceso ni que el sector público usa anclas. En todo caso, habría que discutir cuales, ¿no?. Según parece, todo apunta al TCR y al empleo público.

¿Qué hacemos Artemio? ¿Sostenemos el 20% para todo el año? Psssssssssss.

Saludos.

* 21% para los empleados en blanco (plata permanente) y en gris (planta transitoria). Para los tantos empleos en contratos de locación el aumento es menor, ya que pagan más monotributo.

PD: Si aumentan los precios del comedor de un ministerio es ¿por exceso de demanda?, juá!

PD2: Si, si... pero ya lo dijo El General.

lunes, marzo 15, 2010

La macro no se negocia

Mis tres años de práctica profesional, cuyo inicio coincide, minutos más minutos menos, con el momento en el que abrí este blog, me han convencido de algo. La teoría macroeconómica funciona. Hay, como diría el Pepe Mujica, un par de reglas macro que no sólo son conceptualmente intuitivas sino empíricamente ciertas. La micro la charlamos, la macro no se negocia.

Una de esas reglas es que existe un límite a la capacidad de la política expansiva (fiscal y monetaria) para impulsar la actividad económica. El límite es físico. La estructura productiva no puede siempre pegar saltos caprichosos hacia adelante. El límite no sólo está en la disponibilidad de insumos de producción (mano de obra, capital, energía, materias primas, etc) sino en el tiempo que necesita el sistema para reasignar los recursos.

Una economía llegando a su límite se manifiesta de dos maneras: inflación e importaciones. Viendo la combinación de ambas series para Argentina y la evolución de los indicadores de empleo que, desde principios de 2007, no mejoran ni un centímetro, hay indicios claros de que cerca de esa fecha, Argentina alcanzaba el límite
(Nota, la serie oficial de desempleo de la EPH tiene dos feroces dibujos en los valores de 2007q4 y 2008q4. En breve subo un post justificando la corrección que muestro en el gráfico)

Todo sería mucho más complicado si el rebrote inflacionario e importador no coincidiera con un impulso fiscal y monetario fuertísimo en una economía no muy alejada de su “producto potencial de corto plazo” (que no se cual es pero sé que está ahí). Podría, si las relaciones más elementales de la macro no se cumplieran, recurrir al argumento de los oligopolios, al del precio de los commodities o al reacomodamiento de precios relativos. Pero no. Están ahí. Se cumplen. O, mejor dicho, o se cumplen o la coincidencia es sorprendentemente oportuna. (click para agrandar)

Así, desde 2007 (con excepción de 2009 cuando la brecha en el producto reapareció), entramos en un sendero de políticas expansivas con bajo impacto en la actividad económica.

El problema es que los costos de buscar violar esa primer regla de la macro no se limitan a la inflación o a las importaciones, lo cual nos acerca a la segunda gran regla macro. La política fiscal está vinculada con su propio pasado y con su futuro o, como decimos los economistas, requiere cierta consistencia inter-temporal. El vínculo es relativamente simple. Independientemente del impacto que tenga sobre el producto, un año podes gastar sin financiamiento genuino, pero la capacidad de financiarte se complica a medida que mantenes el comportamiento irresponsable en el tiempo. Eventualmente chocas con el default o, sobre todo, con el  impuesto inflacionario..

Los seis años de gobierno de matrimonio Kirchner coinciden con el del mayor aumento en los recursos del sector público nacional de toda la historia económica argentina. Vean el siguiente cuadro, donde no se tienen en cuenta aquellas presidencias de menos de un año. Nunca como en la actual una gestión vio incrementarse tanto sus recursos respecto a la anterior. Los 3,5% de recursos adicionales promedio (que esconde una suba de 4.5% de 2003 a 2009) se ve secundado tan sólo por el 1.89% adicional de Ongania-Lanusse, el 1.83% de Illia y el 1.59% de Alfonsin (que tuvo su primavera).

Sin embargo, y a pesar de este fenomenal e inédito crecimiento en los recursos, la gestión K ha puesto nuevamente en jaque la consistencia intertemporal fiscal, impulsando a una economía que ya no muestra una brecha demasiado importante entre su producto efectivo y potencial.

