miércoles, marzo 30, 2011

Impuestos al salario y las libertades del lenguaje tributario

Como todos los años (y como resultado de la inexistente inflación), el Gobierno, los sindicatos y la oposición encaran el más increíbles de todos los debates al evaluar la posibilidad de incrementar los mínimos no imponibles del impuesto a las ganancias. Como todos los años, no logro contener mi perplejidad al ver que se plantea como una medida progresista de defensa al bolsillo del trabajador.

Expresé mi opinión en este espacio en reiteradas oportunidades (por ejemplo, acá y acá). Para no repetirme y aburrir (¡No puedo dar garantías de lo segundo, aunque la previa con Gene me permite intuir que lo que acá concluyo es medio ruidoso!) permítanme darle otra vuelta a la tuerca.

Una transformación clave de la economía argentina en los últimos 20 años (y digo 20 no por casualidad) fue la evolución de la estructura tributaria hacia una más moderna y sólida, cuyas características más salientes puedan resumirse en el siguiente grafico*
Además de consolidar su capacidad recaudatoria para alcanzar un ingreso total equivalente al 30%, en los últimos 20 años (algo más si se incluye provincias y municipios) se produjo un crecimiento sostenido de la participación de impuestos más progresivos en el total recaudado (como los impuestos a los réditos/ganancias y al patrimonio), en perjuicio de otros más regresivos (como el IVA o los impuestos al trabajo).

Ahora bien, en algún momento alrededor de 2005 esta tendencia a la mayor progresividad recaudatoria se detuvo, comenzando una leve tendencia hacia la caída en la participación de los impuestos “buenos”.

Esta dinámica puede explicarse por tres fenómenos.

El primero de ellos es el estancamiento en la recaudación de los impuestos “progres” que, desde 2004, oscilan alrededor del 7.5%.
El estancamiento de estos impuestos progresivos tiene a su vez varias explicaciones. En primer lugar, manteniendo constante la estructura tributaria, la recaudación de impuestos progresivos es más alta cuanto más concentrado este el ingreso y la riqueza, y más baja cuando la distribución mejora (la razón técnica la explico en otro post para no eternizar este). Cuando la distribución empeora, sube ganancias, cuando mejora, baja. Así, el sistema tributario actúa, en parte, amortiguando los cambios en la distribución del ingreso por lo cual parte del estancamiento observado desde 2004 (al igual que parte de la tendencia creciente en el periodo previo) se explica, de esta manera, por las mejoras distributivas. Por otro lado, la propia caída en las tasas de rentabilidad del capital (que es algo parecido pero no es lo mismo que el punto anterior) de los últimos años respecto a los obscenos valores del primer kirchnerismo redujeron la base imponible.

En sentido opuesta, la recaudación de impuestos progresivos se mantuvo constante a pesar de que el gobierno prohíbe aún la exposición de los balances contables a la inflación, con lo cual la recaudación de ganancias se mantiene artificialmente más alta de lo que sería en un contexto de menos inflación.

Ahora bien, volvamos entonces a la pregunta original ¿Qué más explica la reciente caída en la participación de los impuestos progresivos sobre el total recaudado?

El segundo fenómeno, como puede verse en el siguiente gráfico, es la dinámica de los impuestos al consumo (80% IVA pero también impuesto a los cigarrillos, al chupi, a los combustibles, a los autos, etc). Este grupo de impuestos mostraron una dinámica creciente que los ubica hoy alrededor del 10% del PBI (+- el dibujo de las Cuentas Nacionales desde 2007).

El incremento de la carga tributaria sobre el consumo es, en realidad, algo más alto que la que se refleja en la serie de recaudación sobre PBI. Desde 2003 a la fecha el consumo privado creció sistemáticamente por debajo del resto de los componentes del PBI (contradiciendo esa idea del “boom de consumo” que según este servidor es incorrecta) por lo cual el incremento de la recaudación sobre el consumo es incluso más alto.

Aunque no está bien juzgar la progresividad de un impuesto haciendo abstracción de en qué se gasta la plata, creo que este incremento de la carga sobre el consumo debería ser una tendencia a revisar en cualquier reforma del sistema tributario.

Sin embargo, la principal explicación al estancamiento y retroceso en términos de progresividad de la recaudación se explica por lo que pueden ver en el siguiente gráfico: la evolución del impuesto al salarios o, como solemos llamarlos aquí de los aportes y contribuciones a la seguridad social. El impuesto al trabajo creció algo más de 4% del PBI entre 2003 y 2010.
(Debería separar en el gráfico los aportes por diversos conceptos, porque no es hoy lo mismo el descuento por la obra social que el de la jubilación, pero permítanme hacer abstracción de ello).

En el contexto actual y en particular después de la moratoria y estatización del sistema previsional, pensar que el descuento sobre el salario tiene un carácter de contribución y no de impuesto (esto es que hay como correlato entre el acceso a una jubilación a la hora del retiro y lo que uno contribuye durante su vida activa) es un pobre reflejo de lo que en realidad pasa. Cuando, por un lado, casi el 50% de los jubilados nunca aportó, cuando la remuneración del 85% de los jubilados se encuentra entre una mínima y 1 1/2 mínima independientemente de sus aportes y cuando el 35% del financiamiento de las jubilaciones no surge de los aportes, llamar contribuciones sociales a los descuentos al salario y no impuesto al trabajo es tan sólo una libertad del lenguaje.

En conclusión, lo que se observa en la estructura tributaria en el último lustro es una combinación de (1) un estancamiento de la recaudación de los impuestos más progresivos como ganancias o impuestos al patrimonio (2) un crecimiento de la carga tributaria sobre el consumo y (3) un fuerte crecimiento de la recaudación en concepto de impuestos sobre la nómina salarial formal.

Ahora bien, para ir cerrando y volviendo al tema que abrió el post, si oposición, sindicatos y gobierno pretender encarar una reducción de impuestos (como hacen cada vez que discuten el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias) ¿Qué tiene más sentido? Apuntar todos los cañones hacia el más progresivo de los impuestos o, en cambio, encarar una reforma de dos impuestos (IVA y Contribuciones sociales) que, silencioso y sin prisa ni pausa, corroen las mejoras en la progresividad de la recaudación de impuestos?

Dejo la pregunta abierta. La seguimos en los comentarios

Atte

Luciano

*Incluyo entre los progresivos al impuesto a las ganancias, a los premios de azar, a la ganancia mínima presunta, al patrimonio y a las transacciones financieras y de capital. El gráfico incluye también, para quien guste, a los impuestos al comercio exterior, así no convierto al post en uno sobre retenciones si o retenciones no.

jueves, marzo 17, 2011

La historia no se repite, pero yo ya la viví

Varios teclados hemos gastado en este blog debatiendo las particularidades de la coyuntura macroeconómica que, en consonancia con la visión de la gran mayoría de la profesión autóctona, combina una foto opaca pero no trágica con una película preocupante para el futuro cada vez menos lejano (excúsenme la generalización quienes no comparten esta visión, pero una falacia ad populum es un recurso práctico para abrir un post).

