lunes, septiembre 28, 2009

¿Compañeros o Gorilas?


Cualquiera que haya dedicado parte de su vida útil a quemar neuronas con jueguitos de computadora como este servidor conoce el Trópico, un fenomenal “city-builder” donde uno toma el rol del lider de una republiqueta tropical. Una belleza de juego que en pocos días verá publicada su tercer versión (que ya se puede conseguir gratarola acá).

En esta nuevo versión, al comenzar cada escenario, uno puede crear su personaje o elegir entre alguno de los ya predeterminados. ¿Y a que no se imaginan quienes están entre ellos?


Aunque lo realmente interesante son los rasgos que lo caracterizan. (cada categoría modifica de alguna manera la dinámica del juego)


uff. Lo del título.

jueves, septiembre 24, 2009

Desempleo y productividad- Convertibilidad Vs. Era K

Este post de la semana pasada tenía un anzuelo, diseñado a medida, que para poca sorpresa de este servidor, picó. En el punto 5 arriesgué a considerar al mercado laboral en la década del noventa como afectado por el fenómeno de “desempleo tecnológico, sin ahondar en detalles sobre que quise decir con eso.

Sabemos que no todos los tipos de crecimiento son iguales en su impacto en el mercado laboral, y la experiencia argentina reciente es un caso claro de ello. La pregunta es, entonces:

¿Cómo se explica que para dos periodos de crecimiento del PBI relativamente similar (91-98: 42% vs. 02-07: 48%) el mercado de trabajo haya tenido un comportamiento tan divergente? 

No pretendo en este post encarar una respuesta precisa, ni siquiera una vaga, sino compartir algunos elementos y plantear nuevos interrogantes en un debate para el cual, confieso, todavía no tengo una respuesta que me convenza.


Evolución del empleo y de las horas trabajadas

El gráfico 1 muestra la evolución de las horas trabajadas y cantidad de puestos de trabajo entre 1991 y 2007. Aunque interrumpido por el Tequila, hacia el final del ciclo ascendente de la convertibilidad se demandaban 2.7 Mil millones (MM) de horas de trabajo más que en 1991. En términos de cantidad de empleos esta cifra asciende a 1.9 Millones (M) de trabajos. En el gráfico, la diferencia que se observa entre ambas series se explica por uno de los fenómenos característicos de le época: la caída en la horas semanales promedio por trabajador, que pasa de 30.2 horas trabajadas a 29.9 (¡Esta diferencia equivale a 230 mil empleos!)



Tras la salida de la convertibilidad, y luego de haberse destruido 3.3 MM de horas de trabajo y 950 mil  empleos desde el pico de 1998, comienza el ciclo ascendente. En 2002, en Argentina se trabajaban 0.5 MM de horas menos que una década atrás. En el periodo que comienza entonces el mercado laboral muestra una dinámica claramente distinta. Entre 2002 y 2007 se crean 3.9 M de puestos de trabajo y 7.3 MM de horas anuales hombre, en un proceso combinado de creación de nuevos puestos de trabajo y mayor cantidad de horas semanales por trabajador

Composición sectorial de la demanda de trabajo

La segunda pregunta a hacer es, entonces ¿Cuáles fueron los sectores que crearon y destruyeron empleos durante los periodos analizados? Vean la tabla siguiente

(Para pasar de MM de horas a miles de empleos, divida por 1,5)



Durante la convertibilidad, las 2.7 MM millones de horas se descomponen entre +3.1 MM en los sectores de servicios (más construcción) y -400 en la producción de bienes (sin construcción). En su conjunto se demanda en el primer grupo un 24% más de horas en 1998 que en 1991, con una caída del 7% en el caso de segundo. El sector que individualmente más horas destruye es la industria manufacturera, con 350 M de horas menos y los sectores que más absorben comercio, hoteles y restaurantes (+720 mil) y actividades financieras, inmobiliarias y profesionales (+770 mil).

Desde 2002 el gran motor del crecimiento del empleo también lo constituyen los servicios y la construcción, donde se crean 8 de cada 10 horas nuevas. Las horas trabajadas por estas actividades aumentan un 42% entre puntas, siendo la construcción y el comercio, hoteles y restaurantes las dos ramas con mayor crecimiento individual. En esta oportunidad, sin embargo, los sectores productores de bienes muestran una dinámica inversa al periodo previo. La caída de crecimiento del 7% se convierte en un aumento del 29% en las horas trabajadas, impulsado básicamente por la industria manufacturera, donde se crean 1.1 MM de horas o 750 mil empleos.

Productividad de la mano de obra.

El tercer factor a analizar es el que le da el título a este post. ¿Cómo vario la productividad en las distintas ramas de actividad?

En la siguiente tabla usted podrá ver cuánto producto bruto genera una hora de trabajo en cada uno de los sectores. Así, por ejemplo, el valor de arriba a la izquierda debe leerse de la siguiente manera “en 1991, cada hora trabajada en la economía generó, en promedio, 9,9 pesos de valor agregado” a precios de 1993.