El gasto total creció de $ 131 MM en 2003 a $ 267 en 2009 (en pesos de 2009). Sabemos adonde fue la plata. 1 de cada 2 pesos de destinaron al vergonzoso esquema de subsidios que buscó sostener ese mundo virtual y mediático de tarifas bajas y combustible barato. La pregunta es ¿De dónde sacó el ejecutivo los $ 136 MM adicionales?

Existen cuatro y tan sólo cuatro formas de financiar el gasto público (si encuentra una quinta, habrá violado la primera ley de la termodinámica). A saber, en orden decreciente de sostenibilidad (i) impuestos (ii) endeudarse (iii) emitir moneda y (iv) liquidar stocks (por ejemplo, privatizar). Todas tienen su analogía en algún movimiento contable (si cae el patrimonio neto o sube el patrimonio neto o cae el activo o sube el pasivo). En el siguiente cuadro podrá ver cuál fue la composición del financiamiento entre ambos períodos.

De los $ 136 MM:
1) $ 4 MM (3%) surgieron del flujo de ahorro que el gobierno tenía en 2003

2) $ 50 MM de ingresos tributarios (37%), la que personalmente considero la fuente más genuina de ingresos. De ellos, $ 8 MM pueden atribuirse al aumento de las alícuotas de retenciones de 2007 que, aunque polémicos, creo que corresponden también a la categoría de “genuinos”

3) $ 51 MM (38%) llegan de las contribuciones a la seguridad social, donde $ 6 MM corresponden a la estatización de las AFJP (su flujo, y no su stock) que, aunque también polémicos, son genuínos. $ 5 MM (4%), sin embargo, son ingresos transitorios que tenderán a desaparecer desde 2011, de jubilados que pagan cuotas por la moratoria previsional de 2006.

4) $ 23 MM (17%) corresponden a diversas formas del impuesto inflacionario y al pago que el FMI nos hizo hacia fines del año pasado. Puro financiamiento transitorio, espurio y regresivo.

5) $ 7 MM (5%) restantes fuero liso y llano desahorro

Note el lector como la suma del desahorro, el impuesto inflacionario y la moratoria previsional alcanza los $ 35 MM. Así el 25% del incremento del gasto público y 13% del gasto total es financiado a partir de recursos “no genuinos” y/o transitorios, lo cual inevitablemente genera un problema intertemporal.

¿Es esto un problema serio? No debería serlo, pero lo es. 2.5% puntos del PBI de colocaciones en los mercados durante un par de años no genera ningún problema de sostenibilidad en una economía creciendo al 3%/4% pero, como sabemos, el segundo tipo de financiamiento, intervención del INDEC mediante, está hoy vedado.

En cambio, optamos por la vía inflacionaria, la tentadora y regresiva vía inflacionaria.

Y así, la castidad de las reglas de la macro descansan invioladas y los cauces naturales siguen su camino. La inevitable jaqueca de domingo de una expansividad innecesaria y esteril nos arrincona en las siempre poco felices opciones que nos deja la realidad de una economía que, si uno la dobla demasiado, se rompe.

La solución, por suerte, no parece ser demasiado compleja. “Descremar” un poco el gasto y reabrir los mercados voluntarios de bonos. La buena noticia es que en un año de 4%/5% de crecimiento la corrección de estos desequilibrio no debería traer problemas. La mala es que hay que apurarse, porque mientras nos peleamos por el FoBic se acerca 2011, y sus U$S 20 MM de vencimientos de la deuda.

Atte

Ele

lunes, enero 18, 2010

Gasto público y recaudación en 2009

Llenemos con un poco más de contenido el post que subiera el viernes pasado, en el cual debo confesar un error de cálculo que el lector interesado no tardará en encontrar.


¿De dónde vino y adonde fueron los recursos fiscales nacionales durante 2009? 

Puede ver esta primicia de ESC en el cuadro que se presenta a continuación (click para agrandar): (aquí lo que pasó entre 2003 y 2008)


Fuente: Ingresos y Gastos

Tanto el gasto como los ingresos del tesoro nacional se incrementaron, en términos nominales, alrededor de $ 29 Mil Millones (MM) durante el año. Esto equivale a un crecimiento cercano al 15% en términos nominales y a un movimiento nulo en términos reales (suponiendo una inflación de 15%).

El 88% del incremento de la recaudación se explica por la suba de los aportes y contribuciones a la seguridad social. De este incremento, un 50%, aproximadamente, puede asociarse a la estatización del flujo de fondos previsionales de 2008. Recordará el lector que del total de aportes que por este concepto tributaban trabajadores y empleadores tan sólo el 20% (aprox.) se redirigía a los fondos de capitalización, flujo que habría representado en 2009 unos $ 13 MM.