Una de esas películas se puede ver en el siguiente gráfico. Con excepción de Brasil, que con su política cambiaria compensa la nuestra, el tipo de cambio real muestra un persistente proceso de apreciación con el grueso de nuestros socios comerciales.

Ignoremos por un momento a la inflación y lo distintos problemas macroeconómicos que genera (el riesgo de espiralización, sus impactos en el crecimiento y en los comportamientos microeconómicos, sus impactos distributivos, etc). Supongamos también que la situación internacional y la gestión macroeconómica local no cambián. Esto es, que se mantiene alta la liquidez internacional, que no hay cambios en la política de Brasil, que el precio de los commodities sigue alto, que el mundo crece y que la política macroeconómica local mantiene el sesgo fuertemente expansivo que caracterizó a todo el periodo K.

¿Cuáles son los posibles escenarios que se abren para la situación macroeconómica de persistir las tendencias actuales?

Vamos por partes.

El primero de ellos es el del soft landing, es decir, un escenario en el que la apreciación del tipo de cambio real se detiene endógenamente alrededor de algún valor más o menos estable sin una intención explícita del gobierno por lograrlo (esto es, sin la puesta en marcha de algún tipo de plan de estabilización).

Dos argumentos se me ocurren que justifican este escenario. Dejando de lado la opción de pasar a un régimen cambiario de “reptacion” (crawling peg) por ser intrínsecamente explosiva, tenemos, por un lado, el argumento (defendido por varios conspicuos kirchneristas y dentro de la BEA por el microeconomista Musgrave) de que hay un nivel de inversión tal que la inflación se desacelera y converge a un nivel estable.

El principal hueco de esta explicación es olvidar que la inversión, además de ser un medio de acumulación de capital es, en el corto plazo, demanda agregada. Alcanza con tener en cuenta que para tener un flujo de producción en el tiempo de $ 10 tengo que invertir más de $ 10 para notar que el impacto neto expansivo de la inversión es expansivo y a partir de allí, en un contexto como el actual, inflacionario.

El segundo argumento autoestabilizador es el de la Paridad de Poder Adquisitivo , según la cual la tasa de inflación local debería converger hacia la tasa de inflación internacional más la expectativa de devaluciación del peso. Palabras más, palabras menos (y para mantener el post en menos de 1000 palabras), la idea subyacente es que el dólar disciplina el precio del los bienes transables y, a partir de allí, la dinámica inflacionaria.

El mejor ejemplo de la puesta en práctica de un ancla cambiaria como mecanismo estabilizador fue la del programa del 20 de Diciembre de 1978 de Mártinez de Hoz (“La Tablita”, que incluía un componente coordinador de expectativas ausente en la actual pseudo-ancla cambiaria) que fracasó rotundamente cuando, no disciplinados por el tipo de cambio, los precios de los no transables siguieron su curso inflacionario. La teoría de la PPP es una de las más estudiadas y testeadas (y rechazadas) por la disciplina económica y, en aquellos casos donde no es rechazada es considerada una relación de muy largo plazo, lo suficientemente largo como para que no convenga esperar.

Descartada la autoestabilización del tipo de cambio real entran en juego los dos escenarios en los que el peso continua apreciándose.

El primero de estos escenarios es en el cual la apreciación llega a un punto en el cual la creación de empleo se resiente y la actividad se desacelera lo suficiente como para controlar el proceso inflacionario. El tipo de cambio real se estabiliza a costa de destrucción de empleo y recesión. No es obvio (o al menos a mi no me resulta obvio, como por ejemplo mostraba acá y acá) que haya una relación lineal e inequívoca entre tipo de cambio real y nivel de actividad, pero si hay bastante consenso (y está bastante documentado) que la excesiva apreciación de la moneda es dañina para la economía.

El segundo escenario es en el que la apreciación pone en riesgo el balance de pagos. La sobreapreciación afecta negativamente la cuenta corriente y a partir del momento en el cual los agentes empiezan a dudar de la capacidad de financiar su déficit (via créditos, Inversion extranjera directa, de portafolio o reservas) también la cuenta capital.
La suba de demanda de dólares, en este contexto, sube el tipo de cambio nominal y detiene la apreciación del tipo de cambio real (y da origen a otros problemas nominales, pero esa es otra historia).

El gobierno puede, a partir de su política macroeconómica, intentar manejar el timing de ambos escenarios. Con políticas expansivas puede postergar la desaceleración y con otras que apunten a generar confianza sobre la sostenibilidad del balance de pagos (desde tomar créditos en el exterior hasta imponer controles de capitales) postergar la reversión en las expectativas.

El problema es que, con cada intervención, el gobierno gasta cartuchos. Subir el gasto público es factible mientras haya capacidad de financiamiento, devaluar sólo mientras el pasaje de tipo de cambio a precios sea lo suficientemente lento, consumir reservas mientras las haya, renegociar la deuda (Holdouts, Club de Paris, Megacanje) son medidas de una sola vez. En el ínterin, la dinámica inflacionaria juega su propio juego y la inercia se consolida y acota la libertad de acción del gobierno.

En conclusión, en ausencia de un mecanismo auto-regulador “no doloroso” y suponiendo la continuidad de las (malas) políticas públicas (y si ignoramos las posibles malas noticias del exterior y la complicación del proceso inflacionario), la macroeconomía juega una carrera donde la salud del mercado de trabajo compite con la del balance de pagos. La pregunta ya no es tanto el qué sino el cuándo. El paso del tiempo nos irá revelando cuál de estos escenarios se vuelve realidad.

La historia no se repite, pero yo ya la viví

miércoles, marzo 16, 2011

La inflación de 2010 fue del 25%

"Artículo 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender."

Me sumo a la campaña para decir en voz alta esas cosas que aparentemente en democracia no se puede decir.

Si quieren conocer la metodología, mandenme una carta documento.

Luciano

"Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los buenos" M. Luther King

jueves, marzo 03, 2011

Nada que decir

El tema es así. Lucho se fue de vacaciones hace ya casi una semana. Cuando se fue, me dijo: “cuídame el blog, mantenelo vivo”. Por supuesto, como buen argento, mi respuesta fue: “anda tranquilo amigo, yo me ocupo”.

Paso el tiempo, y la verdad, no escribí nada. ¿Porqué?. Motivos personales de diversa índole, trabajo también, pero más fundamentalmente, por que no se me ocurre sobre que escribir en estas semanas de marzo.

Creo que necesito un ghost writer, o al menos, algún amigo del blog que escriba un post así yo lo subo y esto no se cae a pedazos. Pero no, no lo tengo. O al menos, no por ahora (si alguien quiere aportar, me escribe acá y ya).