Más allá de la descomposición en cada sector, es interesante notar algunos rasgos: entre 1991 y 1998 la productividad media crecía un 24%, cifra que cae un 7% entre 02 y 07. Los sectores con mayor productividad de la economía son los capital intensivos (la minería, el suministro de luz, gas y agua) y mano-de-obra-calificada intensivos (las actividades inmobiliarias, empresariales y profesionales). En el otro extremo, los sectores menos productivos se agrupan en la actividad agrícola primaria, el comercio, hoteles y restaurantes, la construcción y los servicios comunales, sociales y personales. Aunque no se vea en la tabla, esta relación se mantiene para todo el periodo bajo análisis. Salvo alguna excepción, todos muestran una dinámica creciente en su productividad, concentrada en los primeros 7 años analizados.

Descomponiendo el crecimiento del empleo

Todo lo hasta aquí presentado tenía como objetivo poner un marco al ejercicio que presento a continuación. Es un ejercicio contable. Sus resultados parten de identidades desde las cuales se derivan otras identidades y el objetivo es medir, para los periodos 1991-98 y 2002-07, como se descompone la variación de la demanda de trabajo en tres componentes: Productividad, Crecimiento del producto y composición del PBI.

Los tres efectos se miden de la siguiente manera: El efecto productividad se mide dejando fijo la demanda agregada y la composición sectorial del PBI moviendo tan sólo la productividad. ¿Cuánto empleos no se crearon por el aumento de la productividad? El efecto crecimiento se mide fijando la productividad y la composición del PBI y moviendo la demanda agregada ¿Cuánto empleo se hubiera generado con el crecimiento económico? Finalmente, el efecto composición, nos dice cual hubiese sido la demanda de empleo si dejamos fija la productividad y la demanda agregada de la economía variando tan sólo la participación de cada sector en el total demandado ¿Cuánto vario la demanda de empleo por el crecimiento o caída relativa de sectores más mano de obra intensivos?

Los resultados se ven en la siguiente tabla.



Durante la convertibilidad, el efecto crecimiento habría actuado creando 8.1 MM millones de horas de trabajo. Este crecimiento, sin embargo, fue compensado por un incremento en la productividad que indujo que 4.7 MM de horas no fueran creadas (3.3 MM por efecto productividad sobre el trabajo ya existente y 1.4 MM por la mayor productividad de los nuevos trabajos) con el saldo de desempleo abierto que conocemos. El cambio de composición hacia sectores de mayor productividad de la mano de obra, por otro lado, destruyó 0.5 MM de horas.

Luego de la convertibilidad el crecimiento habría generado 9 MM de horas hombre, 1 MM más que el crecimiento de la convertibilidad. El efecto productividad negativo total, sin embargo, fue muy inferior, destrucción de 2.2 MM (1.5 MM en los trabajos existentes y 0.7 MM en los nuevos creados). El efecto composición recupero las 0.5 MM horas que en la convertibilidad se habían destruido. Así, la característica diferencial de este periodo es que un nivel similar de crecimiento redundo en una mayor incorporación de mano de obra al mercado laboral, revirtiendo la mayor debilidad del mercado laboral de los noventa..

Con toda esta data, que creo hecha un poco de luz sobre a que apuntaba con eso del “desempleo tecnológico", me surgen más preguntas que respuesta, que ruego a usted, lector amigo, me ayude a responder en los comentarios.

¿Qué fue lo que indujo un comportamiento tan diferenciado en la dinámica de la productividad de la mano de obra entre los dos periodos? En los noventa, la productividad de la mano de obra ¿Fue generada la destrucción de las empresas más ineficientes o fue, en cambio, la reconversión y restructuración productiva  de las firmas existentes? ¿Cómo lograr un equilibrio entre los beneficios globales de la mejora de la productividad con los costosos riesgos sociales de una menor creación de empleo? ¿Cómo lograr sostener en el tiempo la productividad de la actividad productiva argentina?

En fin, les dije que terminaba con más preguntas que respuestas. El que avisa no es traidor.

Atte

Ele

miércoles, septiembre 23, 2009

Debate del bueno

Difícil es saber cuanta gente puede engancharse en un debate que ya tiene cerca de 40 comentarios largos, sin embargo, no quería perder la oportunidad de recomendar enfáticamente la tira de comments del gran post de Genérico sobre la Ley de Medios. Creanme que vale la pena dedicarle 5 minutos.

Ayj, Carlos, Andres Dj. y Art Vandallay dan un claro ejemplo del alto vuelo que puede tomar las discusiones.

¡Muchas gracias!

lunes, septiembre 21, 2009

La Cuñada

[Disclaimer: Post largo… larguísimo. Creemos que el tema lo justifica]
Empieza una nueva semana y vamos a meternos en temas que por lo general nos son ajenos. Para ello, recurrimos a nuestros apuntes de organización industrial y le pegamos una hojeada a la tan mentada Ley de Servicios Audiovisuales para dar nuestra opinión.

El mercado de servicios audiovisuales es por sus propias características de tipo geográfico. Es decir, que si tenemos en cuenta que para operar en un determinado lugar necesito llevar la red hasta allí, es claro que el ámbito en el cuál este se desarrolla queda delimitado justamente por el alcance físico de la red. Esto, a su vez, es fundamental para entender las implicancias y fundamentos de la nueva Ley.