La recaudación de impuestos internos, que explica el 30% del incremento total, creció un 19% entre 2008 y 2009, a pesar de las caídas en términos reales del impuesto a las ganancias (-11%) y del IVA (-5%). No es mala la performance recaudadora, especialmente explicada por el incremento en impuestos secundarios, en el marco de una economía contrayéndose un 3,5%. La recaudación por retenciones y derechos de importación, finalmente, cayó en $ 5,3 MM o 12% respecto a 2008.

En términos de gastos, el 45% del total del incremento fue a parar a la seguridad social, en un movimiento de flujo de $ 13,4 MM que dejaría al tesoro nacional un saldo positivo de $ 11 MM.

Creo que no hace falta explicar que de no ahorrarse, por cómo se estructura el sistema previsional actúan, el gasto de esos $ 11 MM representaría un incremento en el endeudamiento neto del Tesoro. Recuérdese que, cuando el estado cobra un peso en concepto de contribuciones sociales, está, a la vez, asumiendo un compromiso de pago futuro. Sube un activo (recaudación) y un pasivo (jubilación futura).

El segundo incremento en términos nominales se dio en subsidios al transporte ($ 4 MM) y en incrementos de gastos en educación y cultura ($ 3.6 MM), donde se incluye, vale aclarar, el programa “Futbol para todos”. La deuda externa se llevó $ 2,6 MM adicionales, con una caída en términos reales del 3%, y la salud y la promoción y asistencia social un adicional de $ 1.5 MM y $ 1.2 MM respectivamente.

En su conjunto, estos primeros cinco rubros explican el 85% del incremento en el gasto. En el cuadro de más arriba podrá ver un desagregado más detallado de los movimientos del gasto.

Ajuste de gasto se observa en los subsidios a energía, combustibles y minería ($ 2,4) y en los reintegros/subsidios al sector agroindustrial por $ 1.2 MM. El dinero destinado a la recopilación de información y estadísticas básicas, por su parte, se redujo en un 16%...ufff.

Con todo lo dicho hasta aquí ¿Usted que cree? La estructura tributaria y de gasto del estado nacional ¿Es más progresiva o regresiva que en 2008? ¿Cree que los movimientos descriptos actuaron expansiva o contractivamente? Y la pregunta más difícil de todas ¿Dónde pasaría tijera si el cierre de los mercados financieros nos fuerza un ajuste fiscal? (o, en su defecto, de donde obtendría los recursos adicionales).

Sabrán disculparme si, por razones de tiempo, no arriesgo todavía respuestas a estas preguntas.

Atte

Ele

jueves, enero 14, 2010

Devolvé la Bolsa, devolveeee.....

A partir de la estatización de los fondos previsionales de fines de 2008, el gobierno obtuvo, durante 2009, un flujo de fondos adicional  por $ 29 Mil millones.

El incremento del gasto por el mismo concepto durante el año fue de $ 11 Mil millones.

Los  $ 18 Mil millones restantes financiaron gasto corriente.

Muchachos, ¿Qué necesidad hay de simular que se busca una correspondencia entre lo que los trabajadores y los empleadores aportan y lo que cobran los jubilados? ¿Porque no lo blanqueamos, cerramos la ANSES y hacemos todo un gran mezcladito con las rentas generales?

Atte

Elemaco (que no logra arrancar 2010)

miércoles, octubre 21, 2009

¡Qué alguien piense en los niños!

En el marco más general de una política fiscal del Gobierno Nacional que ha tendido a diverger, y por muchos cuerpos, del discurso sensible y distribuidor que ha caracterizado a la actual gestión, hay un área en la cual la mejora en términos del esfuerzo en la asignación de recursos fiscales es evidente e innegable: Educación, Ciencia y Tecnología y Cultura.

El siguiente gráfico describe la evolución del gasto público consolidado (que suma el gasto nacional, provincial y municial) desde 1980 hasta las previsiones hechas por el Presupuesto para 2010. Sin dudas, al menos en cantidad de recursos, la administracion de Cristina se caracteriza por ser la que mayores recursos ha asignado al rubro, cumpliendose el compromiso de la  Ley 26.075 de Financiamiento Educativo (¿En que está gastando el tiempo y la plata la Subsecretaria de Medios que no nos está contando estas cosas?)


