viernes, diciembre 06, 2013

Volve Mecha, te perdonamos

Va un pequeño post con una pequeña idea, casi un plumero para sacarle las telarañas a este blog.

En los últimos meses, tras la desaceleración que siguió a la aceleración del descongelamiento que siguió a la desaceleración del congelamiento, la inflación (medida según el índice de precios cuyo chivo en esta oportunidad voy a obviar) se aceleró hasta alcanzar, en la última semana de noviembre, el nivel más alto de todo el año.

Sin embargo, el episodio de aceleración reciente tuvo una particularidad. A diferencia de Julio, la nueva aceleración estuvo más concentrada en menos rubros. El siguiente gráfico es un histograma de la variación mensual de las 280 categorías individuales que componen el índice. Lo primero que salta a la vista es que el 2.4% de suba tuvo a cerca del 45% de las categorías creciendo entre 2.0% y 4.0%, alrededor de 10% haciéndolo entre 4.0% y 6.0% mientras un 5% crecía más de 10% en el mes. En noviembre, en cambio, el dibujo se achata. La suba fue algo menor durante el mes (en promedio) pero menos categorías se ubican en el medio. 30% crecieron entre 2.0% y 4.0%, 17% entre 4.0% y 6.0% y casi 10% más de 10%.

Esto se explica en gran parte por la suba que cuatro rubros tuvieron en los últimos meses. Los panificados -o los derivados del trigo en general-, carne vacuna - el otro sector tocado por el dedo mágico del funcionario que todo lo que tocaba rompía - y las frutas y verduras, afectadas por heladas a mitad de año. Sin minimizar el impacto sobre la capacidad de compra del peso (en conjunto representan más del 15% de la canasta de consumo), la característica común es que podría (noten el condicional) ser fenómenos transitorios.

Ahora bien, si se excluye esos tres rubros de la estimación, en una aproximación imperfecta a la inflación “core”, lo que se obtiene es el siguiente gráfico. La inflación acumulada para todo el periodo del relevamiento (que arranca en febrero) pasa de 25.5% a 20%, es decir, mas de cinco puntos explicados por esos tres rubros.

Entonces, si esto efectivamente es así (y pongo el condicional porque soy consciente de los problemas de medición que implican la estimación muestral con la que trabaje) entonces cambia tanto el diagnóstico como la pregunta relevante, que ya deja de ser “¿Por qué se acelera la inflación?” Para pasar a ser ¿Por qué NO se acelera la inflación, aún en un año con ajustes de tarifas y fuerte aceleración del ritmo de devaluación? (la contracara es “¿Por qué subió la inflación en 2012”?)

La respuesta, creo, puede venir por el silencioso giro que, desde hace unos seis meses, ha tenido el Banco Central, pero ese es otro post.

Atte.

Luciano

Ps: Aclaración, el resultado descripto depende crucialmente de las ponderaciones utilizadas. Si en vez utilizar las ponderaciones del IPC viejo utilizo las del IPC de la Ciudad de Buenos Aires el fenómeno desaparece.  

De hecho, la inflación reportada por el gobierno de la Ciudad con y sin Alimentos y Bebidas es prácticamente igual.. Moraleja: Es muy muy muy dificil diagnosticar la coyuntura sin un indice oficial de precios creible.

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