De modo simplificadisimo, el conjunto del mercado audiovisual puede reducirse en el esquemita que mostramos a continuación:

Podemos distinguir de allí (al menos) tres etapas/instancias/niveles distintos: La primera, es la producción de contenidos/programas/canales para TV (por aire o cable). La segunda refiere a la provisión de servicios de TV por cable (aquí están las empresas que llevan el cablecito a tu casa). Y por supuesto, la última instancia, es el supremo consumidor.

En una estructura desconcentrada las firmas de la primera etapa compiten entre si por lugares en las grillas de transmisión que ofrecen las empresas que operan en la segunda etapa. Las firmas que operan en esta segunda etapa, competirán por alcanzar la mayor cantidad de abonados. En conjunto, se presume que la estructura competitiva reduce costos, mejora la calidad y maximiza el bienestar social.
La vieja Ley deja amplio margen para que diferentes prácticas anti-competitivas proliferen en detrimento de los consumidores, productores de contenidos (posiblemente nacionales), proveedores de servicios “pequeños”, etc. Veamos como pueden analizarse los efectos de la concentración en cada una de las etapas del mercado audiovisual:
Efectos Horizontales


Lo primero que notar es que la concentración implica efectos horizontales: cuando dos firmas que compiten en una misma etapa del mercado se fusionan, se reduce de forma inmediata el nivel de competencia. Si bien esto puede ocurrir tanto en la etapa 1 como la 2, centrémonos en el ejemplo que sigue (etapa 2):

Es el caso prototípico bajo análisis en la fusión Cablevisión-Multicanal (CV-MC). Ambas firmas compiten en el mismo espacio geográfico por un número determinado de consumidores: la fusión implica per se una reducción en la competencia de provisión de servicios. Vale mencionar que, sí la fusión se diese en la etapa 1 (entre productores de contenidos) lo que se estaría discutiendo es la distribución de la renta entre esta etapa y la siguiente, en tanto que en el ejemplo anterior, la fusión puede implicar mayores precios al consumidor (etapa 3).

Efectos por Extensión de Mercado


También puede pasar que las firmas que se fusionan operen en territorios geográficos distintos, y por lo tanto su fusión no implica, para cada mercado en particular, un menor nivel de competencia. Como ejemplo, puede mencionarse que existen 141 localidades donde sólo operaba o CV o MC, pero no ambas.

Este tipo de concentración (de tipo conglomerado) no parece suponer (ex ante) grandes costos para los consumidores, pero sí puede producir algún tipo problema en la distribución de la renta entre las primeras etapas del mercado. Esto es así, porque al crecer el alcance territorial de una sola firma que provee servicios a los consumidores, ésta asume una posición dominante y puede imponer cláusulas abusivas sobre los creadores de contenidos de la etapa 1 (menores precios por sus productos) al costo de dejarlos fuera de su grilla y por lo tanto, fuera del mercado.

Efectos por Integración Vertical


Finalmente, la integración entre firmas puede darse en sentido vertical, es decir, entre la etapa 1 y la etapa 2. En este caso, una sola firma produce el contenido que va en su grilla y al mismo tiempo lleva el servicio al domicilio del consumidor:

Parece evidente que una empresa integrada verticalmente también puede asumir una posición dominante y como tal introducir prácticas anti-competitivas, tanto en la etapa 1 como 2 del mercado.

Efectos de la Concentración del Mercado


Llegamos entonces al quid de la cuestión. Como vimos, cada una de las diferentes formas de integración puede generar prácticas anticompetitivas de diversa índole y con diferentes perjudicados. Pero en conjunto, todas y cada una de estas prácticas pueden verse potenciadas si existe alguna firma que se integra en todos los sentidos antes mencionados:

Claramente la nueva firma incrementa sus lazos por fuera del mercado aumentando de modo sensible las operaciones dentro de la propia firma. A esta empresa llamaremos “conglomerado” de ahora en más.

Una estructura de este tipo puede afectar a la firma 2 que provee contenidos, ya que estará amenazada con quedar fuera de la grilla (y probablemente del mercado) si no acepta las condiciones que impone el conglomerado. Esto será más grave cuanto más expuesta al mercado doméstico este la firma 2. Parece trivial, pero las condiciones que pueda imponer el conglomerado a, por ejemplo, HBO serán distintas que a un canal de alcance nacional.

Al mismo tiempo, el conglomerado puede excluir sus contenidos de la firma D (que compite directamente con él en la provisión de servicios) o imponer altos costos en la firma E que opera en otra región geográfica. Evidentemente, este poder será función del tamaño geográfico del conglomerado, el tipo de contenidos que este produzca y la calidad de la red de la cuál dispone.

Finalmente, al asumir tal poder de mercado, el nuevo conglomerado puede llegar a actuar como monopolio, incrementando los precios a los consumidores, reduciendo los canales de la grilla, etc, etc, pero maximizando su beneficio.


Por caso, el grupo CV-MC llegaría a ofrecer sus servicios al 50% de los consumidores de TV por cable con Artear (Canal 13, TN, Volver, Metro y Magazine) y TyC Sports como sus principales productoras de contenidos.

