En este artículo de El Economista,
y siguiendo una discusión que tuviéramos por Twitter, Martin Tetaz defiende su tesis de que Cristina Kirchner habría, durante su gobierno,
incrementado la deuda pública, en contraposición con el relato oficial que afirma lo
contrario. El artículo tiene a mí
entender un único inconveniente: está totalmente equivocado.
Esto es así por una combinación
de confusiones semánticas y económicas, de distinta importancia. Vamos
a los números, y veamos cuando dependen sus conclusiones de estos errores.
Martin afirma que “Néstor Kirchner asumió con un stock de deuda pública
(…) de U$S 152.587 millones y entregó el sillón de Rivadavia a Cristina
Fernández de Kirchner, con U$S 144.728 millones (…). La actual Presidenta acumula
al 31/9/2013 (…), U$S 201.009 millones”. Estos números salen de la Subsecretaria de Financiamiento (http://www.mecon.gob.ar/finanzas/sfinan/?page_id=37).
Esta comparación tiene muchos inconvenientes. Para comenzar, ambos puntos en el tiempo deben ser comparables, razón por la cual hay que ajustar los números propuestos. En primer lugar, ninguna incluye la deuda no presentada al canje (DNPC). Sin embargo, entre ambos
periodos estuvo el canje de 2010, con lo cual parte de la suba de 2013 se
explica simplemente porque se documenta como deuda algo que antes no se documentaba.
Sumando la DNPC, los USD 144mm de 2007 y USD 201mm de 2013 pasan a ser USD 173mm y USD 212 respectivamente. Es decir, la diferencia pasa de USD 56mm a USD 39mm.
En segundo lugar, entre ambos periodos el gobierno pagó unos USD
9mm por los cupones PBI. El cupón no se registra en los stocks de deuda porque es una deuda contingente. No sabemos ex ante cuánto y cuando
se va a pagar. Sin embargo, si lo sabemos ex post. El gobierno pagó entre 2007
y 2013 unos USD 9mm que no figuraba en lo reportado por la Subsecretaria.
Ajustando por este factor, la diferencia pasaría de USD 39mm a USD 30mm.
Es decir, dos ajustes elementales
reducen en más de la mitad el 39% de suba nominal de deuda que Martin reporta
en su nota, que pasa en cambio a ser de 16%. Esta suba nominal esta incluso
por debajo de la - inexplicable - medida de capacidad de pago que usa Martin para comparar contra su 39%: “¿Subió la
capacidad de pago de nuestro país 38,8% en el ínterin? La respuesta es que no.
El PIB real, según los propios datos del Indec, aumentó 27% entre 2007 y 2013”. No veo el sentido de usar el crecimiento del PBI a precios constantes como
medida de la capacidad de pago, pero sigo de largo, así no nos
distraemos con críticas de segundo orden.
Martin tiene un
punto valido en su columna, al mencionar el rol que el
tipo de cambio juega en las mediciones de deuda. La apreciación cambiaría, al
incrementar la valuación del PBI en dólares, reduce el ratio Deuda / PBI, lo cual puede distorsionar las
interpretaciones. Como bien menciona Martin, el PBI en dólares creció 85%
entre 2007 y 2013, desde USD 330mm a USD 610mm, parte explicada por el
crecimiento real, pero mayormente por la apreciación cambiaria (el peso casi
duplicó su valor real durante el periodo).
Alrededor de este cuestionamiento se
abren muchísimos interrogantes, en particular aquellos relacionados a la forma
de resolver esta distorsión. Sin embargo, por simplicidad,
ignoremos el debate alrededor del ratio deuda / PBI y mantengamos el análisis nominal.
Un fenómeno complementario a este que
menciona Martin, y que actúa en el sentido contrario, es que la apreciación
cambiaria, de la misma forma que reduce el ratio deuda / PBI, eleva el valor en dólares de la deuda pública
por su impacto sobre la valuación de la deuda en pesos. Por ello, y
considerando que cerca del 40% de los USD 201mm eran deuda en pesos (o CER), si
el tipo de cambio real de 2013 hubiera sido el de 2007 (es decir, si el año
pasado hubiéramos tenido un dólar cercano a los ARS 10)
entonces la deuda reportada por el Mecon hubiera sido de USD 170mm, o sea USD
31 mm menos*.