Sin embargo, el presupuesto que se presenta para 2010 tiene un dato llamativo, que imagino tendrá una explicación obvia y evidente y algún lector amigo me ayudará a resolver.


Para llegar al prometido 6% del PBI en 2010, la administración nacional incrementó el gasto público en educación en $ 2.100 millones, o un 12,5% respecto al gasto estimado para 2009. Sin embargo, hay algo llamativo cuando uno mira la composición de ese incremento. La asignación para el Ministerio de Educación, por ejemplo, crece en $1.030 millones o un 7,4% respecto a la partida de 2009 (¿Será eso más la inflación anual?), mientras que el crecimiento de la partida para la Jefatura de Gabinete crece en $ 650 millones o 22 veces más que lo que  recibía el año pasado.




La pregunta, amigo lector, es ¿Tenés idea que son esos 650 palardis que le dieron Anibal?

martes, julio 07, 2009

El gran modelo redistribuidor

No es objeto de este post hacer leña del árbol en caída, sino contribuir a ese debate que busca racionalizar el inexplicable hecho de que “el pueblo profundo” haya abandonado, hace menos de 10 días, el armado político que más veló por sus intereses en los últimos 30 años.

Sabiendo que cualquier gestión pública debe evaluarse por las políticas implementadas y no por los resultados, que surgen tanto del actuar del gobernante como de otros factores exógenos ¿Cuál ha sido, en el lustro largo de los Kirchner, el esfuerzo redistribuidor del Estado Nacional?

Recuérdese que existen dos grandes estrategias de redistribución del ingreso, a saber: la redistribución primaria del ingreso, asociada a los vaivenes del mercado laboral y a las medidas e instituciones que se diseñen para su regulación y la redistribución secundaria del ingreso que afecta la distribución del ingreso a partir del sistema tributario y el gasto público. La tercera estrategia, la redistribución de la riqueza, suele estar acotada por los límites que impone la Constitución Nacional.

Por ser la que considero preferible, y por no haberle dedicado suficiente cerebro y tiempo de estudio a la primera, este post se centra sobre la segunda estrategia, la redistribución vía impuestos y gastos.

El siguiente gráfico resume la evolución de erogaciones e ingresos de la Administración Pública Nacional desde 1993 hasta 2008 expresado en miles de millones de Pesos de 2008 (deflactado por el IPC de Buenos Aires City). Obsérvese como, luego del colapso económico de fines de 2002, ambas series comienzan un sendero creciente que lleva a duplicar los recursos disponibles.


Así, vemos que Nestor Kirchner recibe de su antecesor un Estado Nacional con un ingreso de alrededor de $100MM que se convierte, en un lustro, en uno con una disponibilidad de $200MM. Las gestiones K se caracterizaron por ser las de una Administración Nacional con mayor disponibilidad de recursos de la Historia Argentina.

Recursos y Gasto público en la era K

La gran pregunta obligada sería ¿De donde surgieron y donde fueron asignados los $100MM adicionales?

El cuadro, que es lo más amigable que logré organizar, muestra como se compuso el aumento de recursos y erogaciones para los primeros cuatro años (2004-2007) y el año 2008 respecto al promedio del periodo Duhaldista (2002-2003) . Aquí se muestran sólo las variaciones. El bodoque con los datos absolutos, incluidas las cifras para el periodo 2002-2003, se presenta al final del post.


En primer lugar, tenemos algo que no nos dice el cuadro. En promedio, el gobierno contó, entre 2004 y 2007, con $59MM anuales más que Duhalde. En 2008, esa diferencia ascendía a $97MM.

Veamos algunas cosas que nos si dice:

$25 de cada $100 pesos adicionales entre el periodo de Duhalde y 2004 y 2007, se obtuvieron por incrementos en la recaudación del impuesto a las ganancias, $28 de cada $100 vinieron del IVA y $18 de impuestos al comercio exterior. Las contribuciones a la seguridad social, de la mano de las mejoras en el mercado laboral, explican $20 de cada $100 pesos.