En conjunto, la vieja Ley presentaba una regulación débil en relación a la formación de conglomerados audiovisuales, con mucho espacio para prácticas abusivas de diversa índole. De acuerdo a lo anunciado por el Gobierno, la nueva Ley busca dar macro a la actividad, con el objetivo explícito de reducir la concentración de las firmas en las diferentas etapas del mercado, incrementar la competencia y por lo tanto, democratizar la estructura de medios del país.

Específicamente, respecto del punto de la integración vertical la nueva Ley establece en su Art. 38 que se pueden tener hasta 10 licencias de servicios de comunicación audiovisual y sólo una señal de contenido de cable propio. Respecto de la integración horizontal en la etapa 1, la Ley establece que se puede tener sólo una señal aire y esto excluye la posibilidad de tener canales de cable. En lo que hace a la integración horizontal o de extensión de mercado de la etapa 2, se determina que un operador de cable puede emitir en un máximo de 24 localidades o con una cobertura máxima del 35% total nacional.

De lo anterior se deduce lo obvio: esta Ley le pega un mazaso patrimonial al Grupo Clarín. Este, deberá optar en el plazo de un año en que etapa del mercado prefiere concentrar sus negocios y desguazar el resto de sus activos.

¿Quieren saber mi opinión? Pues bien, sin ser un experto ni mucho menos en este mercado, esta Ley me parece excelente (aunque perfectible). Lo que pude leer al respecto, muestra que no es para nada claro ni evidente que exista algo así como una función de costos subaditiva (ganancias de eficiencia, menores costos medios) que justifique algo parecido a un monopolio natural que avale la necesidad de integrar horizontal y geográficamente el servicio de provisión de TV por cable. Más aún, la poca evidencia internacional parece avalar la idea que mayor competencia en la provisión de servicios de TV por cable induce menores precios para los consumidores.


Así, quién estas líneas escribe, deja constancia de su apoyo a la nueva Ley de Servicios Audiovisuales propuesta por el ejecutivo, más aún, cuando se introdujeron cambios en los temas nos molestaban.

Saludos y buena semana

Genérico.

PD: Sobre el otro argumento tirado por ahí, el de la falta de previsibilidad en las reglas de juego, poco podemos decir. Es claro que la nueva Ley es un cambio fundamental en estas últimas. Pero también es evidente que cualquier reforma en la vieja Ley de la dictadura implicaría esto último. De allí, que el argumento, a nuestro entender, no pasa de trivial.

PD1: ¿el título?





domingo, septiembre 20, 2009

Torch-man

¿Y si en vez de hacerme el superheroe  con una bolsa de madera en la cabeza y un signo de interrogación pintado con fribrón me consigo uno de estos?

Pyro System 2.2 Halloween - Watch more Videos at Vodpod.

viernes, septiembre 18, 2009

Ouro Preto

No voy a decir que no me da un poquito de envidia.

Hace dos años Brasil descubrió petróleo en la plataforma marítima Pre-sal, donde habría entre 50 y 80 mil millones de barriles a 7.000 metros de profundidad. Una cantidad de petroleo que equivaldrá en dólares, a tres o cuatro veces el PBI de Argentina. Mientras nosotros no ocupamos/preocupamos de/por paparruchadas, desde hace unos 15 meses se diseña en Brasil el proyecto de regulación del petróleo de la plataforma, proyecto que hace dos semanas Lula envió al Congreso.

¿Qué es lo que dice el proyecto? Que Brasil adoptará para su petróleo marítimo el Modelo Petrolero “Noruego”, en un ejemplo patente de la diferencia entre un Estado “desarrollista” y uno predador.

Existen básicamente dos modelos petroleros: Por un lado el de concesiones, en el que el sector público licita proyectos y el sector privado asume el riesgo y paga regalías e impuestos. Es el modelo de EE.UU, Canadá, Australia, el Oeste de Europa, Argentina, Venezuela, Colombia o Ecuador, entre otros.Brasil tiene este modelo en su explotación continental y en el 30% que ya licito del Pre-sal. En este modelo, la Petrolera estatal Petrobras compite (¡no tiene monopolio¡) con Repsol YPF, Chevron, ExxonMobil, Royal Dutch Shell, Shell Oil Company, Unocal.

La cuestión es que para el 70% de la plataforma restante se propone otro régimen*: el de participación compartida en una de su versión extremas, El Modelo Noruego. En el modelo de participación compartida el Estado recibe un porcentaje de la producción e incluso participa en las inversiones. Quita parte del riesgo al privado, y por eso es más común en países en desarrollo: África, India, China u otras regiones del Sudeste asiático (o Chile). La administración y operatividad de los pozos suele ser privada.

Pero el modelo noruego que aplicaría Brasil es fabuloso. Se garantiza un piso mínimo del 30% Petrobras en toda nueva explotación de la plataforma petrolera, tanto en la inversión como en la administración de los pozos. Es un estado socio del privado, no sustituto. No busca apropiarse de riqueza existente, sino generar nueva. Se mantiene una participación en el negocio estratégico pero no se cierra la puerta al privado que provee de “know-how” desde la frontera tecnológica mundial.