A falta de todo lo anterior y de inspiración, voy a robar ideas tomadas de un amigo para quién los blogs son una bosta, demasiado superficiales y carentes de sentido. Charlabamos, cerveza de por medio, sobre lo molesto, cansador e incorrecto que es el informe de TN sobre el precio del tomate y la respuesta de 678 sobre el precio del rabanito.

Hablábamos, claro esta, del temita de la inflación. Y más específicamente, del tema de los márgenes que aquí trato el amigo Elemaco. Existe una idea por allí dando vueltas, que si las empresas ganan “mucho”, esto genera aumento de precios. Y como evidencia, se suele estudiar la tasa de ganancia de tal o cual sector. El problema con este tipo de “evidencia” es que pierde por completo el punto que se quiere hacer cuando se menciona a la puja distributiva como mecanismo propagador de los impulso inflacionarios.

Dicho en pocas palabras: para que haya inflación por puja, lo que tiene que existir es una inconsistencia ex-ante entre las aspiraciones de ingreso de los diferentes sectores sociales. Es decir, que el supermercado gane mucho o poco ex-post, no tiene relación alguna con la dinámica de la inflación.

O de otro modo; lo que genera inflación es que muchos actores quieran mejorar su posición relativa de modo recurrente induciendo aumento en los diferentes precios sobre lo que ellos influyen y no el resultado de esa pelea.

Es decir, el super aumenta sus precios. Esto baja los salarios reales. Los trabajadores fuerzan subas de salarios para compensar esa caída. Esto sube los costos y reduce la ganancia del super. El super aumenta los precios… (puede empezar la ronda donde más le guste)

Es por eso, que el nivel de margen poco nos dice sobre la relación entre puja distributiva y su correlato en los precios.


Si ya sé. No dije nada nuevo. Pero al menos, mantenemos el ritmo.

Saludos.

Genérico

miércoles, febrero 16, 2011

Fanelli y las interacciones macro-microeconómicas.

Gran nota del Profe Fanelli quien, junto con Frenkel, posiblemente sea el responsable de que este servidor entienda la economía como una incesante interacción macro y microeconómica, por ejemplo con párrafos como este:

"De hecho, lo ocurrido con el pacto social propuesto por el gobierno hacia fines del año pasado es un buen ejemplo en relación con esto. La propuesta de pacto social se desvaneció antes de nacer porque debía asentarse sobre una macroeconomía imposible: es altamente improbable que los representantes de empresas, Estado y trabajadores lleguen a consensos fuertes en un contexto de alto nivel de actividad, ausencia de restricción externa y alta inflación. Con alto nivel de actividad y sin la amenaza del despido, es difícil que los sindicatos acepten el modo “pausa” en sus reclamos de ajustar salarios en función de la inflación, de forma de dar tiempo a que una eventual “tregua” distributiva se refleje en menor inflación. Con alta recaudación tributaria y acceso al financiamiento monetario del Banco Central, el gobierno no tiene incentivos para restringir el gasto y, en particular, corregir distorsiones en los subsidios a la energía y el transporte. Con alto superávit comercial y reservas, tampoco hay motivación para defender el tipo de cambio real. En lo que hace a los incentivos de las empresas, por último, cuando las ventas y los flujos de caja son elevados y el gobierno es renuente a pagar costos políticos para atacar las distorsiones fiscales y de precios relativos, no es realista esperar que las firmas, de forma aislada, adopten una actitud rígida ante los reclamos salariales y paguen los costos del conflicto si les resulta factible tomar una actitud más pasiva, pasando los mayores costos a precios.

(...) es usualmente sencillo entender por qué cada uno de los actores carece de incentivos para cambiar las conductas que generan los desequilibrios: bajo las circunstancias existentes, cada actor encuentra motivos suficientes para defender sus intereses de la manera en que lo hace aún cuando sea evidente que el resultado agregado de las interacciones será inconsistente y probablemente llevará a una situación que termine por perjudicar a todos."

viernes, febrero 11, 2011

El lenguaje del Homo-economistus

Luego de meses se ausencia y aprovechando el tono jocoso que nos dejó el milanesas para todos vuelve el "Elemaco de Viernes", para descontracturar y arrancar el fin de semana más relajado. En esta oportunidad les traigo un refrito de un post que hace algo más de cuatro años iniciaba Larry y yo complementaba. Como dice Mirta “el público se renueva”, así que sospecho que la gran mayoría de los lectores no lo habrá leído.

Sabido es que muchas de las discusiones cotidianas se explican, sencillamente, por problemas de lenguaje. Es decir, no es extraño que exista alguna falla en ese mecanismo de comunicación que transforma las ideas del emisor en palabras, las palabras en sonidos y el sonido en ideas en el cerebro del receptor.

El economista debe ser una de las subespecies humanas más afectadas por estas deficiencias, lo cual nos ha hecho ganarnos un lugar especial en el corazoncito de muchos. Para muestra basta un botón ¿Qué viene a tu mente si te digo…

Palabra Al ser Humano Al Economista
Nafta Mezcla de hidrocarburos líquidos volátiles e inflamables obtenidos del petróleo crudo, que se usa como combustible en diversos tipos de motores. Tratado del Norte de America que convirtio a Mexico en una ensambladora gigante.
EMI Productora Internacional de Musica Estimador Mensual Industrial. Numerito que periodicamente se revisa para ver si sigue la fiesta o si ya estan apagando las luces
Encaje Prenda de vestir femenina.fabrica de desiluciones Herramienta de politica monetaria
Esterilizar Hacer infecundo y estéril lo que antes no lo era. Herramienta de politica monetaria
Secar la plaza Quitar con un trapo o toalla el líquido o las gotas en la superficie de un espacio público Retirar pesos de circulación como mecanismo de política monetaria
Activo y Pasivo Dicese de las preferencias/inclinaciones entre los homosexuales Componentes de la hoja de balance
Patron Oro Presione Aqui... Modelo Cambiario del siglo XIX
TiR Anticorrosivo. Refrigerante. Anticongelante. Tasa Interna de retorno
Prima Respecto de una persona, hijo o hija de su tío o tía. Pago en exceso sobre una tasa de referencia. Pago en concepto de cobertura de seguros, compra/venta de derivados, etc.
Tazas/Tasas Vasija pequeña, por lo común de loza o de metal y con asa, empleada generalmente para tomar líquidos (1) ¿Tasas Activas o pasivas? ¿Nominales o reales? ¿Libor?
The big Push Presione Aqui... Rosestein-Rodan, Teorias del desarrollo, Fallas de coordinacion, etc, etc.
Islas Cayman Las vacaciones ideales Territorio Brítanico en Ultramar ideal para el lavado de dinero.
CIF Producto de Limpieza Costo, Seguro y Flete
Marginal Dicho de una persona fuera de las normas sociales comúnmente admitidas. Un pobre que vive entre cartones El aumento o disminución de una función generado por la última unidad
Bono Paul David Hewson, músico irlandés, integrante de la banda de rock U2 Instrumento de Deuda pública o privada
REM influyente banda de rock estadounidense, formada en Athens, Georgia en 1980 Relevamiento de Expectativas de Mercado
Reservas Mecanismo para garantizarse lugar en un hotel, en un restaurante, etc Activo del BCRA
Modelo explosivo Facundo Arana Convertibilidad
Pt …. Precio de un bien en el momento T


Feliz viernes!