Vean cómo cambia esa composición cuando comparamos 2002-2003 con 2008. El impuesto a las ganancias, progresivo si los hay, cae de $25 a $13, en una reducción que será no sólo relativa sino también absoluta (cae desde $15MM a $13MM). El IVA, por su parte, cae de $28 cada $100 a $23 cada $100, aunque en términos absolutos pasa de $17MM a $22MM. Los grandes apuntaladores de los recursos fiscales fueron, boom de commodities mediante, los impuestos al comercio exterior, que pasa a explicar $27 de cada $100 adicionales en 2008 y el tributo a la masa salarial explicará también $27 de cada $100 adicionales.

¿En que se gastó la Administración Central este dinero?

En los primeros cuatro años, 20 de cada 100 adicionales se ahorraron. 43 fueron a servicios sociales repartidos un 55% para jubilaciones y aproximadamente un 15% para promoción y asistencia social, educación y cultura e infraestructura social respectivamente. 6 pesos de cada 100 pagaron deuda pública y 24 se destinaron a subsidios al sector privado, mitad y mitad entre subsidios al transporte y a energía y combustibles.

Este panorama cambia sensiblemente en 2008. El ahorro cae 15 puntos para aterrizar en 5 de cada 100. 12 de esos 15 fueron a subsidios que se terminaran llevando 36 de cada 100 pesos adicionales de recaudación del gobierno. Los servicios sociales suben 5 hasta 48, con un cambio de composición interna que implica un importante aumento en jubilaciones que se llevará tanto como el reparto de subsidios (36 de 100) y una caída hasta 0 de la asistencia y promoción social.

El esfuerzo redistribuidor

Sin embargo, los números presentados arriba tienen un problema ara el cual propondré una metodología que indudablemente recibirá críticas, de las cuales me defenderé diciendo que el cálculo es transparente y que, quien no esté convencido, puede rehacerlos a gusto y piachere con el excel que puede descargar de la bilbioteca.

Intentemos medir el “esfuerzo redistribuidor” de la gestión K. Hay, entonces, un problema con como se manejan las Contribuciones a la Seguridad Social basado en que (1) los recursos que se reciben por este concepto son de asignación especifica, o sea, sólo pueden ahorrarse o gastarse en seguridad social y (2) de los $26MM adicionales recaudados en 2008 respecto al periodo duhaldista, sólo una proporción menor (digamos 15%) se explica por cambio en la legislación tributaria, explicado el resto por el derrame de las mejoras en el mercado laboral.

Con esto en mente, rehago el cálculo anterior pero neteando del gasto en seguridad social aquel financiado con esa contribucion específicas, de manera de medir el “esfuerzo fiscal adicional” que la gestión K hizo para mejorar la situación de los jubilados. Para mantener las cuentas balanceadas, obviamente, también deben netearse esos ingresos de los recursos adicionales.

El resultado se presenta en el siguiente cuadro.

Vean cómo cambia sensiblemente el panorama. De cada $100 que la gestión K pudo asignar (insisto, los ingresos de la seguridad social debían asignarse a seguridad social) $49 fueron a subsidios al sector privado. ¿Me explico? Cuando tuvo que elegir, Cristina Fernandez de Kirchner decidió destinar uno de cada dos pesos adicionales al irracional, ineficiente y hasta regresivo subsidio al combustible, a la energía eléctrica y al transporte*.

¿Qué tan efectivo habrá sido ese gasto para mejorar la distribución del ingreso? ¿Cuánto habrá subsidiado el consumo de las clases bajas y cuando dilapidado en personas que no lo necesitaban?¿Cuánto habrá alimentado ese gasto innecesario el 50% de inflación licua-salarios acumulada entre 2007 y 2008? ¿Cuánto valdría ese dinero hoy que lo necesitamos para hacer política contracíclica? O si quiere cambiar el enfoque ¿Qué tan efectivo habrá sido ese gasto para impulsar una transformación productiva que apuntale el proceso de crecimiento del periodo previo?

Así, el gobierno con mayor holgura fiscal de la historia argentina, embanderado un discurso redistribuidor, derrochó la herramienta más poderosa que tenía a su disposición para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Las consecuencias, lamentablemente, están a la vista ¿O acaso ustedes piensan que el 35% de pobreza con un mercado laboral casi en pleno empleo son sólo culpa de los malditos noventa?

Al final, el voto no fue otra cosa que una realización de la conciencia de clase.

Atte

Ele

PD: ¿No concuerda con mis conclusiones? El debate está abierto. Tiene el Excel con el que trabajé en la biblioteca ESC para hacer sus propios cálculos.