Pero lo mejor está en la segunda parte: Al igual que en el caso noruego, todo el retorno de las actividades petroleras se conformará en un fondo de asignación específica para gasto social, educación, ciencia y tecnología y desarrollo ambiental. ¡Mamadera!

Obviamente el proyecto no sale sin críticas, la oposición, y en particular el gobernador presidenciable de San Pablo, acusa a Lula de querer apurar el trámite (¡15 meses + 90 días!) con vistas a las elecciones del año que viene y de querer concentrar en el Estado Nacional los recursos que, de otra manera, irían a las provincias (vía regalías).

En fin, hete aquí un caso de manual de Estado desarrollista, y no hay que irse hasta Korea. ¿Alguien se imagina como sería la versión argentina de un proyecto como este?

¡Digan que tenemos como consuelo seguir siendo mejor que ellos al futbol!



¡Feliz viernes y feliz año nuevo para la juventud!

Ele

*Hay un tercero, el de concesión de servicios, que se utiliza en Irak, Iran y México.

lunes, septiembre 14, 2009

Crisis de 2001: seis ciegos y un elefante

(Si piensa que robe el titulo al paper de Eichengreen...tiene razón)

La economía es una disciplina conocida por haberle dado un premio Nobel a dos personas por decir exactamente lo contrario (Alguna vez me preguntaron, cuando lo afirmé taxativo en un asado, quiénes eran y qué decían y quedé pagando ¿Alguien sabe la respuesta?). El porqué es relativamente conocido: en un entorno donde practicar experimentos de laboratorio es (casi) imposible, muchas causas inobservables pueden dar origen a la consecuencia observable que tratamos de explicar. En este contexto, avanzar en el entendimiento de un fenómeno, más que descubrir la causa verdadera, es descartar las falsas.

Permítanme entonces hacer un ejercicio alrededor de un tema al cual este blog le ha escapado en sus casi tres años de vida ¿Cuáles son las posibles dinámicas para explicar el colapso económico del fin la convertibilidad?

Pretendo ser enumerativo y esquemático y no descarto, obviamente, la interacción entre ellas. En la explicación que armo en mi cabeza, todas tienen una relevancia equivalente y es su convergencia la que creo nos llevó a la peor crisis económica y social de la historia argentina reciente. Sin embargo, amigo lector, quedará en usted descartar las que considere irrelevantes, ponderar las que queden y agregar las que puedo haber olvidado. Voy por partes

1 - Tipo de cambio y déficit de cuenta corriente.

Está primer dinámica es la que, creo, más se cita para explicar el fin de la convertibilidad. La apreciación cambiaria presiona sobre la cuenta corriente a través del desequilibrio en la balanza comercial. Un tipo de cambio bajo incentiva la importación y frena exportaciones y el desequilibrio se corrige a través de la acumulación de deuda externa (pública y privada). Esto, que no es grave si pasa uno o dos años, se vuelve explosivo si el paso del tiempo convierte un problema de flujos en un desequilibrio de stocks.

Vean la figura 1. Un desequilibrio de cuenta corriente promedio de 3% por año tras 10 años te transforma una deuda externa del 30% del PBI (1992) en una de 60%. Eventualmente, la dinámica de la cuenta corriente deja de estar dominada por lo que pasa con los bienes y servicios, que se mueven inversamente con el ciclo, y pasa a estar dominada por los intereses sobre la deuda que, a diferencia de aquellos, no puede resolverse con el enfriamiento de la economía frenando las importaciones.
La causalidad, entonces, puede describirse en el siguiente esquema
2 - Liberalización financiera y ciclo Minskyano

El segundo ciclo es independiente (aunque puede estar asociado) con el anterior. La crisis de 2001 puede entenderse como la culminación de un típico ciclo Minsyano, para lo cual el tipo de cambio apreciado no es una condición necesaria.

Junto con la apertura comercial y la fijación cambiaria, en los noventa se desreguló el sistema financiero interno y se liberalizó el movimiento de capitales dando origen a lo que terminará en una crisis con características muy similares a la subprime. Inducido por la baja regulación y los retornos jugosos, el sistema financiero canaliza recursos externos hacia prestatarios no acostumbrados a un acceso al crédito tan líquido. En menos de una década el sector privado pasa de tener deudas con el sistema financiero de 10% del PBI a casi 30%.

El inicio de la recesión en 1998 saca los trapitos al sol. Hacia el final de la década más del 70% de los créditos están nominados en dólares lo cual pone en evidencia una de las principales características de estos ciclos: el empeoramiento de la calidad de las carteras. El fin del crecimiento en 1998 (que acumuló más de 50% en los 7 años previos) pone en aprietos a un sector muy endedudado. Se vuelve evidente el riesgo cambiario escondido debajo de la alfombra y, finalmente, el desapalancamiento acogota a la economía que tendrá en 2001 una crisis de balance de pagos con crisis financiera.
3 - Desequilibrio fiscal 1 – insostenibilidad intertemporal

La crisis de la convertibilidad fue “trilliza” y no gemela: financiera, de balance de pagos y fiscal. El default de la deuda pública fue, por definición, el desenlace de una dinámica inestable de gasto público. Esta dinámica es paradójica: Fruto de la reforma fiscal y de Estado, en 1991 el sector público tiene superávit primario por primera vez en décadas (arriesgo a decir medio siglo, aunque sólo hay datos del sector público consolidado desde 1961). Entre 1991 y 2001, y aún a pesar de la reforma previsional, el resultado primario promedio del sector público fue exactamente 0%, muy superior al 4% de déficit promedio de la década previa.