Es decir que si consideramos la sugerencia del propio Tetaz y ajustamos
por el efecto valuación por la apreciación cambiaria, junto a los dos
factores mencionados previamente, la diferencia entre la deuda nominal de 2007
y 2013 desaparece.
Ahora bien, la conclusión previa
no considera la que creo es la confusión más importante en los números que
presenta Martin: incluye como deuda
obligaciones que el Estado tiene consigo mismo (Ver sobre el tema este interesante
documento del BID)
Aunque toma muchas formas (el
tesoro colocó letras en Lotería Nacional, en diversos fondos fiduciarios, en el
PAMI o en el Banco Nación) los dos organismos públicos con los que el Tesoro
tiene más obligaciones son con el Banco Central (a partir de los
Adelantos Transitorios y las Letras Instransferibles) y el Fondo de Garantía de
Sustentabilidad (que tiene en su activo varios miles de millones de bonos del
tesoro).
Esta deuda intra Estado asciende a la friolera de USD 87mm (vs USD 16mm en 2007), es decir, el 43% de la deuda reportada en
el informe. En el ínterin, el gobierno se apropió
de activos previsionales, pago deuda con dólares que el Banco Central tenía en
su activo (dejándoles un papel de regalo) y reformo la carta orgánica
duplicando el acceso disponible a Adelantos Transitorios.
Sin embargo, Martin insiste en
que el ejercicio de netear estas tenencias cruzadas (que
se conocen como “cross-holdings”) está mal y que la deuda pública debe
incluirlas porque el informe de la Subsecretaria se llama de “Deuda Publica” (No miento, argumenta que la definición de deuda publica es esa y no otra porque eso dice el informe del gobierno).
Apela además a un
argumento adicional, medio rebuscado, que aparece bajo el apartado “El financiamiento” en su nota. Lamentablemente, sin
darse cuenta, la columna de Martin presenta una inconsistencia lógica en la que
un argumento que quiere usar para defender una afirmación termina implicando
exactamente lo contrario.
Martin hace un esfuerzo para convencernos de que la
emisión de pesos del Banco Central es deuda pública. Ahora bien, asumamos que
tiene razón (finalmente es una cuestión semántica). Noten la inconsistencia. Martín considera que la base monetaria,
que es un pasivo del Banco Central, es deuda pública. Es decir, que la definición
de deuda pública es más amplia que la deuda del tesoro. Uno derivaría de aquí
que Martin cree que el ejercicio correcto al calcular la deuda es consolidar al
tesoro con el Central y sin embargo no, lo usa para argumentar exactamente lo
contrario.
“Por todas estas razones, lo
correcto para evaluar el desendeudamiento es considerar toda la deuda pública,
sin perjuicio de que parte de la misma sea con la Anses o el BCRA.”
Es decir, que como la base
monetaria es deuda, no hay que consolidar tesoro con ANSES y BCRA. Enorme salto
de fe que no entiendo.
(sobre el tema de qué es y qué no es deuda, recomiendo fervientemente el curso de Dinero, Créditos
y Bancos que Mehrling tiene gratuito en coursera (https://www.coursera.org/course/money). Spoiler: no todo lo que parece dinero es igual. El
dinero es dinero, y la deuda es una promesa de pagar dinero)
En conclusión: si juntamos todo
lo anterior (deuda no ingresada al canje, cupon pbi, efecto valuación* y neteo
de cross holdings) lo que se obtiene es que la deuda nominal cayó, entre 2007 y
2013 USD 69mm, o casi 40%.
Quienes alguna vez me han leído sabrán
que no tengo ningún tapujo en cuestionar al gobierno cuando corresponde. La
honestidad intelectual requiere, sin embargo, no criticar donde no corresponde y
el desendeudamiento durante las dos gestiones de Cristina Kirchner es uno de
esos casos. Cristina desendeudo, mire desde donde se lo miré.
Atte
Luciano
PD: Deje fuera del post, por
simplicidad, otros ejercicios como ajustar por LEBACS neto de reservas (que
reduce la caída en unos USD 5.000), la incorporación de la deuda generada este
año (unos USD 10.000 entre Ciadi, Repsol y punitorios del Club de Paris) o el cambio de deuda de Anses con jubilados por juicios de reajuste de haberes (que no se cuanto es, pero intuyo que habrá bajado respecto a 2013)
*El efecto valuación sobre la
deuda neta de crossholdings no es USD 31mm sino USD 14mm