PD: Fuentes: ASAP y Secretaria de Hacienda – Oficina Nacional De Presupuesto

jueves, enero 15, 2009

Trivia

Las series en el gráfico que ven a continuación muestran el porcentaje del construcción pública nacional realizado en dos provincias argentinas entre 1993 y 2006. Así, por ejemplo, si la línea roja fuera Tierra del Fuego (no lo es), la lectura seria “En el año 2003, el 2,5% de la construcción pública nacional se realizó en Tierra del Fuego”

¡Me juego los restos de Vitel Tone del freezer a que si le pregunto a 200 personas cuales son esas dos provincias, no se equivoca ni uno!

Atte

Elemaco


PD: Fuente
PD2: ¿Ya estás siguiendo a ESC?

lunes, noviembre 24, 2008

Superavit Estructural Argentino

El ejemplo más evidente y extremo de política fiscal anticíclica en la región (pensaba poner “keynesiana” para tentar a las fieras) es Chile. Desde el año 2000, la política fiscal chilena se determina a través de lo que se conoce como la regla del “superávit estructural” (Otro es Bolivia, aunque sin una regla explicita).

La lógica es simple. Utilizando (arbitrarias) técnicas econométricas se determina que parte de la recaudación tributaria es permanente y cual transitoria. Con ello, se diseña un presupuesto con un gasto un punto del PBI por debajo de la recaudación permanente. En épocas de bonanza, la recaudación permanente estará por debajo del la real, ahorrando el excedente en un “fondo anticíclico”. Cuando las vacas flaqueen la recaudación real caerá y se desahorra para mantener un nivel de gasto público más elevado.

Está regla es duramente criticada por quienes consideran que la deuda social es lo suficientemente alta como para estar amarreteando recursos y defendida por quienes sostienen que ha permitido a Chile no sólo llegar a tener un nivel negativo de deuda externa sino acumular una jugosa masa de liquidez que le permitiría enfrentar la crisis con mayor holgura.

No sufra innecesariamente, amigo lector, y olvide que de este lado de Los Andes, y a un lustro desde la “Gran Depresión”, todavía el 30% de los recursos presupuestarios se asignan vía decretos por obra y gracia de La Emergencia Económica.
Permítanme, entonces, hacer un ejercicio de masoquismo intelectual (al que le dediqué ayy, un hermoso fin de semana soleado) ¿Cuál seria la situación en Argentina si hubiésemos aplicado, en 2005, una regla como la chilena?

(Si la metodología le aburre, pase directo a donde dice “Los vagos desde acá”)

El primer paso es determinar el PBI estructural. Existen dos grandes métodos en la literatura para calcularlo, ambos arbitrarios y con grandes problemas conceptuales y metodológicos. Genérico es experto en eso y podrá ayudarme en los comments a dar más detalles…

…que no serán muy relevantes porque el muy animal de Elemaco reemplazó todos los sofisticados métodos econométricos por la simple regla :“El crecimiento potencial de Argentina desde 2005 es….5%” ¿No le gusta? Lola. Dígame otro y yo lo cambio. (Es 1% más del proyectado cuando renegociamos la deuda).



Con esto, obtenemos que la economía se encontraba, a fines de 2007, un 8,9% por arriba de su potencial. Si consideramos que cada 1% de crecimiento el empleo crece 0,5%, estamos hablando de 250.000 puestos de trabajo sobre un total de 10,1 millones de trabajadores.

El segundo paso es distinguir la parte transitoria y permanente de la recaudación de 2005 a 2007. Para eso separé los impuestos en dos: (a) Las retenciones y (b) todo el resto. La recaudación permanente de retenciones es la que habría habido si el precio de la soja y del petróleo hubiese sido igual al promedio de los cinco años anteriores. Para estimar la recaudación estructural de todo lo demás calculé cuanto varia la recaudación de un impuesto cuando varía el PBI. Puedo calcular, entonces, cuanto habría crecido la recaudación con un PBI potencial creciendo al 5%. Los resultados se resumen en los siguiente cuadros y gráficos:




Finalmente tenemos el tercer y último paso. Teniendo el nivel de recaudación permanente determino el nivel de gasto público un 1% del PBI por debajo y lo comparo con el gasto público real, para ver cual fue el nivel de gasto “excedente”

(Los vagos desde acá)

El gasto "excedente" acumulado entre 2005 y 2007 (con una regla fiscal como la chilena) es de entre 4,4% y 6,7% del PBI. ¿Eso es mucho o poco? Piense que es aproximadamente el 50% de 15 años de ahorro previsional que el gobierno estafatizó la semana pasada.