Ele

Update: Me dicen en facebook que "La oferta monetaria determina el nivel de Pt" es el equivalente de los economistas de "Billetera mata galan"!! Genial.

jueves, febrero 10, 2011

!Habemus plan antiinflacionario!

Cierren los ojos y traten un segundo de visualizar el momento.

Martes 16:00. Golpean la puerta y al oírse la voz femenina desde adentro, el funcionario entra con paso solemne. Desde el umbral de la puerta se asoman algunas cabecitas curiosas, que quedan del lado de afuera cuando la pesada puerta de madera se cierra.

Avanza unos pasos y, muy serio, se para frente a ella. No se le ven bien las facciones, porque esconde sus ojos detrás de unos anteojos como estos (ver el segundo 2:05).

“Tenemos un plan, Señora, para acallar esas críticas que llegan desde la prensa” dice, mientras le acerca al escritorio la carpeta cruzada con un gran “confidencial” en rojo en su tapa.

Ella abre la carpeta y lee. Levanta la cabeza y lo mira. Durante unos segundos, se sostienen la mirada sin parpadear. Al ver que él no ríe, ella no ríe.

"¿Milanesas para todos?" pregunta.

"Si, Señora. Milanesas. Y encima se las damos preparadas para que no pierdan tiempo empanando la nalga" dice él inmutable.

Afuera del despacho, explotan las carcajadas cuando escuchan que ella con voz firme dice "Me gustó, muy buena idea. Denle para adelante".

Comienza él a retirarse cuando se oye la voz desde su espalda “Un momento”, siente la mano de ella sobre su hombro que lo obliga a darse vuelta "Hay algo que no entiendo, No me cierra".

El bullicio del otro lado de la puerta se interrumpe. El comienza a preocuparse. “Se habrá dado cuenta” piensa, mientras nota como los músculos de su cuello se tensan y una gota de sudor le recorre la sien.

Ella vuelve a su escritorio y se acomoda en su sillón, medita unos minutos, toma algunas notas, piensa mientras él espera parado mirándola sin reír. Ella levanta la cabeza, se muerde el labio y lo mira dubitativo.

Silencio. Solo el repiquetear de la lluvia del martes a la tarde.

"Las milanesas para todos son de carne ¿No? porque si fueran de pollo seria "supremas para todos"

“Así es, señora” contesta, mientras visiblemente relajado comienza a dirigirse hacia la salida.

Segundos después saldría por la pesada puerta de madera con la palma derecha apuntando hacia arriba, para ver como el dinero apostado pasaba de las manos de los vencidos a la del vencedor, que rápido de reflejos empieza a pergeñar su próximo "para todos"

lunes, febrero 07, 2011

Puja distributiva, inflación y dinero - monetaructuralistas vs estructunetaristas

Deben ser contadas con los dedos de la mano las veces que uno se cruza con algún artículo o paper que le abre la cabeza. Tuve la suerte de, casi por casualidad, encontrarme con uno de ellos hace unos pocos días. El autor del texto se llama Robert Rowthorn, un reconocido economista post-keynesiano, que presenta en este paper de manera elegante y con una matemática relativamente sencilla, un modelo que interrelaciona las tres variables que titulan este post.

Este texto me da, además, pie para continuar el debate que mantenemos desde hace un tiempo con algunos bloggers amigos, entre ellos Escriba (ver aquí), que se empeñan en empaquetar las explicaciones inflacionarias en dos visiones antagónicas y excluyentes: (1) Están quienes creen que la inflación es un fenómeno exclusivamente político, en el que la concentración y el poder de mercado convergen hacia una puja distributiva inflacionaria y (2) están, en la esquina opuesta, quienes creen que es estrictamente un problema de naturaleza monetaria. ¡Y eso es todo amigos!

Sin embargo, Rowthorn construye una explicación (poco ortodoxa) que logra interrelacionar las visiones antagónicas en una única más general en la que ambas son una parte de la misma explicación (como decíamos aquí hace un tiempo).

¿Cómo se interrelaciona la moneda y la puja distributiva para explicar el fenómeno inflacionario?

Comencemos por la puja distributiva, es decir, el reparto de las rentas entre las partes de una negociación. La puja, a priori, requiere que en la economía existan no sólo tomadores sino también formadores de precios, una de las paradojas más conocidas de los modelos de competencia perfecta. Rowthorn se centra en la más conocida de estas pujas distributivas, la puja salarios-precios.

El proceso inflacionario se produce cuando el formador de precios, disconforme con el resultado de la negociación salarial, busca descargar sobre sus compradores el diferencial que separa lo que quiere ganar de lo que acordó ganar en la negociación salarial. La inflación es el resultado de la agregación de cada aumento individual descentralizado, que a su vez deteriora el salario real y da lugar a una nueva ronda de negociaciones salariales.

Esquemáticamente, entonces, tenemos algo así.
Desmenucemos en diferentes partes la dinámica de este proceso de puja distributiva:

Complejidad: Noten que suele simplificarse el análisis al concentrarse en la negociación entre los trabajadores y los empresarios. Un análisis menos simplificado incluiría la nueva ronda de negociaciones entre los empresarios y sus clientes (otras empresas o el Estado a quienes provee de insumos o bienes de capital, algún extranjero a quien le exporta o los consumidores) que tendrá características muy similares a la descripta previamente.

Es decir, la puja distributiva no es una negociación bilateral sino una serie de cadenas de negociaciones que recién cuando se agregan y se cierra sobre si misma se transforma en un proceso inflacionario. Dicho de otra manera, el trabajador, cuando ve caer su salario real por una inflación más alta de la esperada, no perdió contra el empresario con el que negoció el salario, sino contra “la macro”.

