En una versión simplificada de esta Macrovisión, el crecimiento no genera inflación. Simple. El aumento de la demanda no es inflacionario, porque "la economía es elástica" (ver segundo comentario acá). La ley de conservación de la energía no aplica para imponer restricciones físicas a la aparición de los bienes que la pujante demanda reclama. La curva de oferta, en este contexto, es completamente horizontal y el principio económico fundacional según el cual existe una relación positiva entre demanda y precios no aplica.
A partir de allí, todo impulso inflacionario es el resultado de un complot desestabilizador o, siendo menos rimbombantes, de la codicia desmesurada. Grupos concentrados con poder de mercado buscando rebanar una tajada más grande que la que les correspondería en un contexto "más competitivo". Como cada uno solo controla un precio, la única forma de ganar posiciones frente a los demás es aumentándolo, ergo, generando inflación, que se retroalimentara cuando la contraparte perjudicada busque recuperar posición.
En otra versión menos simplificadora, a la curva de oferta se le permite cierta pendiente positiva, que, sin embargo, siempre podrá ser compensada con un retoque en los márgenes, en las rentabilidades relativas, que la planche de nuevo.
Así, la economía queda reducida e incluida en su conjunto a una subesfera de la política, a la lucha de poderes, donde al resultado final dependerá de la relación de tamaños relativos. "A la môrené", como dicen los franceses, el que la tenga más grande se llevara una tajada mas jugosa.
En este contexto, la política antiinflacionaria optima se llama Moreno y, como estrategia sensata de mediano plazo, la acumulación de poder. Enfriar la economía seria equivalente a amputar la pierna por un dedo mocho. Daño colateral altísimo e innecesario. ¿Para que someter a la población a un menor crecimiento, poniendo en riesgo mi estrategia de mediano/largo plazo? Obviamente, con el enfriamiento, los grandes grupos monopólicos también se verían afectados y la inflación caería pero ¿A que costo? ¿Y la gente? ¿Y los niños? ¡Que alguien piense en los niños!
Esta visión, que no me animo a afirmar sea absolutamente invalida, es más factible cuanto menor sea el área de influencia. Sin embargo, aquello que posiblemente haya sido cierto en una provincia de 250.000 habitantes difícilmente pueda extrapolarse acríticamente al resto del pais.
Con este bagaje en mente, se van explicando de a una las inacciones del ejecutivo en materia de política económica. El avance del MERCOSUR no puede ser mas que una retórica. Si creo que el mundo funciona exclusivamente de esta forma, la integración internacional seria suicida. Una contradicción en los términos. Implica sumar cientos de nuevos jugadores, muchos de los cuales probablemente la tengan más grande que yo (¡Y mas si tu FTA es con Brasil!). La política industrial es un juego para que se diviertan los chicos mientras los grandes trabajan acumulando poder, el federalismo fiscal atenta contra la estrategia de largo, la reforma tributaria y la eficiencia del gasto se conveirte en chamuyo de economistas desestabilizadores que no ven que la distribución primaria la determino yo, ¡YO! and so on , and so on, and so forth.
Lastima que la única verdad sea la realidad, que la gente responde a incentivos y que todo cuerpo que se sumerge en un liquido ejerce un empuje de abajo hacia arriba igual al peso del liquido desalojado, aunque el ejecutivo decrete los contrario.
¿Cuál es el riesgo de un diagnostico equivocado? ¿Cuáles las contraindicaciones si el medicamento está mal recetado?
Forcemos, devaluando, el tipo de cambio real y corremos un riesgo explicito de espiral inflacionaria. No frenemos a tiempo y nos arriesgamos al palo recesivo. No estoy deciendo que vaya a pasar, sino preguntando ¿Podemos darnos el lujo de equivocarnos?Parafraseando a mi coequiper Genérico, intento una respuesta: fracasar es fatal. Un “¿Ups! Perdón. Me equivoque” mientras encaro al helipuerto no compensa el tendal de heridos.
Recuerde que una crisis no la paga usted, que puede darse hasta el lujo de leer un blog, ni yo, que aprovecharé para comprarme un departamento al 25% de su precio, ni siquiera nuestros dirigentes si tienen que partir apresuradamente a sus confortables estancias calafatenses, sino el tipo que acaba de salir de la pobreza, ese que acaba de entrar fruto de 5 años de 9%. Para el 25% que todavía quedo afuera, bueh, que dios se apiade de sus almas.
Atte
Elemaco