Los resultados tienen dos prerrequisitos importantes. Parto del supuesto de que (a) Argentina creció más de lo que "podía" y (b) se gastó más de lo que debía. Si usted no cree que exista una limitante a la capacidad real de crecimiento de un país o algún criterio “racional” que deba guíar la evolución del gasto público (que puede no ser el que plantee pero que seguro no es la que se usó) entonces partimos de axiomas distintos.

El objetivo de este post ha sido, simplemente, tratar de cuantificar este exceso.

Cuando el gobierno realiza política fiscal expansiva su impacto se reparte entre tres variables: Crecimiento, inflación e importaciones. Una economía pujante cerca de su “potencial” tendrá poco margen para crecer. Si la industria bulonera puede fabricar 20 bulones por mes....puede sacar 20 bulones por mes. Lola. 22 tal vez si triplica los turnos. Si la demanda de bulones crece será parcialmente desalentada con mayores precios y cubierto el resto con importaciones.

Entonces, para analizar el talento de nuestros “Policy Makers” durante el periodo 2005 a 2007 deberíamos tratar de contestarnos ¿Cuánto de esos 5.5% (4.4% más 6.7% dividido 2) de gasto excedente logró efectivamente impulsar permanentemente la actividad? ¿Cuánto se desperdició en alimentar la espiral inflacionaria que en su pico llegó a rozar el 30% interanual? ¿Cuánto se derramó en el 82% de crecimiento de las importaciones entre 2007 y 2004? Y sobre todo….

…¿Cuántos puestos de trabajo habría podido salvar en la economía Argentina de 2008?

Atte

Ele

PD: Excel fuente acá

PD2: "Gasto público" es del nivel nacional. No incluye erogaciones de gobiernos subnacionales, siendo las más obvias salud y educación. La recaudación está neta de coparticipación, por lo que no se incluyen las transferencias del gobierno nacional a las provincias (Ni las discrecionales ni que dictó el congreso)

miércoles, noviembre 14, 2007

De la ciencia a las Tarifas!

Y una cosa llevo a la otra y esa otra derivo en este post, que vengo a ofrecer a ustedes con un grado de inspiración que supera mis estándares mínimos aceptables. La combinación de un par de días leyendo sobre el tema y el actual y feliz upgrade de la Secretaria de Ciencia y Técnica a Ministerio terminó de convencerme.

"Resulta" decían autoridades competentes sobre el tema "que el gasto publico en Ciencia y Tecnología ha aumentado sensiblemente durante la administración de Néstor, revalorizándose, por ejemplo, la carrera de investigador del CONICET. Un becario gana hoy 1800p frente a los 500p de hace algunos años.

Ni lento ni perezoso (o mejor, no tan lento y perezoso) arme el siguiente grafiquito con data del mecon:


No se ustedes, pero yo desconocía esta evolución. 0.06% del PBI puede parecer poco en términos relativos pero es mucha mucha platica. Si pensamos que incluso sucede en un PBI que crece al 9% anual la novedad es doblemente buena. Néstor ha sumado un poroto y crishhtina está un poco mas linda.

Hecho estilizado 1: El gasto en CyT rompió su tendencia decreciente desde que asumió Néstor.

Pero el árbol no me tapó el bosque y continué durante un rato largo en el buceo de los datos, hasta llegar a los que a continuación os comparto, como buen samaritano, para que puedan presumir con sus amigos con estos numeritos bomba.

El gasto primario consolidado es hoy (y por hoy entiéndase fines 2006) del orden del 30% del PBI, similar al que se tuvo durante los '90 y unos 3% por arriba del de los '80. En servicios de deuda pública se ha ahorrado 1,7% del pbi respecto al lustro 98/02 y se mantiene en valor similares a los del resto de la década menemista.


Hecho estilizado 2: gastamos mas o menos lo mismo y pagamos menos interés que durante la crisis.

¿Y que paso con los otros componentes del gasto publico?