Inercia: La inflación se retroalimenta a si misma a partir de su influencia en la negociación del próximo periodo. ¿Motivos? (i) como mostraba Rollo acá, una vez que comenzó el proceso inflacionario alcanza con que las partes busquen de manera escalonada en el tiempo volver a la situación inicial para que la inflación se acelere, (ii) si la inflación pasada contribuye a formar las expectativas de inflación futura, entonces entra en la negociación salarial, donde se busca establecer el salario real para todo un periodo y no sólo para el momento inicial, (iii) para niveles bajos, la inflación es una variable prácticamente irrelevante en la negociación. Sin embargo, hay un punto de quiebre estructural (como mostraba Rollo que mostraba Krugman acá) a partir del cual pegarle a la inflación futura es lo más importante del contrato, momento en el cual se vuelve inercial, (iv) la inflación depende de la cantidad de rondas de negociación que se den en un año, acelerándose endógenamente si es la propia inflación la que acorta el plazo de la negociación promedio

Poder de mercado:
¡
El elegido de todos! Cómo decía acá hace unos días (y acá en Clarin) este proceso se autopropaga porque la inflación también genera poder de mercado al depreciar el stock de información. Además, la intensidad del proceso inflacionario dependerá de la capacidad promedio de los eslabones de pasar los mayores costos al siguiente eslabón. Si por cada 1% que aumentan sus costos (entre ellos los salariales) el empresario tiene capacidad de trasladar al eslabón siguiente más de un 1%* entonces el poder de mercado acelera el proceso inflacionario y lo desacelera en caso contrario.

Aunque sin duda es un factor que aporta, medir la intensidad de este mecanismo es un fenómeno empírico que, como decía acá, creo que para valores de elasticidad razonables está lejos de poder explicar aceleraciones de la inflación como los actuales.

Entonces, asumamos y aceptemos la pata “estructuralista” que nos explica porque la dinámica del conflicto en base a complejidad + inercia + poder de mercado puede inducir procesos inflacionarios autopropagados. Ahora bien, nos falta determinar que rol juega la moneda/dinero en esta historia para cerrar la explicación que nos propusimos.

Sabemos, y creo que no vale la pena entrar en detalle en este post, que existen múltiples canales a través de los cuales la política macroeconómica (y entre ellas la monetaria) pueden afectar la demanda agregada** de la economía. De manera simplificada, utilizando el gasto público o influyendo sobre la cantidad de dinero o las tasas de interés o el tipo de cambio, entre otras, el gobierno puede lograr que, dado un nivel de los precios, los compradores estén dispuestos a comprar un poco más o un poco menos.
Ahora bien, si el gobierno tiene capacidad de afectar con sus decisiones de política a la demanda agregada hay un paso adicional que está faltando para cerrar el círculo ¿Cómo afecta el nivel de demanda agregada a las “aspiraciones” de los formadores de precios en el proceso de puja distributiva?

La relación es bastante simple. A mayor demanda agregada mayor la probabilidad de que el formador de precios no se enfrente con un “no te compro” como respuesta a su intento de trasladar el incremento de costos hacia adelante. Es decir, el nivel de demanda convalida los intentos de puja de los formadores de precios. De esta manera, el gobierno puede, desde con su política macroeconómica, influir los incentivos de los formadores de precios a iniciar una ronda adicional de puja distributiva.

Es decir, la puja distributiva no es otra cosa que el canal a través de la cual la política macroeconómica se refleja en un mayor nivel de precio.

En conclusión, a partir del paper de Rowhorn, podemos construir una combinación estructuralistas y monetaristas que puede describirse esquemáticamente de la siguiente manera:

¡Habemus síntesis monetaructuralistas/estructunetaristas!

¡Eureka!

(Preparando el autopase ¿Cuáles son las recomendaciones de políticas que se desprenden de la visión monetaructuralista del mundo? Las dejamos para el próximo post).

Atte

Ele

(*) En realidad es 1% por la participación del insumo en los costos totales.
(**) El lector atento habrá notado que, como un caso general, todo el proceso de puja distributiva puede ser fácilmente incorporado en la determinación de la oferta agregada.

viernes, febrero 04, 2011

¿Aceleramos?

Post Insustancial para ir pensando en el fin de semana.

Varios amigos de la casa se han preguntado en los últimos días, a partir de una inspirada intervención de ELY, cuanta apreciación más aguanta la economía argentina (pueden verse ejemplos acá, acá y acá). Esto también plantea la pregunta de que harán en Reconquista 250 con esta tendencia.

¿Podemos intuir algo mirando rápidamente la evolución del tipo de cambio nominal? La verdad, todavía no mucho. Aunque sí se percibe que los primeros días de 2011 vieron algunos indicios incipientes de aceleración en la tasa de devaluación mensual que en términos anualizados se ubica al 3 de febrero cerca del 17%:
Si bien no parece nada del otro mundo, este ritmo de aumento en el tipo de cambio nominal supera todo lo observado en 2010. Aunque, también debe decirse, en los primeros meses del año pasado el BCRA aprovechó para dar los principales saltos en la cotización del peso respecto de dólar, para luego finalizar el año con una devaluación punta a punta menos al 5%.

Entonces, ¿arrancamos 2011 como 2010? Con un año electoral por delante, ¿será tan tranquilo el segundo semestre como lo fue en 2010?, ¿se viene otro saltito en el tipo de cambio nominal?...

¿Como la ven?

Saludos

Genérico

PD: Sobre los posibles impactos de una deva hemos discutido mucho por acá. También en casi toda la BEA y también en los caretas de Foco Económico (que será cualquier cosa, pero seguro que no es BEA).

jueves, febrero 03, 2011

Serrucho jubilatorio

Sinceramente no me queda claro si subieron, si bajaron, si subieron pero después bajaron, si bajaron pero después subieron, si mas o menos están igual, si tengo que ponerme contento por lo felices que van a estar en marzo o mal por lo tristes que van a estar en febrero, si lo importante es que en relación a la canasta general están un poquitito más arriba o en cambio que en relación a la canasta alimenticia están un poquitito más abajo....


Atte

Luciano

PD: de enero a marzo supone inflación de 2,5% mensual.

miércoles, febrero 02, 2011

Rebautizando

Aclaración a la comunidad (y a las autoridades de la Dirección de Lealtad Comercial, con quienes este servidor no quiere tener ningún tipo de inconveniente).

El IPC-ESC alimentos no es, como el lector desprevenido puede haber entendido, un Índice de Precios al Consumidor sino un Índice de Peso Corporal, con quien tristemente comparte las siglas

(¿O era un Índice de Pasión Catalana? ¿el de Presión en las Carótidas? ¿de Patrimonio Cultural? ¿El del Partido Comunista?).

Bueh, lo importante es que no vaya a ser que crean que es un Índice de Precios y resulte que estamos expresando en voz alta esas cosas que se supone que en democracia no hay que estar diciendo.

L

miércoles, enero 26, 2011

Ennavarrando la cancha inflacionaria

Me mandan en el post anterior una nota de Norberto Navarro de página 12 de hace unas semanas, donde sostiene el punto del elevado poder de mercado de las comercializadoras minoristas, argumento que, como sabemos, es utilizado por algunos para explicar el proceso inflacionario.

A partir del poder de mercado que tienen estas grandes empresas, presionan a los proveedores para mejorar sus condiciones de compra y mediante un proceso de fuerte remarcación de los productos obtienen márgenes extraordinarios. Según un reciente estudio de la Facultad de Economía de la UBA, el margen neto promedio sobre facturación de las cadenas de supermercados en Europa y Estados Unidos es del 1,5 por ciento. En Argentina, hasta hace cinco años era del 3 por ciento. Ante el fuerte crecimiento de la demanda, ese margen ya alcanza el 3,8 por ciento.