Sin embargo, expost este esfuerzo se mostró insuficiente. Arrancando con un nivel de deuda de casi 30% del PBI, el gobierno acumula un déficit financiero de 2,5% del PBI anual, que en 10 años transforma ese 30% en 57% del PBI en 2001. Típico caso de desequilibrio de flujos que con el tiempo se convierte en un problema de stocks.

Insisto nuevamente, esta dinámica es distinta de las dos anteriores. Complementaria pero distinta y explicada por factores que no necesariamente son los mismos que los de aquellas.

4 - Desequilibrio fiscal 2 - política pro cíclica

El segundo desequilibrio fiscal no es uno de “Flujos-Stocks” como el anterior sino uno de “flujo-flujo”. Entre 1992 y 1998 Argentina tuvo política fiscal expansiva en un contexto de una economía en crecimiento. Aunque al ver el superávit primario presentado antes esta afirmación puede resultar algo extraña, recuerde que para no ser expansiva, en un contexto de crecimiento el superávit fiscal debe crecer para no ser expansivo (como aprendimos en los últimos años de gestión K). Sin embargo, el superávit de casi 2% en 1991 era de 0,2% en 1998, a pesar de haber crecido la economía casi un 50% en el ínterin.

La dinámica que genera la política expansiva se combina con la presentada en el ítem 1. La caída del superávit empuja la economía, el crecimiento induce importaciones, las importaciones déficit comercial y el déficit comercial acumulación de deuda, desde donde la historia ya es conocida.
5 – Desempleo tecnológico

La quinta está asociada al cambio en la estructura productiva y a su impacto en el mercado laboral. La economía argentina de los noventa estuvo atravesada, para bien o para mal, por un shock tecnológico que altero la productividad de la mano de obra en muchos sectores productivos. La combinación de privatizaciones, reforma del estado, inversiones en capital inducidas por la apertura comercial y el tipo de cambio apreciado y las innovaciones en la organización del trabajo (Just-in-time, outsourcing, racionalización laboral) llevaron a que, sorpresivamente, hiciera falta muchos menos trabajadores que antes para producir la misma cantidad de bienes y servicios.

El caso más emblemático es el de la industria manufacturera que, aun con un incremento de 30% en su producción agregada, ve reducir la mano de obra casi un 20% en un caso de manual de desempleo tecnológico
Los impactos macroeconómicos del desempleo sostenido son evidentes. Un trabajador que no trabaja es un consumidor que no consume. A inicios de 1998, el consumo privado es la primera tracción de demanda que muestra signos de enfriamiento, en un “efecto cantidades” negativo, inverso al del periodo K, que sólo se revertiría luego de la crisis con la caída de casi 30% en los salarios reales.
6 – Tipo de cambio fijo con tormenta perfecta

Una sexta y última explicación (que se me ocurre) es la que combina la escasez de políticas macroeconómicas disponibles para el gobierno en el contexto de la tormenta perfecta que azotó Argentina desde 1998. Así, la recesión y crisis de 2001 podría incluso ser explicada sin recurrir a ninguna dinámica acumulada durante el periodo previo sino como resultado de las malas noticias que recibíamos desde el exterior.

La capacidad de realizar política macroeconómica se encontraba, en 1998, fuertemente acorsetada, en particular la monetaria y cambiaria. (Noten que esta limitación no surge del nivel del tipo de cambio, sino de su fijación, lo cual lo diferencia de la explicación 1). En este marco y en el plazo de 3 años llega la crisis rusa, la de los tigres asiáticos, la devaluación de Brasil, la recesión de los socios comerciales, la explosión de la burbuja Dot-com, la caída en el precio de las commodities y, muy hacia el final, el atentado a las Torres Gemelas.

Podría entonces argumentarse, si uno pensará que las dinámicas anteriores no tenían fuerza suficiente para hacer colapsar el sistema, que fue la “mala suerte” la que convirtió un sendero estable (o no necesariamente inestable) en el explosivo que finalmente vivimos.
Conclusión

De esta manera y para cerrar, tenemos al menos 6 explicaciones que, desarrollándose independientemente, pueden generar dinámicas macroeconómicas explosivas.

Así que, lector amigo, te pregunto ¿Cuál de estas dinámicas es la que crees efectivamente explica el colapso? ¿Hubiese caído la convertibilidad sin apertura financiera y ciclo minskyano? ¿Hubiera caída con liberalización financiera pero con una apertura comercial más moderada? ¿Hubiera colapsado si el gasto público no entraba en su sendero explosivo? ¿Qué hubiese pasado si en los años de bonanza el gobierno hacia política fiscal contractiva y no expansiva? ¿Qué si una menor sustitución de trabajo por capital evitaba el desempleo abierto como el que hubo? ¿Sobrevivía sin la tormenta perfecta de fin de milenio?