Grande la sorpresa de este servidor cuando este tercer grafico apareció en su Excel


Aun a pesar del traspaso de las escuelas a las provincias y del deterioro de la calidad educativa en el país, afirmación que entra en la categoría de "en duda" luego de vistos estos datos, el gasto publico en educación durante los noventa crece constantemente durante la década del noventa, superando ampliamente los guarismos observados en los 80 y caen tan solo luego de la deva, cuando muy probablemente la inflación licuo los salarios de los educadores. Néstor recupera, cuando asume, la tendencia creciente del gasto educativo. Mamma mia!! Esta me sacudió. Habrá que compararlo con los 50/60/70s ¿no?

Hecho estilizado 3: Durante los noventa hay un sostenido crecimiento del gasto en educación, que se frena con la crisis y se recupera con NK.

Continuemos, continuemos, así voy llegando al cierre con la papa! Puede verse en el siguiente grafico la evolución de la previsión social (jubilaciones) y del gasto en salud. En el primero puede verse claramente eso que ya había mencionada por acá. La principal fuente de ahorro público fueron los abuelitos (salvo que haya pasado algo que haya reducido la población de viejitos en una tercera parte, cosa de la que no estoy enterado). 2 puntitos del PBI (situación que, aclaro ha sido parcialmente revertida durante 2007). En salud, aunque no se ve bien, el gasto hoy es unos 30 centavos de PBI menor al promedio 98-01 y similar al de toda la década del 90.


Hecho estilizado 4: Durante los noventa aumento en casi 2 puntos el gasto en previsión social, aumento que se revierte luego de la crisis.

Pero para que no quede Néstor como un ogro social, justo es destacar que el gasto en promoción social ha aumentado casi un punto desde el 2003, amen de los planes jefes y jefas que podrán ver en azul en el siguiente grafico.


¿Pero como puede ser, Elemaco? Dijiste que el gasto agregado se mantuvo, que bajo 1.7% el gasto, que los jubilados tienen 2% menos y un tantito menos en salud y si no hice mal las cuentas eso esta muy parcialmente compensado por el aumento de la promoción social ¿Donde esta la plata? ¿Donde? Show me the Money!!!

¡¡¡Que buena pregunta, escritor-anonimo-que-se-mete-en-mis-post-para-hacerme-preguntas-oportunas!!!!! Mire el siguiente gráfico


Hecho estilizado 5: Entre el fin de la convertibilidad y el 2006 aumento 3% el gasto público en servicios económicos

¡¡Si señores!! La plata durante la administración K se ha ido al pago de servicios económicos. No a jubilados, no a trabajadores ¿Les suena subsidios para el transporte y la importación de combustibles? Así, hemos tenido al urgente gasto social contenido (ceteris paribus el superavit fiscal) por transferencias del sector publico al sector privado, básicamente, y como no hace falta aclarar, para contener la tarifas.

"Es una gasto social" me dirán "porque la contención de las tarifas sostiene el salario de los trabajadores, con un impacto social mayúsculo.

"Si pero no!!" contestare yo "Es un gasto muy ineficiente porque se diluye en sectores medios y altos que no deben ser el target del gasto social. No, al menos, mientras haya un pobre!!

Y asi hago una pausa, respiro y escupo las conclusiones: Muchachos, suban las tarifas*, súbanlas. Desarmen este esquema perverso (faaa que exagerado) que impide poner la plata donde hace falta.

Oblíguenme a apagar la compu a la noche y a mi futura mujer a no colgarse 1 hora en el teléfono con sus amigas y con los 2 puntitos que me cobran, hagan mucho mucho mucho gasto social, tarifas sociales, aumentos a jubilados, gasto en ciencia, un país feliz y mas prospero...

“Vos sos de derecha y querés que las privatizadas recuperen las rentas extraordinarias” me dirá Escriba con los tapones de punta.

“NO!!” retrucare yo “El aumento de las tarifas no tiene porque transformarse en una ganancia neta para las privatizadas si son acompañadas por una inteligente estrategia de mediano/largo plazo de regulación, sin la cual estamos fritos, que exija, por ejemplo, inversiones y mejoras en la calidad.

Al menos así lo veo yo!

*"Las tarifas" es una palabra generica. Obviamente, y aunque no esta explicito, hace falta un analisis puntual de cada caso para ver la real necesidad y/o la magnitud de un potencial ajuste.


Composición del gasto público consolidado del estado argentino como porcetaje del PBI