(Las negritas son mías. ¿Alguien tiene acceso al documento de la FCE al que hace referencia?)

¿Leyeron bien?

El margen neto creció de 3.0% a 3.8%.

Vamos de nuevo, y le cambio la notación de punto a coma decimal por si alguien usa algún otro sistema.

De 3,0% a 3,8%

Es decir, y suponiendo por simplicidad que margen neto es igual a margen bruto, que, a pesos de 2005, si la cadena de supermercados compraba a $ 100 y vendía a $103 hoy cinco años después vende a $103.8, es decir, un 0.77% más caro. La concentración del mercado minorista generó una inflación interanual de 0,15% (y eso que el margen puede ser resultado de pagar menores costos y no necesariamente de cobrar mayores precios).

Microeconómicamente puede ser una fortuna de plata pero macroeconómicamente….

0,15% anual….

I rest my case.

lunes, enero 24, 2011

Inflación y poder de mercado

Será por el calor, será la necesidad de vacaciones (porque la semana festiva nunca jamás me alcanza), será que todavía no vi en lapoliticaonline.com esa encuesta que dice que la intención de voto de Cristina está de nuevo en el treinta y poco porciento, será la incertidumbre de la dulce espera o simplemente porque, según dicen, el 24 de enero es el peor día del año para el estado de ánimo . No lo sé. Lo cierto es que arranqué 2011 sintiendo que todo el debate económico en el que estamos inmersos se parece a una película mal doblada de sábado a la tarde en algún canal de aire. 

“Uh, mira lo que están pasando” decís cuando haciendo zapping, te cruzas con los Cazafantasmas, Bettlejuice o la revancha de los nerds. Si bien te entretiene un rato, al poco tiempo te das cuenta que no sólo la visual ochentosa le quita el encanto que tenía hace 30 años, sino que ya la viste tantas veces que hasta te sabés los diálogos. 

Una de esos estados “Cine Shampoo” se me genera cada vez que veo en la blogosfera el siempre presente debate de “la inflación se explica por los mercados concentrados” (cuyo exponente más cercano posiblemente sea Escriba). Mucho se ha escrito sobre la supuesta relación entre la estructura de los mercados y el proceso inflacionario, cuyo mejor corolario es, posiblemente, este ya antológico post del profe Olivera. Sin embargo, porque no aprovechar la parsimonia veraniega para darle una vuelta de tuerca más 

¿Cuál es la relación entre la concentración de mercados y la inflación? 

Una de las primeras lecciones que los economistas recibimos cuando empezamos la carrera es que concentración de mercado no es sinónimo de poder de mercado. Es decir, lo importante no es si son una, dos o doscientas empresas las que venden un producto, sino si la posición de mercado es aprovechada en perjuicio del consumidor (donde "consumidor" no es otra cosa de la manera mainstream de llamar al trabajador!). 

Todo economista se cruza en algún momento de su formación con el modelo de Bertrand, que data de mediados del siglo XIX. El argumento del modelo es bastante simple. Si compiten entre sí, alcanza que haya dos firmas en un mercado para que ninguna de las dos tenga poder de mercado (es decir, pueda cobrar un precio excepcionalmente alto). Es decir, al final del día lo importante es cómo se comportan (si compiten o no compiten) y no cuantas son.

Ahora bien, ¿Cómo afecta la inflación al poder de mercado de las firmas? 

Un fenómeno empírico archiregistrado de todo proceso inflacionario es que a mayor inflación, mayor dispersión de los precios incluso al interior de un mismo mercado. Es decir, cuanta más alta es la inflación, mayor será la diferencia que uno va a encontrar en el precio de un mismo producto en distintos locales (Hay evidencia para Argentina acá, EE.UU acá, para Israel acá entre muchos otros. Quien quiera los papers que chifle). 

Pero ¿Por qué la inflación aumenta la dispersión de precios?

Mariano Tommasi, en un trabajo de 1993 con una mátematica no para cualquiera pero con argumentos bastante intuitivos, propone algunas ideas sobre el vínculo de la inflación y la dispersión de precios (algo parecidas q las que sosteníamos acá). 

Imaginen que deciden salir a comprar un par de zapatillas. En su primera compra, recorrerán cinco, diez locales hasta encontrar el que tenga las zapatillas al mejor precio. Pueden repetir el procedimiento en su segunda compra, pero a medida que se repitan las compras se vuelve cada vez más innecesario: con las compras del pasado uno puede construirse un mapa de los locales para distinguir los baratos de los caros (lo cual le llevó tiempo ergo dinero). 

Ahora bien, si en algún momento el local más barato decide subir sus precios, el consumidor podrá castigarlo simplemente comprando en otro local, lo cual a priori lo desincentivaría a subir el precio. Es decir, cuanto mayor sea la información que maneje el consumidor, menor el poder de mercado del vendedor (en el límite el consumidor tiene toda la información disponible y estamos en caso de “competencia perfecta” de manual).

Ahora bien, el problema es que a mayor inflación, mayor la frecuencia con la que los locales ajustan sus precios con lo cual la información que haya acumulado el consumidor tenderá a depreciarse más rápido. Como no conviene acumular un stock que se deprecia rápido, el consumidor tiene menos incentivos a estoquear información de precios de otros locales, lo cual otorga una ventaja al vendedor: podrá subir su precio sin miedo de perder su cliente, para quien salir a buscar información es ahora más costoso acumular información. A rio revuelto, ganancia de pesador.

Si esto efectivamente es así, cuanto mayor sea la inflación, mayor será el precio que puede poner un local sin temor a que el consumidor lo abandone, es decir: la inflación otorga poder de mercado al vendedor, que podrá cobrar un precio más alto que en un entorno, más competitivo en el que el consumidor pudiera elegir mejor o, lo que es lo mismo, los salarios reales serán más bajos que sin inflación.

Como distintos vendedores, en función de las características del mercado, podrán hacer un uso diferencial de este beneficio cobrando distintos márgenes, el corolario natural será que, justamente, mayor inflación se transformará en mayor dispersión de los precios. Es decir, más inflación, mayor poder de mercado, mayor dispersión de precios. Voila!

Conclusión: En un mundo donde los consumidores tienen información imperfecta, la inflación induce comportamientos no competitivos de los vendedores. La causalidad va para el otro lado. No serían los mercados concentrados los que inducen la inflación sino que, en cambio, es la inflación la que otorga poder de mercado.

Atte

Ele

sábado, enero 15, 2011

Derechos BEAticos

Nosotros se los regalamos el jueves a la tarde y el sabado a la mañana los citan a ellos! La BEA tendria que hacer un piquete, che!