Atte

Ele

viernes, septiembre 04, 2009

Salimos

Seguimos jugando a que ESC es una proto-consultora del subdesarrollo blogeril que intenta ser lider (?!?!) en la creación de indicadores anticipados para el seguimiento de la coyuntura. En esa línea, el mes pasado largamos nuestra estimación de la salida de capitales privado (FAE ESC-Tremi beta®), usando como insumo el querido ESC-Tremi®.

Bien, cerrado agosto hicimos las cuentitas de nuevo (con los ajustes del caso). Nuestra proyección se ve como sigue:
Verán entonces que FAE ESC-Tremi beta® anticipa una sostenida pero suave reducción en la salida de capitales a lo largo del trimestre en curso. De acuerdo a esta estimación la salida de capitales habría sido de USD 2.100 mill en julio y USD 1.800 mill. en agosto (con un desvío de unos USD 620 mill.). Por ahora, seguimos creyendo que estos valores puntuales no aportan mucha información.

Sin embargo, como explicamos antes, la salida de capitales estimada a partir del FAE ESC-Tremi beta® permite calcular cuál es el resultado de las Cuentas Corriente (CC) y Capital y Financiera (CCyF) del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), que el Banco Central publica cada tres meses. ¿Cómo es la lógica?. Bastante simple y el cuadro a continuación resume la idea:
Dada una identidad bastante básica, con el dato que nosotros estimamos y otro que se obtiene de información semanal publicadas por el BCRA, podemos llegar (haciendo algunas simplificaciones) al valor que nos interesa:
Según estas cuentitas, en agosto de 2009, habrían entrado por Cuenta Corriente la friolera de USD 2.100 millones, lo cual, para cualquier observador sensato, y más en un agosto, es un total y absoluto exceso (más con lockout agrario).

Para avanzar en la consistencia de nuestra estimación de salida de capitales, utilizamos a continuación el camino inverso (ver cuadro más abajo). Si conocemos o estimamos la CC y con el Rdo. del MULC, podemos sacar por diferencia la CCyF, y de allí la salida de capitales:
Hagamos dos ejercicios (a) Supongamos que el valor de la Cuenta Corriente es similar al de agosto de 2008 (USD 1.501 mill.) y (b) supongamos que ese valor se corresponde con el promedio de los agostos entre 2002-2008 (USD 908 mill.):

Como puede verse en el grafiquete de abajo, en el primer caso, la salida de capitales habría sido de unos USD 1.100 mill., levemente por debajo de la banda que estima la FAE ESC-Tremi®. Ahora, sí la CC de agosto se ubica cerca del promedio de los 7 años previos, la salida de capitales resgitraría una fuerte desaceleración respecto de meses anteriores y habría sido de aproximadamente USD 500 millones, quedando muy por abajo del rango que estima nuestro modelo. Para dormir tranquilos el amigo Laspina del Banco Ciudad nos dice que ellos estiman un valor similar.

Veremos en un par de meses cuál fue la estimación que más cerca estuvo del valor real. En el mientras tanto seguiremos probando y refinando nuestro humilde modelín, pero en cualquier caso recuerde el corolario de la semana:

Agosto fue un mes muy tranqui para el BCRA en el mercado de cambios, por lo que el 6,4% de devaluación nominal anualizada fue, exclusivamente, Redrado-made.

Buen finde.
Genérico.

PD: Si tienen tiempo, pasen por acá. Un poco de superficialidad a tu viernes.

miércoles, septiembre 02, 2009

Estructura productiva, pobreza y mercado laboral

Abrió Genérico la semana pasada un debate urgente para el contexto económico y social de Argentina 2009: La necesidad de readaptar las políticas sociales al nuevo contexto, en el cual canalizar la ayuda a partir de la institución “Empleo Formal” falla, y mucho, en alcanzar a quienes más la necesitan.

El punto de partida fue la información resumida en la tabla de arriba (haga click para agrandar). Cómo ya explicaba mi amigo y coblogger, el núcleo de trabajadores asalariados formales, que representa el 40% de la fuerza laboral, se caracteriza por la baja incidencia de la pobreza (6,4%) frente a un mucho más numeroso conjunto de (a) desocupados (9.5% de la fuerza laboral y 44.4% de pobreza), (b) asalariados no registrados (30,1% y 33,3% respectivamente) y (c) trabajadores no asalariados, principalmente cuentrapropistas (16.4% de la fuerza laboral y 27.9% de pobreza).

Ahora bien ¿Qué explica las diferencias tan evidentes entre las categorías ocupacionales? ¿Qué caracteriza a los trabajadores de baja incidencia pobreza de aquellos para los cuales tener un trabajo no garantiza la superación de la línea de pobreza? Vamos por partes, que la cosa es larga y hay mucha data

La forma en que se articula el mercado laboral resulta de la interacción de dos factores complementarios: Por un lado, la composición del “capital humano” (CH) que ofrecen los trabajadores a sus empleadores y, por otro, la estructura productiva que demanda de sus servicios.