L

Pd: Decí que Campa hizo el lunes la primera cita (creo) de Clarin a la BEA en el cuerpo del diario

jueves, enero 13, 2011

“BEA para Todos” presenta: IPC-ESC Alimentos

Complementando la reciente publicación que el amigo Natalio Ruiz hiciera de su IPC-CqP desde ESC presentamos a la sociedad al flamante IPC-ESC Alimentos, siguiendo esa política gratuita y open-source que tan bien se lleva con la descentralizada y descontracturada “cultura blogueril”.

El IPC-ESC Alimentos, como su nombre lo indica, es una estimación del capítulo “Alimentos y bebidas” del índice de precios al consumidor en función de los datos de ocho provincias argentinas que aún hoy presentan su información desagregada a nivel capítulos o equivalente: Chubut, Neuquén, La Pampa, Jujuy, Santa Fe, Misiones (que tienen un retraso desde Julio), Tierra del Fuego y Rio Negro, cuya evolución interanual puede verse en la siguiente presentación.
El IPC-ESC Alimentos incluye un ligero cambio metodológico respecto al índice construido por Natalio en CqP. Utilizamos el método de análisis de componente principal que permite obtener una estimación que representa el componente común en la inflación de todas las provincias. El dato así obtenido se utiliza para correr una regresión simple sobre el índice de alimentos oficial para el periodo 2002-2006 desde donde se extrapola para llegar al presente. Los resultados se presentan en el siguiente gráfico.



Creemos que esta metodología representa una mejora respecto al promedio simple de los datos de las provincias no intervenidas. Nótese, por ejemplo, como el IPC-ESC alimentos ajusta mejor al IPC-GBA durante el periodo sin intervención respecto al promedio, que parecería sistemáticamente subestimar la inflación oficial.


¿Cuál es la estimación comparada del IPC-ESC Alimentos en relación a otras mediciones privadas?

Como puede verse en el siguiente gráfico, el IPC-ESC Alimentos tiene una evolución muy similar a la estimación de alimentos y bebidas de Inflaciónverdadera.com desde 2008 (desde cuando existen las primeras estimaciones interanuales) a la fecha. En perjuicio del IPC-ESC, inflacionverdadera.com tiene una actualización mucho más rápida. En beneficio tiene una muestra bastante más grande y un lapso de tiempo más extenso. Las estimaciones de Buenos Aires City, por su parte, con datos interanuales desde enero de 2010, fueron durante el año sistemáticamente más altas, alrededor de 7% por arriba de nuestra estimación.
Ahora bien, ¿Cómo ir un pasito más allá para aprovechar la sinergia que puede generarse entre los distintos blogs de la BEA?


Simple. A partir de la estimación de Natalio de la inflación nivel general y de nuestra estimación de inflación de alimentos y bebidas podemos construir un simil índice de inflación subyacente, eliminando de la primera el aporte de la segunda, lo que (creo que poco marketineramente) hemos intitulado IPC-BEA Core, que no es otra cosa que el IPC-CqP neto del IPC-ESC Alimentos*. Voila


Hechas las presentaciones de rigor, y ofreciendo al público la serie histórica para descargar acá, quedamos a vuestra disposición en los comments.

Atentisimamente

El equipo de ESC (Gene, Ele y, desde las sombras, Gabriel Zelpo)

*La fórmula utilizada es: (IPC-CqP - 31%*IPC-ESC alimentos) / (1-31%) donde 31% es la participación de alimentos en el total.

miércoles, enero 05, 2011

Mapamundi de la BEA

Original post de Matías, miembro de la BEA que recién acabo de conocer, aunque escribe hace casi un año, con una entretenida etiquetación de la Blogosfera Económica.

(Nuestro ego siempre hambriento descansa pachorro y bien alimentado!)

martes, enero 04, 2011

Proyección ESC 2011

A pocos días de terminado 2010, y aún en proceso de ponerme al día con las novedades durante los días de mi finalizado receso festivo, no dejo de sorprenderme con las lecturas divergentes que distintas personas pueden hacer viendo más o menos los mismos datos. Mientras, por ejemplo, el amigo Escriba se mofa de la idea de estanflación o aplaude que los salarios en dólares (¿?) crecerían un 17% en 2011 según Bein, mi lectura del año que termina me deja un sabor bastante amargo y muy pocas ganas de reírme despreocupado. 

No puedo dejar de pensar que 2010 fue un año de fin de ciclo. Así como 2003-2006 fue el periodo en el que los indicadores sociales mejoraron como resultado del crecimiento y la creación de empleo, en 2010 vimos el fin del segundo ciclo kirchnerista. Es decir, el periodo en el cual el gobierno logró impedir el deterioro social a partir de la expansión del Estado de bienestar. La aceleración del proceso inflacionario desde fines de 2009, que llevo la variación de precios desde 13%/15% en diciembre 2010 a los 24%/26% actuales logró echar por tierra gran parte de los beneficios de la Asignación Universal que fuera implementada un año atrás.

Es decir, a pesar de las nuevas transferencias directas a alrededor de cinco millones de personas, a pesar de la suba de 61% en el gasto público en términos reales, a pesar del crecimiento acumulado de 15% en los últimos 4 años no puede afirmarse que la situación social a fines de 2010 sea mejor que la de fines de 2006. Asimismo, el mercado laboral tiene poco dinamismo, en un contexto de bajo desempleo macroeconómico, tanto en términos de cantidades (el empleo creció entre 2.5% y 3% en 2010) como de precios, con un salario real prácticamente estancado o hasta en caída, incluso a pesar de la apreciación real.

*no olvidar que los salarios de los no registrados tienen este problemita.

Mirando hacia adelante, la buena noticia es que, inducido por factores endógenos y exógenos, las restricciones presupuestarias tradicionales (financieras, fiscales o cambiarias/de balance de pagos) ubican a la economía bastante lejos de un contexto de crisis, lo cual no es poco para un país como la nuestro. Como resultado de los avances en la reinserción financiera internacional, de la elevada liquidez internacional, de la soja nuevamente en precios records, del acelerado crecimiento en la recaudación tributaria, de la licuación de deuda pública y externa y la acumulación de activos internacionales o del enanismo de nuestro sistema financiero, entre otros, hoy la probabilidad de crisis es bastante baja.

Sin embargo, y a pesar de que las restricciones no acogotan, hay varios factores que hacer prever que la demanda agregada difícilmente muestre la dinámica del pasado (algunos anticipados acá)

En primer lugar, es probable que las exportaciones tengan una pobre evolución durante el año. Con una campaña agrícola que ya se sospecha se ubicará por debajo de los valores de 2010 y, sobre todo, por el pobre panorama europeo y el enfriamiento esperado en Brasil (para quien se estima una reducción de casi 4% en su crecimiento y el fin del ciclo de apreciación del real), posiblemente el crecimiento interanual no se encuentra muy por arriba del mínimo número de dos dígitos.

El panorama de la inversión es mixto. La construcción fue una de las grandes decepciones de 2010, con un crecimiento no mucho más alto que el de la economía en su conjunto (cuando es un rubro altamente procíclico) en un contexto de altos precios y poca actividad inmobiliaria. Creo que el país debe aún vivir la corrección del mercado inmobiliario que ya experimentó gran parte del mundo, lo cual sería una muy mala noticia siendo que la construcción fue la principal fuente de creación de empleo de la última década.

La formación bruta de capital, en cambio, mostró una dinámica interesante durante el segundo semestre del año, que posiblemente se extienda a 2011. Tres factores convergerán este año, y sinceramente me cuesta especular sobre cuál es el que dominará: La necesidad de invertir en mantenimiento y reposición tras un largo periodo de bajo inversión para satisfacer la demanda creciente, la apreciación de la moneda que abarata los bienes de capital y el efecto “esperar y ver” que afecta la inversión como resultado de la incertidumbre. Difícilmente veamos un boom inversor, aunque lo más probable es que se parezca más al escenario de fines de 2010 que al de principios del año.

Es en el consumo privado donde creo que veremos la desaceleración más importante. En primer lugar, y por las razones mencionadas más arriba, no veo a la masa salarial creciendo mucho durante el año, en particular la de los no registrados con más dificultades para evitar retrasarse en las escaladas de precios y salarios. En segundo lugar, durante 2010 existió el efecto de una vez de la Asignación Universal puesta en marcha a fines de 2009 por casi 2% del PBI que no existirá en 2011 (es decir, sólo la variación real de la AUH respecto al PBI es expansiva). En tercer lugar, el consumo de 2010 fue principalmente dinamizado por la compra de bienes de consumo durable (autos, lavarropas, heladeras, plasmas, etc) que difícilmente se repita en 2011. Mi humilde impresión del crecimiento de los bienes de consumo durables es que se explican por (a) la caída en la propensión a ahorrar y (b) el paso de stocks de ahorro a bienes, ambos fenómenos impulsados por la inflación y de corta vida.

Queda así el consumo público como el ancla al crecimiento y la evolución del gasto del último trimestre del año, con gasto creciendo entre 40% y 50% interanual con amplio uso de financiamiento del BCRA (repito, 40% y 50% interanual), son sólo una muestra de lo que creo veremos durante 2011.

Dado un crecimiento esperado de la demanda la pregunta es si la oferta agregada, en un contexto de baja capacidad ociosa, logrará seguirle el pulso. Como se sabe, las señales de una oferta que no le sigue el ritmo a la demanda son dos: aceleración inflacionaria y crecimiento de las importaciones. Lo primero es conocido, la inflación se aceleró entre 10% y 12% puntos en 2010. Lo segundo empieza a ser preocupante, con importaciones que aún a fin de año crecían a más del 50%. Creo que sentiremos restricciones de oferta en 2011 como no se vio en ningun otro año de la última década.

En conclusión, y como el año pasado, aquí dejo registrado mi pronóstico. Así como para 2010 estuve casi 2% por arriba del “consenso”, este año estoy 1.2% por abajo del 5,2% promedio del REM. Mi número mágico es 4% con una inflación con un piso de 25%.

Apuro el cierre de un post que se hizo demasiado largo, e invito a seguirla en los comments. Creo que 2010 fue un año de transición y que 2011 da inicio a un nuevo-viejo ciclo (sabremos en algunos meses si el tercer ciclo K o el primero post K). Nuevo porque será distinto de los recientes, viejo porque tendrá muchas de las características que Argentina tuvo durante décadas. Es decir, es problable que el crecimiento acelerado empiece a abandonarnos, no así, lamentablemente, el proceso inflacionario.

Ojala a Escriba le toque reírse último, porque sino no habrá mucho de que reírse.

Atte

L

PD: Aclaración. Esto refleja mi opinión y no necesariamente la de Gene

miércoles, diciembre 29, 2010

Vieja, ¡poné los fideos que ya estamos todos!

Ahora sí. Muchos de nuestros profes salen al ruedo y se suben al bondi.

El 2010 cierra con una BEA 2.0 Deluxe Edition.

¡Saludos y buen 2011 para todos!

Equipo de Economista Serial Crónico(*).

(*) Esta de moda hablar así. Nosotros de equipo así dicho mucho, pero mucho, no tenemos. Pero bue, si los sumamos a Uds. somos una linda banda.

Ex-post: Decepciona un tanto ver que mantienen la onda elitista que inició Foco Económico:

Pero no importa. En 2011 lanzamos BPT, es decir, BEA Para Todos.

Ex-Ex-Post: Se pasan y nos agregan en la blogroll. A mi (por peronista será) me arreglan fácil. Mucha suerte gente!


miércoles, diciembre 22, 2010

Jinetes de la Libertad

Vamos cerrando el año con un pseudo post balance, ya que mientras Elemaco (alias Luciano Cohan) esta de vacaciones quedo yo solo a cargo para sostener los trapos.

Veamos, según Statcounter en el último año recibimos un total de aproximadamente 200.000 visitantes. La dinámica de estas cargas es la que muestra a continuación. Resulta bastante evidente que algunos post fueron más leídos que otros, con diferentes picos a lo largo del año.

Contando aquellos con visitas totales que superaron las 1.100, se destacan los siguientes post (que Uds. siempre pueden volver a visitar): ¿Quién Lo Dijo?, Inflación Heterodoxa, El Gobierno Logra Superarse a Si Mismo, Para Muestra (No) Sobra un Botón, Soluciones Chilenas a los Problemas Argentinos y Otro Insustancial Post Sobre Inflación.
Ahora bien, ¿qué pasa si neteamos del total bruto de visitas a aquellos que reingresan varias veces por día? (cosa que Elemaco suele hacer cuando postea... y también suele deprimirse si no le comentan o no lo visitan. Sabedlo!). La cosa se limpia bastante y se percibe que los mayores picos de visitas responden, no a nuestras mediocres elaboraciones, sino a la repercusión que éstas pueden tener en otros espacios:
Miren sino: el post sobre el Índice de Salarios, rebotó en La Doctrina, y la cosa voló por los aires para alcanzar el primer pico de 2010 con 2.800 visitantes únicos en sólo dos días. Ya más cerca de fin de año, el-siempre-generoso-con-ESC Lucas, se mandó contra la industrialización kirchnerista lo que valió algún comentario de nuestra parte que él linkeo en su post. Conclusión, 2.200 visitantes únicos en dos días. Finalmente, cuando el año se iba el gigante de JPV leyó (según me dijeron) en su programa de radio y rebotó en su "tuiter" este post nuestro de hace unos pocos días, llevando el número de visitantes únicos un un máximo de 2.400 en un solo día!!

Queseyó... quizás esta es nuestra humilde manera de decirles gracias a todos por el aguante del año, por que juntos podemos más (JA!!).

Saludos,

Genérico