Pocas dudas hay sobre la importancia de acumular CH como medio de ascenso social. El CH en forma de educación formal suele ser uno de los factores que mejor explica los ingresos de un trabajador durante su vida laboral. Obviamente, la desigualdad en la distribución del CH en la sociedad influira decisivamente la distribución del ingreso de la población.

Vean el centro de la siguiente tabla. Para cada nivel educativo, la probabilidad de ser pobre puede llegar a caer hasta 30 puntos porcentuales si el trabajador es formal y no informal o cuentapropista. El 19% de los trabajadores en blanco con primario incompleto es pobre, cifra que crece hasta el violento guarismo de 52%/55% si la suerte lo hace caer en la informalidad/precariedad. El mismo resultado se repite para cada nivel educativo (aunque a partir de allí con virulencia decreciente).

Puede verse también a la derecha de la tabla la influencia clave del nivel educativo en la probabilidad de ser pobre. Mientras, por ejemplo, el 46% de los trabajadores con primario incompleto es pobre (61% en los 58.000 sin formación), la tasa cae a 3% para los trabajadores con títulos terciario o universitario. El siguiente cuadro permite entender mejor la raíz de este fenómeno. A mayor nivel educativo, mayor la probabilidad de tener un trabajo formal o, para decirlo en términos marketineros, bien clasistas y combativos: ¡¡La formalidad es un lujo de los ricos bienformados!!.

Hay explicaciones de variados colores para este fenómeno, todas intuitivas y posiblemente complementarias. Desde la neoclásica idea de que mayor educación se asocia con mayor productividad marginal hasta la más marxista idea de que, a menor calificación, la mayor “commoditizacion” del trabajo genera una “fuerza laboral de reserva” que empuja los salarios hacia abajo, en relación al más diferenciado trabajo ofrecido por quienes tienen más educación.

El primer corolario es simple y lineal. Cualquier proceso de desarrollo social y económico está directamente vinculado (aunque la causalidad no es obvia) a la acumulación de capital humano de su población. Sin educación no hay desarrollo. Stop

Si me creyó hasta aquí, posiblemente no tenga problema en compartir la idea de que si, pobreza mediante, la (baja) educación del padre puede influir en la (baja) acumulación de educación de sus hijos, la mejor forma de quebrar la transferencia intergeneracional de la pobreza es proveyendo un servicio educativo público y gratuito de calidad.

Sin embargo, esta es tan sólo la mitad de la historia. Una oferta de trabajo educada necesita, para realizarse, una estructura productiva que esté en condiciones de absorberla. Cualquier recuerdo de los ingenieros manejando taxis durante la década del noventa es una imagen clara de lo que quiero decir con esto.

Así, la siguiente pregunta es ¿Dónde se emplean los trabajadores educados? ¿Dónde los pobres? ¿Cuáles son las actividades asociadas a menores tasas de pobreza?

Noten lo que se observa en los siguientes gráficos, con características que se repetiran sistemáticamente para cualquier país del planeta que usted analice: ¿Como es la composición de la fuerza laboral por rama de actividad según el nivel educativo de sus trabajadores?

El área debajo de cada curva suma 100% y debe ser leído, por ejemplo, de la siguiente manera: el 15% de los trabajadores de la construcción tienen primario incompleto, y casi el 40% tiene, como máximo, hasta primario incompleto. Los estudiantes universitarios y terciarios representan tan sólo el 10% del total de la fuerza laboral en el sector de la construcción (5% incompleto, 5% recibidos).

Noten todo lo que nos dicen los gráficos anteriores (las clasificaciones de cada rama están acá).

(a) La actividades primarias, de construcción y servicio doméstico suelen ser el refugio de los trabajadores de menor educación (con empleos más precarios y mayor incidencia de pobreza). En conjunto, y aunque no está en los gráficos, las tres actividades representan el 18% de la fuerza laboral ocupada)

(b) Un conjunto amplio de actividades está asociado a la educación media. Las actividades comerciales, las manufacturas, los servicios de transporte, almacenamiento y comunicaciones y los servicios de hotelería y restaurantes, que componen su fuerza laboral básicamente con población con educación media, representan en conjunto el 41% de la fuerza laboral ocupada.

(c) El 40% restante es ocupada por actividades en las cuales el mayor peso está en los grupos de alta educación: Enseñanza, administración pública, servicios profesionales e inmobiliarios (contadores, arquitectos, etc), servicios de salud, servicios financieros, IT, etc.

La información del siguiente cuadro/gràfico refuerza lo dicho hasta aquí: la calidad del trabajo creado está directamente vinculado al sector productivo.

Así, puede extraerse un segundo corolario que creo es tan simple e intuitivo como el anterior: Cualquier proceso de desarrollo social y económico está directamente vinculado (aunque la causalidad no es obvia) al cambio en su estructura productiva en beneficio de las actividades de mayor productividad media. Sin una estructura productiva eficiente no hay desarrollo. Stop

Entonces, dejo pendiente la pregunta de cierre de este post ya eterno, para que me ayuden a contestarla en los comentarios ¿Cómo inducir la acumulación de Capital Humano en un país con una estructura productiva dual? ¿Cómo cambiar la estructura productiva en un país con distribución desigual del capital humano en su fuerza laboral? ¿Es el huevo o la gallina?

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